Es una muy buena noticia que Edwin Cardona siga jugando en el fútbol argentino, ahora para Racing, y que Juan Fernando Quintero este a punto de regresar desde China para iniciar su segundo ciclo en River. Sin embargo, desde algunos sectores se critica el retorno de los talentosos pero discontinuos enganches colombianos. Se afirma que juegan en un puesto que está en desuso y sin discutirles su calidad, que carecen de la intensidad, el despliegue y el sentido táctico que caracteriza a los mejores mediocampistas del mundo.

No obstante, uno y otro son capaces de hacer lo que muy pocos hacen: a partir de su visión de juego y de la certeza de su pegada son capaces de poner un pase gol en cualquier momento de los partidos, de cambiar una pelota de frente y ponerla en el pecho o en el pie de cualquier compañero y de clavar un remate en un angulo desde media o larga distancia. Cuando todos corren y chocan, Cardona y Quintero piensan  y resuelven a partir de la técnica y el talento. Muchas veces de la mejor manera. Pero no siempre les alcanza.

Porque también es cierto que cuando las musas de la inspiración no los acompañan, los dos colombianos parecen desentenderse del juego. Como si el partido les pasara demasiado lejos y ellos no estuvieran dispuestos a hacer ningun esfuerzo para darle alcance. Esa inexpresividad les ha jugado en contra a ambos. De hecho, Cardona no fue titular indiscutido con ninguno de los técnicos que lo dirigieron en Boca y más de una vez resultó el primer cambio para los mellizos Barros Schelotto, Miguel Angel Russo y Sebastian Battaglia, quienes le demandaron esfuerzos que nunca figuraron en su catálogo personal. 

Quintero tampoco terminó de ganarse la confianza de Marcelo Gallardo en River. "Juanfer" resolvió a pura calidad partidos complicados como la final de Madrid de 2018 y Gallardo se conformó con eso: con media hora a lo sumo en alto nivel. Pero por lo general, sus altibajos le restaron prioridad en la consideración del técnico que sin dejar de reconocerle su calidad, no parece dispuesto a inmolarse en defensa de sus condiciones. Y volverá a darle el mismo lugar que tuvo entre 2018 y 2019.

Eyectado de Boca por algunos comportamientos poco profesionales fuera de los campos de juego, Cardona llega a Racing para aportarle al equipo que ahora conduce Fernando Gago lo que hace rato le viene faltando: generación de juego de mitad de cancha en adelante. Necesitará buenos intérpretes y el respaldo del técnico para no diluirse en la intrascendencia. Por su parte, Quintero retorna a River para aportar el toque de distinción y buen gusto que le dio en su etapa anterior. Más allá de sus luces intermitentes, son dos grandes jugadores los colombianos, cada uno con su estilo. Para quienes vibramos con el fútbol bien pensado y bien jugado, volver a verlos en las canchas argentinas es una muy buena noticia. Aunque haya muchos que piensan todo lo contrario.