Desde Roma

A partir de este viernes el Green Pass -certificado o pase verde- emitido por el ministerio de Salud Pública que indica que la persona ha recibido la doble vacunación anticovid es obligatorio en Italia en todos los lugares de trabajo, tanto públicos como privados. Y esto ha desencadenado una agresiva semana de manifestaciones, marchas, ataques de la ultraderecha y huelgas.

Varios puertos se declararon en huelga este viernes, entre otros el de Ancona y dos de los puertos comerciales más importantes de la península, Génova (noroeste de Italia, en el mar Tirreno) y Trieste (noreste de Italia, en el mar Adriático). En este último se reunieron más de 6.000 personas para protestar desde la mañana. Los trabajadores de los puertos pedían, entre otras cosas, que el gobierno postergara hasta el 31 de octubre la obligatoriedad del Green Pass -cosa que no ocurrió- y que fueran los empleadores los que se ocuparan de pagar el test anticovid que, en caso de no tener el Green Pass, deberán hacer los trabajadores varias veces por mes. O bien que el gobierno se hiciera cargo de esos gastos. Hoy el test rápido anticovid cuesta 22 Euros y hasta ahora ninguno de esos pedidos de los trabajadores portuarios obtuvo alguna respuesta positiva de parte del gobierno. Pero al parecer se sigue negociando en este sentido.

Derecha oportunista

La derecha, representada por Matteo Salvini, líder de La Liga, salió al encuentro de estos pedidos tratando de captar así votos para la segunda vuelta de las elecciones municipales que se realizará en varias ciudades del país - incluida Roma- , este domingo y lunes. “Nuestro objetivo es ayudar a los tres millones de trabajadores que (no se han vacunado y entonces) no tienen el Green Pass y arriesgan quedarse sin salario”, declaró Salvini a Radio 24. El Green Pass obligatorio “no me parece el mejor modo de ayudar a las personas. El test rápido es mejor que nada. Y dado que el Green Pass ha sido impuesto por el estado, es justo que sea el estado el que se haga cargo de los gastos”, concluyó. Ya las farmacias y centros de análisis veloces, están hasta el tope por la cantidad inusual de solicitudes de test rápidos.

En cuanto a los puertos, el problema mayor se verificará en los próximos días cuando las cargas de los barcos no puedan ser desembarcadas por falta de mano de obra, lo que retrasaría la distribución de esos productos en todo el país y podría provocar serios problemas económicos a los negociantes, especialmente en este período cercano a las fiestas de fin de año.

Se temían manifestaciones de protesta en todas las ciudades. Y después del agresivo ataque del sábado pasado a la sede de la central sindical de izquierda CGIL de Roma por parte de extremistas de derecha que destruyeron parte de las oficinas luego de una manifestación anti vacuna y anti Green Pass, la intensificación de la seguridad y los controles policiales se fueron multiplicando.

Dictadura

En la capital italiana se hizo este viernes una manifestación en el Circo Máximo, un lugar histórico de Roma que hoy es una gran explanada oval donde se hacen conciertos y actos políticos. Pero también hubo varias paradas en distintos puntos de la ciudad como Porta Maggiore. Otros intentaron bloquear el tráfico, sin éxito, en otras calles de la ciudad. En el Circo Máximo se reunieron unas 2.000 personas. La gente gritaba y levantaba cartelones diciendo: “No Green Pass”, “No dictadura” y “Nosotros somos el pueblo, somos la democracia” mientras un grupo de mujeres que regalaba rosas a los agentes de la policía y de carabineros que estaban custodiando la zona. Hubo asimismo manifestantes más agresivos como los que se dirigían a los periodistas diciéndoles que “el fascismo está en la prensa que hace propaganda de estado”, es decir defiende lo que hace el gobierno. Otros en cambio se la tomaban con el covid. “El covid no existe. Toda la culpa es del sistema Speranza” (en alusión al ministro de Salud, Roberto Speranza, que tiene a cargo la campaña nacional anti covid).

Por otra parte, otro grupo de No Vacs y No Green Pass, como medida de protesta ocupó desde la noche del jueves la sede del Consejo de la Región Lacio a la que pertenece la ciudad de Roma. Entre los ocupantes, un concejal del Lacio que es No Vacs. Manifestaciones anti Green Pass se llevaron a cabo asimismo en la isla de Cerdeña, Rimini, Turín, Florencia, Bolonia , Milán (de las que participaron también estudiantes universitarios), y Nápoles, entre otras. Uno de los slogans que repetían era “Libertad, libertad” y “El trabajo es un derecho. Los test (rápidos anticovid) deben ser gratis”

El Vaticano, por su parte, temía por lo visto que los manifestantes pudieran llegar hasta sus puertas por lo cual fueron bloqueadas algunas calles cercanas y multiplicados los controles militares en la zona.

A favor del pase

Pero no todos los trabajadores se manifestaron en contra del Green Pass. Por el contrario, muchos de los que tuvieron que mostrarlo al entrar a su trabajo este viernes comentaron que se sentían más seguros y más tranquilos, ahora que muchos empezarán a trabajar nuevamente dentro de las oficinas dejando de lado el trabajo en casa, como se hizo durante los peores meses de la pandemia. Algunos lugares de trabajo montaron un sistema electrónico que lee rápidamente el QR code del Green Pass (un código que permite leer los detalles del certificado). En otros lugares, los certificados debieron ser controlados por la vigilancia.

La aplicación obligatoria del Green Pass “no será un paso simple. Pero es el precio que hay que pagar para empujar al país en la dirección justa, hacia la vacunación que derrota al virus”, comentó por su parte el Ministro del Trabajo, Andrea Orlando. Postergar la aplicación del Green Pass obligatorio, como piden algunos trabajadores, “significaría hacer más lenta una batalla contra el virus que es necesario ganar lo más pronto posible” para “poner fin a una estación dramática que han pagado y pagarán sobre todo los más débiles”, subrayó Orlando.

El día de manifestaciones terminó sin grandes problemas, sin agresivos ataques como los del sábado pasado. Tal vez porque los líderes de la derecha prefirieron tranquilizar las aguas ante la posibilidad de un efecto negativo en el voto de la segunda vuelta de las elecciones municipales que se realizarán domingo y lunes y en las que ciudades importantes como Roma y Turín, pueden ser decisivas.

Más vacunados

Por otra parte se supo que tal vez por el hecho de que se acercaba el día en el que sería obligatorio el Green Pass y por las eventuales consecuencias que esto supone para quien no lo tenga (posible suspensión en el trabajo, reducción del salario y anulación del contrato, entre otras cosas según los casos) , mucha gente decidió vacunarse al menos con la primera dosis. Según datos oficiales, las primeras dosis aumentaron un 46 por ciento en los últimos días en comparación con el número de vacunaciones en los días precedentes. Según las mismas fuentes, 46 millones de italianos mayores de 12 años (el 85,11 por ciento de la población), ya recibieron al menos la primera dosis.