Entre el estreno de su primer disco y la compañía en escena de Pablo Comas y la liga de la injusticia, Lucky Rivers se prepara para una noche memorable en Centro Cultural Güemes (Güemes 2808), donde hoy a las 21 presentará Actemio: ocho canciones junto a Ornella Mecoli (bajo) y Bruno Bordón (batería), en un disco que reúne las presencias invitadas de Juana Moyano (cello), Ramiro Savoretti (teclados) y Lucas Ciliberti (guitarra).

Por la red puede escucharse “Quizás”, con su letra de guitarra íntima. Un rasgo que parece consustancial al joven artista rosarino, nacido en 2002. “Con las canciones y sus letras me suele pasar que encuentro un espacio, un apoyo, algo que al hablar con otra persona no se soluciona. Siento que es algo que me cura un poco, y también que tiene que ver con darle forma a algo que no lo tiene. Siempre es así, y trato de enfrentarlo de esa manera, porque si no suele hacer mucho ruido la cabeza. Ya sea por un desamor o, no sé, una pequeña inquietud. Es mi lugar, desde donde realmente puedo expresarme sin ningún tipo de miedo ni juicio, porque puedo darle letra y palabras a esas cosas que no tienen forma”, explica el músico a Rosario/12.

-¿Cuándo apareció la necesidad de hacer el disco?

-Era algo que no lo veía. Tenía un puñado de canciones y no sabía qué hacer, sentía que era mucho quilombo llevar a cabo un proyecto, encontrar un baterista y una bajista, pero dio la casualidad que veníamos de tocar en una fecha que me propusieron en (Centro Cultural) La Usina y empezamos a ensayar con Bruno (Bordón) y Orne (Mecoli). Justo coincidió cuando nos guardaron a todos de nuevo, así que hasta junio estuvimos preparando las canciones cada uno por su lado, para luego grabarlas.

-¿Cómo es el trabajo con ellos, qué te aportan?

-Ornella es compañera de la escuela, y siempre entendió mucho por dónde van mis gustos musicales y cómo quiero plantear mis ideas. Ella aportó las suyas, al igual que Bruno, y los dos le dieron más color a las canciones. Bruno viene del hardcore de Buenos Aires, de una escena musical que a mí me parece increíble.

-Actemio remite a “Los Días de Actemio”, la canción de Los Gatos, ¿por qué?

-Principalmente porque hubo un momento en que estuve a full con Los Gatos, de una forma u otra siempre resuena esa canción en mi cabeza. No solamente Rock de la Mujer Perdida me parece un discazo, sino que esa canción es rara, el disco viene muy blusero, con muchos estilos para todos lados, y de pronto tira esa pequeña balada, que es más tranquila. Me fascina.

-Me gusta también pensar un trazado, como músico rosarino, que viene de Litto Nebbia y llega a vos.

-A los 11 años, más o menos, estaba frente a la tele, una noche, y en Volver daban Tango Feroz. Si bien es una ficción muy criticada, y por lo que tengo entendido a Litto no le gustó un carajo, me mostró un mundo del rock que no conocía, cuando yo pensaba que el rock eran Soda Stereo, Charly García y otras bandas. A partir de ahí me puse a googlear y descubrí bandas y músicos que me volaron la cabeza, como Moris, Tanguito, Los Gatos, Manal, Billy Bond y la Pesada, los primeros singles de Miguel Abuelo. Claramente, son cosas que me influyeron y marcaron bastante, y de hecho hasta el día de hoy las escucho.

-¿Qué te significa tocar junto a Pablo Comas?

-Para mí es algo muy fuerte y en el buen sentido, es agradable. Él me conoce de chiquito, y muy graciosamente yo supe de su existencia porque había ido con mi mamá a ver una banda a un bar, que era Alucinaria, y quedé fascinado. Recuerdo que al escuchar el primer disco no podía creer que en Rosario existiera una banda que sonara así. Es algo que me marcó bastante, y por eso mismo me significa tanto, ahora el cantante de esa banda es quien me acompaña para la presentación de mi primer disco.