El cineasta Jorge Coscia murió a los  69 años de edad. Al cabo de su vida combinó el cine con la militancia política y ocupó diversos cargos públicos. Estuvo a cargo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y también se desempeñó como secretario de Cultura durante el gobierno de Cristina Kirchner.

"Con profundo pesar comunicamos que nuestro Jorge Coscia, acaba de fallecer” luego de sufrir “una penosa enfermedad que llevó con valentía y estoicismo", informó el Instituto Independencia, espacio del que formaba parte.

Además de ser cineasta, novelista y poeta, se desempeñó como presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) entre 2002 y 2005. En este año fue electo como diputado nacional por el Frente para la Victoria hasta 2009, cuando asumió al frente de la Secretaría de Cultura.

Apenas se conoció la noticia de su muerte, varias personalidades de la cultura lamentaron el fallecimiento. El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, lo destacó como un “gran compañero y militante” de la causa nacional y popular.

Antes de hacerse reconocido por su obra artística, Coscia tuvo una larga historia militante. Fue parte del Partido Socialista de la Izquierda Nacional (PSIN) y luego se sumó al Partido Justicialista.

Durante su presidencia en el INCAA, se recuperó la autarquía del organismo, se implantó la Cuota de Pantalla para el cine argentino e inauguraron salas en todo el país. Promovió convenios de coproducción con distintos países y financió producciones de directores nacionales.

En su gestión en Cultura, en septiembre de 2013 trasladó la sede de la Secretaría de Cultura a la Villa 21 Barracas. Fue el primer caso en que un área con ese rango se instaló en una villa de emergencia. ​

Así como hay una soberanía de la economía hay también una soberanía cultural, que consiste en que tengamos cada vez una mayor capacidad de decisión para decir qué se debe editar, qué conviene estratégicamente que editemos, y no que se decida en las grandes capitales del mundo sobre los libros que podemos leer”, había definido.

Fue autor de las novelas “El bombardeo” y “La Caja Negra”, entre algunas. Filmó una docena de películas y cortometrajes, entre los que se destacan "Canción desesperada" (1997); “Rosas, 200 años” (1993); "El General y la fiebre", (1992); "Cipayos, la tercera invasión", (1989) y “Luca vive” (2002).