Recuerdos de barrio, entre colores, aromas, pelota de goma y pizza especial. Con una latita negra que resuena y despliega formas que se atreven a casi atrapar lo ya evanescente. En este carril de ensueño compartido convivieron Kay Heinrichsdorff (mbiras, guitarra, percusión y efectos) y Mariano Suárez (trompeta y corneta). El resultado se titula Sección Manzana Gráfico (BlueArt Records), ya disponible en plataformas digitales, y será presentado hoy por partida doble, a las 19.30 y a las 22, en Disquería Paraphernalia (Rioja 1070).

“Seguramente coincidimos en algún momento, pero lo cierto es que nos conocimos después. Justamente, en alguno de los trabajos que hicimos juntos nos dimos cuenta de que habíamos recorrido esos mismos lugares. Fue Kay quien tuvo la idea de hacer un disco”, refiere Mariano Suárez a Rosario/12. “Comencé a recordar muchas cosas que no tenía presente, también nombres que fueron apareciendo. Y siento que lamentablemente hay cosas que se perdieron, y que no debió ser así, como el patrimonio edilicio. Son unas pocas cuadras a las que hacemos referencia, pero lo que digo podría aplicarse a otros lugares. Recuerdo al venir de la escuela, por calle Córdoba, y encontrarme con las dos mansiones en Córdoba y Oroño. La torre de La Comercial de Rosario era una especie de portal. El paso del tranvía, los adoquines”, continúa el músico.

“Había sectores, lugarcitos y refugios, que uno tenía en aquel tiempo, desde una visión infanto-juvenil y en un tiempo que era difícil, porque en los ’70 el barrio también fue bravo. Recuerdo los aromas de librería Pratolongo, donde estaba Élida (uno de los temas del disco). Era una especie de laberinto, con ese olor a papel y juguetes y la pelota que estaba allá arriba y uno nunca podía comprar. Le hacemos un poco un homenaje a esos personajes que tal vez quedaron en el olvido. Mi abuela vivía a la vuelta de la casa de Mariano y me acuerdo de la calidez de ir con ella de la mano a comprar café a Tijuca (otro de los temas) y el aroma lindo, de contenido melódico, que pudimos encontrar en la improvisación, porque fue todo improvisado. Si bien había una, digamos, ensoñación de las melodías, creo que la que fue el referente es ‘Latita negra’, ese fue el puntapié”, comenta Kay Heinrichsdorff.

Allí surgió, convendrán los músicos, la piedra de toque, el sostén desde el cual desplegar, como si de dos pintores mancomunados se tratase, la pincelada. Según Suárez, “Kay empezó a mandar un montón de maquetas y una fue este tema, referido a la parada que tenía Cachilo en Córdoba y Santiago. La latita negra era donde tenía las ceritas y las tizas. Todo se fue dando a partir de improvisaciones, que fueron derivando en temas un poco más formales”. De acuerdo con Heinrichsdorff: “Esa maqueta que le mandé era una cosa muy cabezona (tararea), como si fuera la cabeza trabajando. Ahí Mariano, con su trompeta fabulosa, logró un orden melódico impactante, que te da ganas de cantarlo. En este disco no hay grandes progresiones de acordes sino algo más basado en un sistema modal. Cuando él tiró eso, se abrió un recorrido en el cual, consciente o inconscientemente, estuvimos jugando cuando grabamos”.

Sección Manzana Gráfico reúne diez impresiones o composiciones, tal vez rememoraciones entreveradas. Algunas guardan secretos cómplices, como el del “picadito de ‘Córdoba y Santiago’ (risas) (otro de los temas), al que llegaban los jugadores con la pelotita de goma, la Pulpito, todos agrandados. A esa esquina la recuerdo muy arbolada y bastante oscura. Con rinconcitos reservados, cuevitas, donde uno lo veía a Cachilo con la latita, que podría tener que ver un poco con la locura y con los pinceles y la poesía”, prosigue Heinrichsdorff.

-¿Qué era “Ceres” (uno de los temas, particularmente melódico)?

Mariano Suárez: -Era una panadería, que estaba sobre Córdoba entre Santiago y Alvear. Con Kay teníamos un muy grato recuerdo de lo que era el edificio, de la gente que lo habitaba y los productos que vendían.

Kay Heinrichsdorff: -Ofrecían las cosas más ricas y deliciosas. Y estaba Daniel, creo que era el dueño, y me parece que atendían las hijas, bellísimas, para la mirada del chico que iba a la panadería platónicamente (risas). También estaba el “Bar Nito” (otro de los temas), el bar de la esquina, donde a cierta hora había algunos personajes y a otra hora eran otros, medio pesados y con un poco de cerveza. Era la viva imagen que teníamos los dos. Cuando se escucha la flauta (en el tema “Especial Bar Nito”) refiere al huevo rallado que tenía la pizza especial, que era la más cara (risas). Y también estaba “Trigal” (con el cual el disco cierra).

Suárez: -Era una fábrica de pastas, por calle Córdoba entre Santiago y Alvear, muy grande y muy buena. Esa cuadra incluía también al Cine Alvear, la librería Pratolongo y la panadería Ceres.

Grabado en estudios ION (CABA) y en El Colosito (Rosario), Sección Manzana Gráfico cuenta también con las participaciones de Joaquín Martínez (guitarra y efectos en “Ceres” y “Trigal”), Emiliana Prcik (piano en “Ceres”), Fermín Suárez (contrabajo en “Elida”) y Luis Suárez (flauta en “Especial Bar Nito”).