La distribución de las tareas cotidianas del hogar sigue estando fuertemente marcada por un sesgo de género que recarga más horas para su realización sobre los hombros de las mujeres y una cantidad considerablemente menor sobre los varones, y esa diferencia trasciende fronteras, aun continentales. En promedio, a nivel global, las mujeres dedican entre 14 y 23 horas semanales a esas tareas, mientras que los varones destinan entre 6 y 16. Pero no en todos lados esos trabajos ocupan el mismo tiempo: de una muestra de veinte países, son argentinas y argentinos quienes más se ocupan de sus hogares, y las mujeres y los varones italianos quienes menos. A la vez, en Argentina el 63 por ciento de las mujeres y el 46 por ciento de los varones cree que es importante encargarse de esas tareas. Esos son algunos de los resultados de la primera fase del sondeo Global Home Index, el estudio comparativo realizado por investigadoras de la Universidad Austral, la Universidad de la Sabana, de Colombia, y la Home Renaissance Foundation (HRF), de Reino Unido en base a cinco mil encuestas respondidas por mujeres y varones.

El estudio releva resultados obtenidos online (en la web globalhomeindex.org) desde doce latinoamericanos (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Uruguay), dos norteamericanos (Canadá y Estados Unidos), cuatro europeos (España, Italia, Portugal y Reino Unido), uno africano (Kenia) y uno asiático (Filipinas). Aunque la recolección de datos realizada por Patricia Debeljuh (IAE Business School, de la Universidad Austral), Sandra Idrovo Carlier (Universidad de la Sabana) y Bryan Sanderson (HRF) comenzó en marzo del año pasado y continúa, el primer corte estableció el análisis de una muestra de cinco mil respuestas (de las nueve mil obtenidas hasta el momento) compuesta por un 60 por ciento de respuestas de mujeres y un 40 por ciento de respuestas varones, de entre 25 y 65 años y con responsabilidades familiares a cargo, aunque no en todos los casos eso implica maternidades y paternidades (el 17 por ciento de quienes participaron dijeron no tener hijos). El 78 por ciento de las personas que participaron dijeron que compatibilizan el tiempo dedicado a las tareas hogareñas con horas de trabajo pago fuera de él, mientras que el resto trabaja a tiempo completo en sus hogares.

Del total de los países relevados en la muestra, quienes más tiempo dicen dedicar a estas cuestiones son las argentinas y los argentinos (23 y 16 horas semanales respectivamente), y los que menos, las y los italianos (9 y 6 horas semanales). Tampoco son tareas que concentren mucha dedicación de mujeres y varones en México (ellas dedican 11 horas semanales y ellos, 8), o varones de Filipinas y Guatemala (8 horas semanales). Las mujeres que menos tiempo le destinan son las inglesas y las españolas (14 horas). Además de la brecha de género, el informe arriesga que parte de la explicación de los números obtenidos puede vincularse a la percepción que los encuestados tienen acerca de cómo las sociedades valoran el éxito profesional en desmedro de las tareas domésticas: en Argentina, el 43 por ciento de las mujeres y el 50 por ciento de los varones creen que existe esa diferencia de prestigio. En Portugal, opina lo mismo el 79 por ciento de las mujeres y el 67 de los varones; en Italia, el 67 de los varones y el 50 de las mujeres. En Kenia, por el contrario, sólo el 36 por ciento de las mujeres y el 28 de los varones cree que es así.

En Argentina, aunque el 53 por ciento de las mujeres y el 34 de los varones cree que las obligaciones laborales restan tiempo a las tareas del hogar, el 63 por ciento de ellas y el 46 de ellos dicen que les parece importante encargarse de ellas. Además, el 74 por ciento de ellas y el 60 de ellos cree que “la realización de las tareas del hogar contribuye a desarrollar competencias para otras áreas de la vida”. El cuestionario desglosó el concepto “hacer hogar” en cuestiones como encargarse “personalmente de la limpieza y el orden”, coordinar las compras, cocinar comida casera y organizar o realizar tareas de mantenimiento. 

En esas áreas, de acuerdo con el estudio, a nivel global “entre un 20 y un 48 por ciento comen comida casera diariamente”, algo en lo que más respuestas positivas dieron los encuestados de destacan Canadá y Reino Unido (48 por ciento), mientras que en Paraguay es donde más baja adhesión tuvo este indicador (20 por ciento). En Argentina, el 27 por ciento dijo que cocina siempre. Además, entre el 28 y el 56 por ciento del total de los participantes dijo que almuerzan o cenan en familia “siempre”, una pregunta en la que Argentina, España e Italia alcanzó la marca más alta, y Colombia y Perú la más baja.

En todos los países, quienes se ocupan más de mantener personalmente la limpieza y el orden del hogar son las mujeres: en Argentina, el 29 por ciento de ellas dijo que lo hace, contra el 9 por ciento de ellos. En Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, esas tareas están a cargo del grupo familiar, algo que el estudio atribuye a lo costoso que resulta acceder a ayuda doméstica. Donde menos mujeres y varones se encargan personalmente de estas tareas es en Guatemala (7 por ciento de los varones y 20 de las mujeres), El Salvador (12 y 20, respectivamente), Paraguay (14 y 17) y Perú (4 y 23). La organización y la realización de las compras suelen recaer de manera abrumadora sobre las mujeres, y son las argentinas las que destacan: aquí, el 85 por ciento de ellas dijeron que se encargan de hacerlas; les siguen las guatemaltecas (79 por ciento) y chilenas (78). Las menos ocupadas con esto son las filipinas y las keniatas (el 39 por ciento en ambos casos). En toda la muestra, entre el 39 y el 85 por ciento de las mujeres dice que tienen estas tareas a su cargo, mientras que entre el 1 y el 60 por ciento de ellos dice lo mismo.

En general, niñas y niños son poco involucrados en las obligaciones hogareñas. El informe detalla que “solo entre un 11 y un 31 por ciento de los participantes siempre distribuyen las tareas domésticas entre los miembros de la familia”, y que son “los participantes de Estados Unidos y Canadá los que lo hacen con mayor frecuencia”, con el 31 y el 30 respectivamente. En Argentina, este indicador alcanzó el 20 por ciento, mientras que donde menos frecuente resulta es en Uruguay y en Italia, con el 11 por ciento en ambos casos.