El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce, advirtió que la oposición pretende crear condiciones para un nuevo "golpe de Estado" en el país, con protestas y paralización de actividades que se registraron de forma parcial en algunas regiones.

"La conspiración antidemocrática no ha sido derrotada con las elecciones del año pasado, vuelve a alzar la cabeza, provocando disturbios y la desunión entre bolivianos para crear las condiciones de un nuevo golpe de Estado, que, de prosperar, echaría por tierra toda nuestra lucha por impulsar las acciones que hemos anunciado", afirmó el mandatario al participar en el Encuentro Mundial de los Pueblos por Nuestra Madre Tierra en La Paz.

Arce agregó: "Todas las acciones y esfuerzos que realizamos en nuestro país corren el riesgo de diluirse y paralizarse, porque afectan intereses económicos de los privilegiados de siempre". 

Así, el mandatario rechazó el paro y las movilizaciones contra el proyecto de Ley Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas que ayer agrupó en marchas y concentraciones a gran parte de la oposición.

Primera marcha opositora en la gestión de Arce

El paro de actividades convocado por organizaciones cívicas conformadas por instituciones opositoras al Gobierno, que se sumó a la movilización convocada inicialmente por los gremiales en contra del proyecto de ley de ganancias ilícitas, se realizó este lunes en el departamento oriental de Santa Cruz.

En la ciudad de Cochabamba, capital del departamento del mismo nombre, también se presentaron algunos bloqueos, al igual que en la ciudad de La Paz y en los departamentos de Tarija y Potosí.

Desde el Ministerio de Trabajo sostuvieron que las actividades fueron "completamente normales" en ocho de los nueve departamentos y la protesta no afectó a los sectores de producción, manufacturas, servicios gubernamentales y bancarios, transporte urbano y de larga distancia, ni a los vuelos comerciales.

"La construcción de un bloque democrático histórico apenas comienza con este primer paro; no esperemos grandes cosas. Es un proceso", explicó Manuel Morales, dirigente del Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade), uno de los grupos que llamó a la protesta y que en 2019 se movilizó contra el gobierno de Evo Morales.

Desde el Ejecutivo, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, destacó vía Twitter que la escasa repercusión de la medida era "un mensaje que está dando el pueblo boliviano a quienes convocan a paros; el pueblo quiere trabajar por la reactivación económica".

Santa Cruz, gobernada por Luis Fernando Camacho, uno de los artífices del golpe de 2019, fue de los puntos fuertes del paro: no hubo transporte público ni privado y la mayoría de los comercios cerró.