Mauricio Macri se prestó a una entrevista televisiva con Baby Etchecopar, pródiga en ideas clasistas, entre los que se destacó una frase: "Hasta el peor planero sueña que su hijo tenga otra vida".

El expresidente dijo estar "muy preocupado por lo que estamos viviendo", pero agregó que era "optimista". Valoró que "Juntos por el Cambio mantiene la unidad", a pesar de que sus propios protagonistas lo desmienten de manera diaria, y fundamentó su exclusión de la carrera presidencial de cara al 2023 justamente en esa falsa premisa.

Aprovechó la oportunidad para repetir alguno de los aforismos ya tradicionales de la derecha liberal: “La democracia necesita de la verdad, así como el populismo necesita de la mentira”.

La pandemia -dijo- "desnudó lo que hace el populismo", y machacó con la imagen del cumpleaños de la Primera dama en Olivos, en julio de 2020, "una joda tremenda".

Más adelante agregó que “si hay mentira entre nosotros, no hay confianza, y no sucede nada en la vida. Imaginate poner una fábrica en un país donde sentís que te la van a robar”, dijo, sin ruborizarse y sin hacer ninguna mención a la fuga de capitales facilitada por su gestión

En otro tramo de la entrevista se refirió a la gestión del programa nacional de vacunación. “No consiguieron las vacunas, nos metieron el cuento de la Patagonia y finalmente tuvieron que ponerse de rodillas, dos años después, para conseguir las mismas vacunas que los chilenos tenían hace tiempo, con 50 mil muertos de más, tal vez, o más. También se vacunaron ellos primero, nos encerraron con el dedito y ellos estaban en Olivos de joda”.

Acerca de las elecciones del 14 de noviembre, criticó que el oficialismo hubiera festejado "la remontada respecto de las PASO". “A ellos les gusta festejar hasta cuando pierden, así que son medio raros", afirmó, sin recordar que la exbonaerense María Eugenia Vidal había declarado de manera expresa que el objetivo de Juntos por el Cambio era arrebatarle al Frente de Todos la presidencia de la Cámara de Diputados, violando una tradición que jamás se quebrantó desd ela recuperación de la democracia.

Respecto de los momentos más duros de la pandemia, el exmandatario se arriesgó a afirmar, ante la complacencia de su entrevistador, que "hubo una cosa muy clara para la gente más humilde: un año y medio en la provincia de Buenos Aires con los chicos fuera del colegio. Ahí se dieron cuenta, dijeron ‘me están cagando. Al no educar a mis hijos me están demostrando que no sólo no me van a sacar a mí nunca del plan, sino que quieren que entre mi hijo también’". 

Para el expresidente de Boca, las clases virtuales fueron parte de una estrategia para distribuir más planes sociales y menos educación: “Hasta el peor planero sueña que su hijo tenga otra vida”. 

En otro pasaje de la entrevista, Macri aludió al derecho de propiedad. "SI alguien tiene un manguito, va y se compra un departamento en otro país. SI te ocupan el terreno, el juez (extranjero) no te pregunta si sos sudaca, mira lo papeles y desaloja. Si vos acá no tenés un contacto, un amigo, se discute a ver si te desalojan o no. Viene un mapuche trucho en el sur, te roba tu casa, la incendia y lo apoya el Estado", dijo el exmandatario, suelto de cuerpo, sin mencionar a su amigo terrateniente Joe Lewis, quien tiene una mansión en el Lago Escondido (donde el exjefe de Gobierno porteño suele descansar), cuyos accesos cerró al público, incumpliendo el fallo judicial que ordena abrirlos.

Macri, quien al asumir la presidencia en 2015 había dicho que quería que lo juzgaran por los índices de pobreza y por la inflación, agregó, por último, que en 2023 “vamos a poder demostrar que hubo un aprendizaje en los cuatro años que estuvimos, que a las buenas cosas que hicimos les vamos a sumar las cosas que no hicimos. Ese dirigente va a saber entender una nueva etapa en Argentina, en la que no simplificaremos nunca más, no vamos a decir ‘esto es una pavada’”.