El libro de Gustavo Ruggiero sobre la vida y la obra de Paulo Freire, emblema de la educación popular en América Latina, reúne dos características muy valiosas: su rigurosidad y su vocación didáctica. El trabajo expresa una ajustada lectura de la obra de Freire a partir de una serie de conceptos nodales: oprimido, educación bancaria, palabra mundo, palabra generadora, diálogo, inédito inviable, lucha, democracia e infancia. Los nueve temas son presentados a través de otros tantos capítulos cortos, en cada uno de los cuales se aborda ordenadamente un concepto/problema. Estos conceptos constituyen la columna vertebral del texto, que los relaciona de manera articulada a partir de una escritura fluida y clara.

El trabajo comienza con un breve recorrido por la biografía del maestro nordestino a partir de la escritura de la Pedagogía del Oprimido. En las primeras secciones del texto, Ruggiero aborda el vínculo entre pedagogía y política en el pensamiento de Freire, mostrando de manera clara y potente el vínculo entre alfabetización y emancipación. Sobre la base de la lectura de los textos de Freire, Ruggiero da cuenta del estrecho vínculo entre la alfabetización, la interpretación del mundo y la lucha política de los sectores oprimidos. En las palabras del autor, el proceso de alfabetización consiste en última instancia, para Freire, en “adquirir el lenguaje para sostener la lucha política”. Hay un lazo inescindible entre leer el mundo, leer la palabra y luchar por un mundo mejor.

Para Freire la lectura del mundo precede a la lectura de la palabra. Es decir, todo ser humano posee una lectura, una interpretación del mundo, que se construye sobre la base de su contexto cultural, ideológico, político y social. Se trata de un saber previo, propio del que aprende, que es reivindicado en todos sus trabajos y prácticas pedagógicas como punto de partida del proceso alfabetizador. Ruggiero nos muestra cómo, en la obra de Freire, la alfabetización deja de ser un proceso técnico, mecánico, y se constituye en una experiencia de conocimiento, política y creadora. Al comprender la palabra escrita, se comprende el mundo; se lo comprende reinventando la propia existencia y desnaturalizando esa situación de analfabetismo y desigualdad social en la que se ha gestado la opresión.

Ruggiero muestra cómo las ideas de lectura del mundo y de lectura de la palabra confluyen o convergen en el concepto de diálogo, que las integra y las subsume a ambas. El texto explora este concepto como una pieza clave de una pedagogía emancipatoria. A lo largo de las páginas del libro, Ruggiero muestra cómo el dialogo se constituye en punto de encuentro, en lugar común de la lectura del mundo y la lectura de la palabra. Para Ruggiero, el concepto de diálogo indica entonces, en el pensamiento de Freire, mucho más que una conversación o un ponerse a hablar: el diálogo es la herramienta de humanización de los que intervienen en el proceso educativo. El diálogo se vuelve así un instrumento político-ontológico, a través del cual se expresa la vocación por “ser más” que es propia del ser humano, que define, para Freire, al ser humano.

Sobre la base o sobre el punto de apoyo de este trabajo previo sobre este conjunto de conceptos (sobre los conceptos de educación, política, lectura del mundo, lectura de la palabra y diálogo), Ruggiero se vuelca al análisis de un concepto filosófico de la mayor importancia en la obra de Freire: el de “inédito viable”. De acuerdo con su punto de vista, este concepto le permite a Freire denunciar y desarticular la forma en la que los sectores dominantes pretenden sostener la opresión a partir del mantenimiento de una lógica de la determinación histórica y de la consecuente imposibilidad de imaginar ningún cambio en el orden de las cosas: “las cosas siempre fueron y serán así”. Para Ruggiero, Freire se vale del concepto de “inédito viable” como un instrumento de ruptura con esa ideología de una supuesta invariancia histórica.

Los que sufren la opresión están inmersos en una situación que se les presenta como inmutable. Sin embargo, no dejan de percibir que las cosas podrían ser de otra manera. Esa percepción, claro, no está exenta de problemas. “Puede evadirse, anestesiarse, incluso convertirse en miedo a la libertad”. Así, el sentido de una educación emancipadora, dialógica, que asuma una lectura del mundo y de la palabra a partir de los oprimidos, es transformar las “situaciones límites” del determinismo histórico de los opresores en inéditos viables. En palabras de Ana María Araujo, la última compañera de Freire, lo inédito viable “es una cosa todavía no vivida ni conocida claramente, pero ya soñada”, y que es tarea de quienes pueden pensar utópicamente convertir en realidad.

El análisis del concepto de inédito viable le permite a Ruggiero retomar el problema del vínculo entre educación y política desde una perspectiva enriquecida. La situación del oprimido y la posibilidad de la construcción colectiva de algo novedoso que transforma la realidad permiten sostener que la educación es una cosa de todos y de todas. Democratizar la educación, dice Ruggiero, es apostar por una participación activa en ella de toda la comunidad. La práctica emancipatoria de un derecho a “participar en la producción del saber que aún no existe”. Sobre este punto el libro aborda la compleja y decidida militancia de Freire por la educación pública en Brasil durante los años 90. Con una aguda mirada sobre la práctica del maestro pernambucano, Ruggiero da cuenta de su intención de articular lo público con lo popular.

Por último, el libro se ocupa del problema de la interrogación en la obra de Freire. Ruggiero piensa la pregunta en torno a una educación dialógica y emancipatoria, y abre una serie de interrogantes que invitan a nuevas lecturas sobre una educación nuestroamericana, igualitaria y emancipadora. El texto se formula y nos formula una serie de preguntas, y sobre todo una, cargada de sentido y de posibilidades, que decidimos transcribir como invitación al lector a acercarse a dialogar con este libro bonito, potente, riguroso, amorosamente didáctico y comprometido con otra educación: “¿Leemos a Freire para comprender nuestras prácticas o lo leemos para ‘aplicarlo’? ¿Explicar a Freire o pensar con él?”