A cien años del nacimiento de Paulo Freire, miles de docentes participaron en forma virtual del Congreso Pedagógico “¿Qué docencia para estos tiempos?”, organizado por Ctera. “Hacemos esta jornada en la convicción de que el legado de Freire hoy más que nunca es imprescindible para poder pensar la escuela que queremos”, destacó Sonia Alesso, secretaria general de Ctera. “El mejor homenaje a Freire es reivindicar nuestro orgullo de ejercer un oficio destinado a la libertad y el pensamiento crítico”, afirmó el maestro y diputado Hugo Yasky. El ministro de Educación, Jaime Perczyk, elogió a maestras y maestros por su “ejemplo” durante la pandemia y destacó que “somos de los que creemos que defendiendo derechos se defiende la educación, y defendiendo la educación se defiende a la Argentina”.

Más de 10.000 docentes se inscribieron en el congreso ideado para reflexionar sobre “lo educativo” en el contexto actual, que se dio en el marco de las acciones promovidas por la Internacional de la Educación para América Latina por los cien años del nacimiento de Freire y contó con disertaciones de pedagogos y especialistas en infancias, formación docente, ESI, tecnologías, interculturalidad y educación ambiental, entre otros temas.

Pensar la educación en tiempos de pandemia y de pos-pandemia requiere tender puentes entre maestros, profesores, organizaciones sociales, feministas, de derechos humanos y de todos nuestros sindicatos. Volver a dialogar con el Freire educador, con el filósofo, con el político, es un hecho ineludible para quienes somos parte de los procesos de organización popular”, señaló Alesso. “En un momento donde en la Argentina y en la Patria Grande las derechas están tratando de avanzar sobre la escuela pública y sobre los derechos laborales, más que nunca debemos sostener nuestro compromiso por la escuela pública”, destacó.

“La educación pública es un derecho social pero también, como nos dice Freire, un arma para transformar a las personas, a los jóvenes en cuyas manos está la posibilidad de transformar la sociedad”, recordó Yasky. “Hay un intento permanente de socavar nuestra autoestima como docentes, de interpelar y hacer que la sociedad interpele a los docentes como culpables de algo que no se sabe bien qué es", lamentó, y contrastó “ese trabajo cotidiano de quienes pretenden convertir a los educadores en autómatas” con “el orgullo y la alegría de vestirnos con un guardapolvo blanco, de enseñar, de ejercer ese oficio vinculado básicamente a la libertad, al pensamiento crítico y transformador”. “Que en este contexto hagan un congreso pedagógico, que es la síntesis del esfuerzo que todos los días se ve en las escuelas argentinas, en un país y un mundo que ha sufrido mucho, nos parece central”, los saludó el ministro Perczyk.