Brian Castaño volvió a ser el abanderado del boxeo argentino de 2021. El peleador de La Matanza ganó el 14 de febrero en Colorado (Estados Unidos) el título superwelter de la Organización derrotando por puntos en 12 vueltas al brasileño Patrick Teixeira. Y a punto estuvo de lograr las tres coronas restantes. El 17 de julio enfrentó en San Antonio (Texas) al estadounidense Jermell Charlo, campeón del Consejo, la Federación y la Organización y al cabo de 12 rounds intensísimos arribó a un empate que lo terminó perjudicando. 

Castaño es el único campeón mundial de la Argentina. Y cuenta con el favor del poderoso asesor Al Haymon, de su empresa Premier Boxing Champions (que también maneja a Charlo) y de la televisión estadounidense. Por eso, volverá a ser protagonista de grandes peleas en 2022. Hay negociaciones para un desquite con Charlo y para que vaya a Australia a defender su corona ante el invicto Tim Tszyu. En uno y en otro caso, asumirá riesgos altos. Pero Castaño, con 32 años de edad e imbatido en 22 peleas con 20 triunfos (12 antes del límite) y dos empates tiene calidad de sobra para afrontarlos.

En un plano menor, también resaltó a nivel internacional el superliviano bonaerense Jeremías Ponce. Conducido con mano firme y paciente por Alberto Zacarías, fue dos veces a Europa y en ambos casos, definió por fuera de combate. El 12 de junio en Newcastle (Inglaterra), batió por nocaut técnico en el 10º asalto al local Lewis Ritson y el 20 de noviembre en Hamburgo (Alemania), noqueó en dos vueltas al probador venezolano Michel Marcano. Invicto en 29 combates con 20 victorias antes del límite y clasificado primero en las listas de la Federación, Ponce aspira en 2022 a tener una chance con el campeón unificado, el escocés Josh Taylor. Aunque tal vez antes deba dar otro examen en una eliminatoria frente al noqueador puertorriqueño Subriel Matías.

Sergio "Maravilla" Martínez sigue soñando desde España con volver a ser campeón mundial de los medianos. Pero no estuvo tan activo en 2021. Luego de su regreso en 2020 con dos triunfos por fuera de combate ante los mediocres José Miguel Fandiño y Jussi Koivula, este año hizo una sola pelea: el 25 de septiembre venció por puntos en 10 vueltas al inglés Brian Rose y puso en evidencia la distancia que hay entre los sueños y la realidad. El 27 de enero próximo lo anuncian en Madrid ante el ingles Macaulay Mc Gowan. Con 47 años a punto de ser cumplidos, Maravilla todavíacree que puede ganarle al tiempo y a las desconfianzas y que en 2022 tendrá la chance que tanto él anhela ante el cubano Erislandy Lara por la corona de la Asociación. 

Quien perdió lastimosamente el año fue Agustín Gauto. El minimosca de Lanús merodeaba una chance de pelear por el título del mundo que había tenido en 2020 y que se le había esfumado por la pandemia. Pero de repente, decidió cambiar de manager (Marcos Maidana pasó a manejarlo en lugar de Osvaldo Rivero), quedó en medio de una disputa de intereses y sólo pudo hacer una pelea: reapareció recién el 13 de noviembre en Düsseldorf (Alemania) superando por nocaut técnico en un round al impresentable georgiano Jaba Memishishi. Gauto debería apurar el paso en 2022. Está 4º en el ranking de la Organización, 5º en el de la Federación y 7º en el de la Asociación y no debería quedarse con los brazos cruzados.

Por otra parte, empujados por la debilidad del peso y tentados por las bolsas en moneda dura que les ofrecieron, fueron muchos los pugiles argentinos que salieron al exterior a cambiar derrotas por dólares. Ese éxodo de la clase media del boxeo nacional debilitó las carteleras locales que debieron sostenerse con preliminaristas y semifondistas convertidos en fondistas improvisados. Faltó jerarquía en muchas programaciones, no obstante lo cual asomó una promesa: el zurdo riojano de 21 años José Angel Rosa que hizo 11 peleas (fue el boxeador argentino más activo del año) y las ganó todas, nueve de ellas por la vía rápida. Habrá que ver que pasa con él cuando levante su nivel de oposición. Pero tiene la mano muy pesada. 

Pese al nivel apenas discreto del boxeo de entrecasa, Canal Nueve recuperó la actividad para la televisión abierta con un ciclo promovido por Marcos Maidana y otras tres señales (TyC Sports dos veces por semana y ESPN y Direct Tv Sports ocasionalmente) compitieron con suerte diversa. TyC Sports y Osvaldo Rivero reabrieron el Luna Park el 20 de noviembre con un festival frío en el que pese a que abundaron los nocauts, muy lejos estuvo de transmitir la vibración de las grandes noches. Debora Dionicius y Marcela Acuña protagonizaron aquella vez la pelea de fondo. Y fue un reconocimiento a la vigencia del boxeo femenino que reune ocho campeonas mundiales.

La inagotable Yésica Bopp (Asociación) y Evelyn Bermúdez (Federación) mandan en el peso minimosca, Leonela Yúdica (Federación) y Débora Anahí López (Organización) lo hacen en mosca, Micaela Luján (Federación) en supermosca, María Cecilia Román (Federación) en gallo y Daniela Bermúdez (Federación) en supergallo, en tanto que Debora Dionicius (Organización) ostenta un interinato en categoría pluma. El regreso de las damas a la actividad en medio de la pandemia fue más complejo que el de los varones. Pero la televisión igualmente siguió apostando por ellas. Por eso resulta meritorio que hayan podido mantener bien en alto la bandera del boxeo argentino. 2022 debería ser mucho mejor para ellas y para ellos.