“Queremos que Temer salga ya”, exigió el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva. Así se refirió por primera vez al escándalo desatado luego de que se conociera un audio en donde el actual jefe de Estado, Michel Temer, consentía un soborno. Este es el motivo por el cual la Fiscalía General de ese país lo acusó ayer de “corrupción”. El líder del Partido de los Trabajadores (PT), además, dejó claro que el apartamiento de Temer debe ir de la mano de un llamado a “elecciones directas”.

Durante un acto en la localidad de Sao Bernardo do Campo, al interior de Sao Paulo, Lula sostuvo que si bien es probable que al actual mandatario se le inicie un impeachment, “lo que no debe ocurrir es que (en caso de ser destituido del cargo) alguien piense que puede poner un presidente que no fue electo por el pueblo”, tal como se hizo con el propio Temer tras el golpe institucional contra Dilma Rousseff.

"No queremos que un presidente sea electo indirectamente", dijo y reforzó: "¡Lo que queremos es una elección directa!". El máximo dirigente del PT sostuvo también que la actual crisis política que vive Brasil no es la misma que se vivió con Dilma. A Temer se lo acusa de presuntos sobornos con pruebas que fueron presentadas ante la Justicia mientras que a Rouseff se la sacó del cargo acusada por manipular fondos tal como lo habían hecho otras administraciones de gobierno, sin que esto constituyera un delito.

Lo de Dilma, dijo Lula, quedó demostrado que fue "una mentira" que llevó al país a la crisis actual. Además, acotó, el proceso de juicio político a la ex presidenta "llevó ocho meses, con más de la mitad del Congreso a favor" de destituirla. Hoy, “ese proceso demoraría mucho más".

Respecto del pedido de elecciones para elegir a un posible sucesor de Temer, la Constitución brasileña establece que, en caso de vacío en la Presidencia durante la segunda mitad de un mandato, el Congreso debe elegir un nombre para completarlo. Se indica, además, que las elecciones directas sólo podrían celebrarse en caso de que se hiciera una enmienda constitucional.

Según todas las encuestas, Lula sigue siendo el favorito para ganar los comicios presidenciales previstos para octubre de 2018, pese a estar acechado por varias investigaciones por corrupción. De hecho, aunque no formalmente, se lanzó a hacer campaña no sin dejar claro que su postulación "va a depender de muchas cosas", como por ejemplo “mi salud, la construcción de alianzas y del PT”.

"Pensaba que nunca más iba a ser candidato a nada –dijo-. Pero, con todas estas provocaciones, resulta que soy el único bobo del mundo que tiene dinero pero no tiene nada a su nombre. Eso me da ganas de disputar la elección."

Este fue el primer pronunciamiento del ex presidente (2003-2010) desde la difusión de una conversación comprometedora de Temer con Joesley Batista, dueño de JBS, el mayor frigorífico de Brasil sobre el cual se inició una investigación que su propietario estaba dispuesto a frenar. En un tramo de la conversación grabada secretamente por Batista, este le confirma a Temer haber concretado un pago de un soborno a el ex presidente de la Cámara de Diputados Eduardo Cunha para que éste mantenga silencio en el caso judicial. El presidente le respondió: "Tem que manter isso, viu?" ("Tienes que mantener eso, ¿OK?").

Ahora, el mandatario es investigado ahora por el Supremo Tribunal Federal (STF) y la Fiscalía lo acusó de "obstrucción a la justicia" para impedir el avance de la operación "Lava Jato", que indaga el pago de sobornos en Petrobras.