Mientras los profesores universitarios cumplen una semana de paros y protestas en todo el país (ver aparte), la comunidad científica retomó ayer ante el Ministerio de Ciencia sus reclamos por el ajuste en el Conicet y la exclusión de unos 500 jóvenes de la carrera del investigador. La cartera encabezada por Lino Barañao anunció que se otorgarán 410 cargos docentes en universidades para incorporar a los becarios excluidos. Pero las organizaciones de científicos advirtieron que no se les presentó formalmente esa propuesta y, de todos modos, señalaron que no se estarían respetando las mismas condiciones de trabajo y estabilidad, tal como se había previsto en un acta firmada en diciembre.

Con una movilización a la sede del ministerio, becarios y científicos acompañaron ayer a los representantes de las organizaciones del sector, que mantuvieron con funcionarios la tercera reunión de la comisión mixta creada para resolver la situación de los 498 investigadores que habían superado las evaluaciones pero que no pudieron entrar en la carrera del Conicet por el recorte presupuestario. Sobre la calle Godoy Cruz, los manifestantes hicieron una olla popular bajo la consigna: “Con las paritarias de hambre de UPCN no nos hacemos alto guiso”. Y aclaraban: “Guiso para todos, menos para Barañao y Macri”.

Antes de la reunión, que empezó a las 14.30 y duró dos horas, Ciencia anunció un acuerdo con el Ministerio de Educación para crear el Plan de fortalecimiento de la investigación en las universidades nacionales. Según informó, el convenio contempla abrir “410 cargos docentes destinados a los candidatos a la carrera de investigador que no ingresaron al Conicet en 2016”, cargos de Jefe de Trabajos Prácticos con dedicación exclusiva. De acuerdo a los trascendidos, el resto de los damnificados por el ajuste podría ir a organismos descentralizados del sistema científico.

A la salida de la reunión, los representantes de los investigadores explicaron: “Pedimos alguna prueba de ese acuerdo, algún papel, algo. Pero no tenían nada que certificara lo que expresa el comunicado, sólo palabras al aire”, dijo a PáginaI12 Nuria Giniger, de Científicos y Universitarios Autoconvocados.

Alejandro Muntó, de Jóvenes Científicos Precarizados, dijo que, además de que el anuncio no contempla a la totalidad de investigadores excluidos del Conicet (498), lo que propone el ministerio tampoco cumple en tres cuestiones centrales algunos ítems del acta acuerdo que se firmó el año pasado: estabilidad, salario y promoción.

  • “Un JTP con dedicación exclusiva y antigüedad de cinco años tiene un salario que ronda los 17 mil pesos, mientras que un investigador asistente, que es el cargo para el que se concursaron los compañeros que quedaron afuera del Conicet, ronda los 24 mil pesos.”
  • “Esos cargos correrían a partir de enero de 2018, pero luego de dos años serían concursados en concursos abiertos a todo el mundo, por lo cual no hay garantía de estabilidad laboral.”
  • “Las condiciones de promoción, de aumentar de categoría, tal cual las establece la carrera de investigación de Conicet, no son las mismas que las de las universidades.”

Luego de la reunión, becarios e investigadores realizaron una asamblea y cortaron Avenida Santa Fe y Godoy Cruz, después de hacer un ruidazo en la explanada del ministerio. 

“Preguntamos de dónde saldría la plata que iría a las universidades –contó Giniger–, y nos dijeron que del presupuesto 2018. Todo es una falacia. Les reiteramos que la plata está y debería ir al Conicet, pero el Gobierno quiere reconvertirlo en un organismo elitista.”  

Informe: Gastón Godoy.