El juez federal Martín Bava aún no pudo notificar al expresidente Mauricio Macri para que se presente el jueves a prestar indagatoria por el espionaje a los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan. En el entorno del exmandatario sostienen que no tiene previsto regresar al país antes de fin de mes y aspiran a ganar tiempo después de que la citación sorprendiera al exmandatario mientras estaba en Miami Beach presentando su libro Primer Tiempo.

La Policía Federal le informó al juzgado de Dolores, que subroga Bava desde que Alejo Ramos Padilla se mudó a La Plata, que no habían podido dar con el domicilio de Macri. Según informaron fuentes que siguen el caso, los policías habían ido este martes a llevar la notificación al departamento de avenida del Libertador donde solía vivir el exmandatario y que le había prestado como hogar temporario a su amigo y exdirector general de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Gustavo Arribas, su consorte en la causa por espionaje de Dolores.

Después del intento fallido por localizar el domicilio del presidente, Bava le pidió informes para este miércoles a la Policía Federal y a la Dirección Nacional de Migraciones (DNM). La policía debería poder proveerle los datos porque es la que le presta custodia a Macri, dicen quienes están en contacto con el líder del PRO.

La estrategia de Macri pasa por ganar tiempo. No tiene previsto alterar su agenda, que incluye una pasada por Qatar para una actividad con la Fundación FIFA que preside. Estiman que estará en Buenos Aires de regreso para finales de mes y esperan que sea el juez Bava quien modifique la fecha de la convocatoria.

Macri, mientras tanto, sigue discutiendo su estrategia legal con su abogado Pablo Lanusse, que lo representa también en la causa sobre el envío de municiones a Bolivia, y con el exministro de Justicia Germán Garavano. Por el momento, no hay intención de los abogados de Macri de presentarse en Dolores, pese a que podrían hacerlo porque es claro que ya están enterados de que elexpresidente está citado.

El viernes pasado, Lanusse denunció desde Twitter que la citación era una persecución contra Macri, como había sostenido cuando estalló el escándalo por Bolivia. También sostuvo que la justicia federal de Dolores no es competente para investigar a Macri y que, pese a todo, el expresidente se presentará. Lo que no se sabe es cuándo.

En el macrismo le atribuyen a la citación de Bava fines electorales y sostienen que la indagatoria debería posponerse hasta después de las elecciones de noviembre. Es poco probable que ello vaya a suceder. Sin embargo, es claro que buscarán dilatar las definiciones todo lo posible.

Bava llamó a indagatoria a Macri después de terminar con toda la ronda de declaraciones de los imputados. La información en la causa, y que dio pie a los procesamientos de la cúpula de la AFI macrista, es que los espías seguían a los familiares de los submarinistas para adelantarle a Macri cuáles serían los movimientos que iban a hacer en un tema que suscitaba la atención nacional e internacional.

En su resolución del viernes pasado, Bava descartó de plano de que los agentes de la AFI estuvieran haciendo acciones por su cuenta, sino que obedecían a los lineamientos que emanaban de las autoridades. En las indagatorias, hubo dos posturas: quienes buscaron mostrarse ajenos a la operatoria y quienes dijeron que estaban actuando para garantizar la seguridad del presidente, que eran parte de las tareas que la AFI hace en coordinación con la Casa Militar para asegurar que el primer mandatario no corra riesgos.

El juez desestimó ese planteo y sostuvo que se trataron de acciones de inteligencia ilegal sobre personas a las que el Estado debería dar respuestas en su búsqueda y a las que terminó espiando. Por esos hechos, que se extendieron entre diciembre de 2017 y finales de 2018, Bava procesó a Arribas y a su número dos, Silvia Majdalani, al exdirector de la base Mar del Plata de la AFI Nicolás Iuspa Benítez, al exdirector de Reunión Interior Eduardo Winkler y a cinco agentes que revistaban en la delegación marplatense.

Arribas pidió autorización en la causa para viajar a Brasil el próximo jueves por 60 días. Allí viven su esposa y su hija. Él también residió en el país vecino desde 2006 hasta que Macri lo llamó para hacerse cargo de la AFI en diciembre de 2015. La querella que encabeza la abogada Valeria Carreras le pidió a Bava que rechace la pretensión de Arribas porque entiende que puede entorpecer la investigación o fugarse. Hasta ahora, el juez no se pronunció. Será una de las decisiones que deberá tomar en las próximas horas junto con la probable postergación de la indagatoria del expresidente.

La causa

La investigación sobre el espionaje a los familiares del ARA San Juan se inició el 23 de septiembre del año pasado cuando la interventora en la AFI, Cristina Caamaño, radicó una denuncia en la justicia federal de Mar del Plata. Caamaño había hallado documentación sobre los seguimientos a las familias mientras relevaba información que le había pedido el juez Ramos Padilla mientras investigaba el llamado “Proyecto AMBA”.

La base de Mar del Plata era una de las tres delegaciones históricas, junto con la de La Plata y Bahía Blanca, que entre 2016 y 2017 estuvieron abocadas al “Proyecto AMBA”. Por esa iniciativa, se crearon seis bases en el conurbano bonaerense que se dedicaron al espionaje político. Las oficinas de la AFI funcionaron en Ezeiza, Quilmes, La Matanza, San Martín, Haedo-Morón y Pilar. Por estos hechos, entre Ramos Padilla y Bava procesaron a 26 exintegrantes de la AFI.

La justicia federal de Mar del Plata se declaró incompetente y le envió la causa al juzgado de Dolores. El expediente llegó cuando Ramos Padilla ya se estaba yendo al juzgado federal 1 de La Plata. 

En diciembre del año pasado, el camarista Martín Irurzun le dio la razón a Arribas y sostuvo que la causa por el AMBA debe tramitar en los tribunales de Comodoro Py. El juez Ariel Lijo le pidió a su colega de Dolores que le envíe la causa. Sin embargo, Bava respondió que aún falta que se expida la Cámara Federal de Mar del Plata.