La educación sentimental y política del director de cine colombiano Sergio Cabrera –por iniciativa de su padre, el director de teatro Fausto Cabrera- fue en la China de Mao, donde llegó a ser guardia rojo, antes de volver a Colombia para ingresar a la guerrilla (Ejército Popular de Liberación). Después de estar cuatro años en la selva, a los 23 años, abandonó las armas, regresó a China, estudió filosofía, y en sus ratos libres comenzar a hacer cine. El escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez ganó por unanimidad el IV Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, dotado de 100 mil dólares, con Volver la vista atrás, novela “sin ficción” sobre las relaciones entre padres e hijos marcadas por las ideas políticas. Leila Guerriero, presidenta del jurado, destacó que eligieron la obra ganadora “por combinar una investigación sin fisuras con un pulso narrativo magistral y presentar una valiente interpretación de las vidas reales de sus protagonistas”.

Dicen que la tercera es la vencida. Vásquez (Bogotá, 1973) ya había sido finalista del premio en 2014 por Las reputaciones y en 2018 por La forma de las ruinas. Los otros finalistas de la IV Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, organizada por la Cátedra Vargas Llosa y la Fundación Universidad de Guadalajara, con el apoyo de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, fueron la argentina Selva Almada con No es un río, Alejandro Zambra por Poeta chileno, la española Rosa Montero con La buena suerte y la mexicana Carmen Boullosa por El libro de Eva. En la Bienal Vargas Llosa, que se realizó del jueves 23 al domingo 26 en la ciudad de Guadalajara, de manera presencial, bajo el lema “La Literatura, último refugio de la libertad”, participaron todos los finalistas del premio y otros escritores invitados, como el peruano Santiago Roncagliolo, las argentinas Gabriela Cabezón Cámara y Dolores Reyes, el colombiano Santiago Gamboa y la española Olga Merino, entre otros. Antes de Vásquez ganaron el Premio Bienal de Novela Vargas Llosa el español Juan Bonilla, en 2014, con Prohibido entrar sin pantalones (Seix Barral); en 2016, el chileno Carlos Franz por Si te vieras con mis ojos (Alfaguara); y en 2019, el venezolano Rodrigo Blanco Calderón con The Night (Alfaguara).

El jurado de esta edición --integrado por Raquel Chang Rodríguez, Efráin Kristal, Rosa Beltrán, Fernando Rodríguez Lafuente y J.J.Armas Marcelo (secretario con voz, pero sin voto)-- eligió Volver la vista atrás porque “con enorme habilidad narrativa y una prosa extraordinaria esta obra trabaja con materiales de la realidad, enhebrando el presente con los avatares del convulso siglo XX”. Como presidenta del jurado, Guerriero leyó el acta en la que subrayaron que la novela de Vásquez es “un mural de los enfrentamientos políticos e ideológicos más relevantes del siglo que pasó y un relato emotivo y perturbador, por momentos trágico, acerca de padres e hijos, legados y culpas, identidad y convicciones”. “La voz narrativa, dotada de gran aliento y recursos excepcionales, sabe cómo pulsar las cuerdas de lo grande y lo pequeño con una mirada sin concesiones, cargada de preguntas que nos atañen a todos”, planteó el jurado.

Vásquez reconoció que su última novela, publicada en 2020, está escrita desde “la obsesión por contar el espacio donde las vidas privadas chocan con las fuerzas tan misteriosas de la historia y de la política” y agregó que el gran reto como novelista ha sido ocuparse de reinterpretar las vidas reales de dos personas: Sergio Cabrera y su hermana Marianella, a quienes les agradeció “la confianza con la que me pusieron en las manos sus documentos, sus recuerdos, y sus vidas, para que yo los reinterpretara a través de la novela, que llega a contarnos y a iluminar espacios de vidas reales que no son accesibles a otras de las formas que hemos inventado los seres humanos para contar el mundo”.

El escritor colombiano, ganador del premio Alfaguara en 2011 con El ruido de las cosas al caer, subrayó la importancia que tiene este nuevo premio que obtuvo por el lugar que ocupa la obra de Vargas Llosa en su vocación literaria, especialmente “una cierta manera de ser escritor y asumir el oficio literario que me fue revelada, cuando yo era joven, en libros como La orgía perpetua, en ciertas páginas de El pez en el agua, en los ensayos como Carta de batalla por Tirant lo Blanc”, recordó Vásquez y precisó que en todas esas páginas está plasmada “una visión del oficio literario que pasa por la eliminación en nuestra vida de todo lo que obstruya la vocación literaria”.

Vargas Llosa, que habló para el cierre de esta IV Bienal, ponderó que con la elección de Vásquez se ha premiado a “un magnífico escritor que nos ha recordado a los latinoamericanos que Conrad, una de las grandes figuras de la novela, comenzó escribiendo sobre América Latina de una manera muy indirecta”, una referencia a dos libros del escritor colombiano, la novela Historia secreta de Costaguana y el ensayo Joseph Conrad. El hombre de ninguna parte. El premio Nobel de Literatura reconoció que leyó Volver la vista atrás, a la que definió como “una de las grandes novelas que se han escrito en nuestra lengua”, que narra una historia en la que “una familia muy sacrificada decide abandonar a los hijos en China para que sean guardias rojos”. La novela, según Vargas Llosa, tiene “todos los matices necesarios” para que “los lectores tengamos una idea cabal de aquello que ocurrió”.