Al pensar en juegos RTS (estrategia en tiempo real, por real-time strategy) vienen inmediatamente clásicos como Age of Empires o Starcraft. Pero hay una variante más discreta, aunque no por eso menos adictiva y bella. Es la que encarna la saga Shadow Tactics, más en la línea del veteranísimo Commandos. Y que en su nueva entrega, Shadow Tactics: Blades of the Shogun – Aiko's Choice, lleva a cuatro osados servidores del shogunato japonés a luchar desde las sombras contra una conspiración que amenaza la paz del sol naciente.

Este título de Mimimi Games publicado por Daedalic Entertainment es formalmente una expansión de Shadow Tactics: Blades of the Shogun, pero en la práctica oficia más como secuela. Es que no sólo continúa los acontecimientos y personajes que se narraban en su antecesora, sino que también se puede jugar sin tener instalado el otro.

Siguen Mugen (un samurai), Hayato (un ninja), Takuma (un francotirador avant la lettre), Yuki (una ladrona) y, por supuesto, la kunoichi (ninja, también) Aiko, que toma el centro de la escena en esta entrega, pues la amenaza al Shogun viene de parte de su antigua sensei, confabulada con los portugueses y un oscuro enemigo del shogunato.

► La táctica ninja

Como el juego está ambientado en la época Edo de las dinastías japonesas, la onda va por el lado del sigilo al estilo ninja. Cada protagonista tiene un modo de distraer a los guardias, que van desde el disfraz hasta dejar al descuido una botella de sake por ahí, o incluso mandar a pasear a su mascota entre los desprevenidos enemigos. La pelea no es frontal; y no hay cargas de caballería para calcular ni recursos que recolectar.

En ese sentido, Aiko's Choice está más cerca de ser un juego táctico que uno de estrategia, pero su nivel de exigencia está muy logrado. Las misiones no parecen imposibles, pero tampoco son sencillas y la curva de aprendizaje toma su tiempo. ¿Es mejor dejar ese enemigo caído ahí, para atraer al siguiente guardia? ¿O esconderlo para que nadie dé la alarma? ¿Hay que lograr la misión liquidando guardias en el orden óptimo, como un puzzle, o alcanza dejar fuera de combate a los indispensables para alcanzar más rápido el objetivo?

Aunque se la banca sólo, Aiko's Choice asume que quien lo juega tiene experiencia previa con Shadow Tactics. Hay algunos pergaminos con sugerencias de juego, pero nada de misión de entrenamiento ni tutorial. A curtirse al campo de batalla y aprender por las malas que no, que el modo "shadow" para coordinar acciones entre los personajes no implica poner el juego en pausa.

► Por qué jugar Aiko's Choice

Aunque para los expertos en el género puede pasarse relativamente rápido, los más novatos estarán porfiando -sin dejar el disfrute- unas cuantas horas más para atravesarlo. Y el precio (en Steam a $500) es más que razonable, considerando otras opciones del mercado. Y que no exija tener a su predecesor lo vuelve más accesible aún.

Más allá de su jugabilidad y de ser un excelente exponente de su género, es profundamente importante que la historia que narra está muy bien. Además de desarrollar la lealtad en pugna de Aiko para con su vieja sensei (que deviene rivalidad) y con el Shogun, es su figura la que guía esta aventura. Incluso Mugen, que lideraba la entrega anterior, acá da un paso atrás y deja la batuta en manos de su amada.

No sólo eso: al jugar se puede escuchar (en inglés o japonés) a los personajes charlar sobre su vida, sus dudas, temores y decisiones mientras se infiltran tras las líneas enemigas, pasan a degüello a los samurais rivales y reflexionan sobre el destino de Japón. Cómo se conocieron Mugen y Aiko, cómo recuerda ella sus años como aprendiz de kunoichi, el entusiasmo de Yuko o las viejas historias de Takuma le dan un espesor humano muy logrado a los personajes.

Todo, en conjunto, hace que Shadow Tactics: Blades of the Shogun - Aiko's Choice sea un videojuego que paradójicamente llama la atención por su propuesta: jugar a pasar desapercibidos.