El Banco Central continuó profundizando su política de crédito subsidiado para colaborar en la recuperación de la actividad económica tras los impactos de la pandemia. En el último informe sobre bancos que publica esta entidad se precisó que la línea de Financiamiento para Inversión Productiva alcanzó hasta agosto desembolsos por 908.751 millones de pesos. La línea se encuentra activa desde octubre del año pasado. Esto implica que se puso a disposición de las pequeñas y las medianas empresas casi 1 billón de pesos con tasas subsidiadas.

En el documento de la autoridad monetaria se indicó que “los bancos privados nacionales son los principales impulsores de esta línea (explicando 36,2 por ciento del total desembolsado y 45,7 por ciento del total de empresas beneficiadas), seguidas por las entidades públicas (con un 34,8 y 29,3 respectivamente) y por las privadas extranjeras (con un 28,9 y 24,9)”. En total se asistieron a más de 165 mil empresas.

Esta línea de créditos no fue la única que permitió asistir a los sectores productivos por el efecto de la crisis sanitaria y apoyar su recuperación. “En el marco de la línea de financiamiento a tasas de interés subsidiadas para empresas inscriptas en el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) hasta fines de agosto se llevan otorgados más de 20.900 préstamos por un total de 14.266 millones de pesos”, precisó el Central.

Se precisó además que “con el objetivo de continuar apuntalando el proceso de recuperación económica sobre las personas Monotributistas y Autónomas, en agosto se lanzó el Programa de Crédito a Tasa Cero 2021”. La suma de dinero para cada préstamo puede alcanzar hasta 150.000 pesos y el costo financiero total de estos créditos está completamente subsidiado, y los mismos cuentan con 6 meses de gracia para su devolución. Este segmento de cuentapropistas fue uno de los más golpeados durante el último año y medio por la crisis sanitaria.

Estos créditos subsidiados en conjunto con una política de fíjar topes del 38 por ciento a las tasas de interés de referencia para los pasivos monetarios como las Leliq fueron claves para explicar una menor rentabilidad de las entidades financieras en los últimos meses.

En detalle se precisó que el sistema financiero acumuló en los primeros 7 meses de 2021 utilidades equivalentes a 0,8 por ciento del activo y a 5,1 por ciento del patrimonio neto. Si bien en el margen se observó cierta recomposición en los indicadores de rentabilidad del sector, el registro acumulado en 2021 fue inferior al evidenciado en el mismo período de 2020 (-2 y -13,5 puntos porcentuales en términos del activo y patrimonio neto respectivamente).

La caída interanual del ROA (o ROE) acumulado en 7 meses estuvo explicada mayormente por el efecto del aumento en el costo de fondeo por depósitos en pesos, menores ganancias por títulos valores, reducción de los ingresos por intereses en pesos, mayor peso de ciertas cargas impositivas, entre otros factores.

La dinámica fue parcialmente compensada por mayores ingresos de primas por pases, menor devengamiento del impuesto a las ganancias, disminución de los cargos por incobrabilidad y reducción de los gastos de administración, entre otros.

Dólar e intervenciones

En el plano cambiario, se observó este jueves que la autoridad monetaria no requirió realizar intervenciones en el mercado de cambios por segundo día consecutivo. En las últimas semanas hubo jornadas en las que llegó a vender cerca de 100 millones de dólares en un día. Por el lado del dólar blue se ubicó sin cambios en 185 pesos y sigue por debajo de los picos de 195 pesos alcanzados en octubre del año pasado. En ese momento los consultores del mercado planteaban que llegaría a 200 pesos o más. Un año después siguen equivocados.