La entidad que nuclea a físicos argentinos de distintos centros de investigación dio a conocer una carta abierta al titular de la Dirección de Cultura y Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, para señalar su “preocupación” por el hecho de que el organismo buscó “el asesoramiento de un experto en ‘mística cuántica’” para una capacitación a capacitadores de docentes. La convocatoria al indio Amit Goswami (ver aparte) y “las declaraciones de las autoridades (que pueden verse en el video oficial del evento) no pueden dejar de llamar la atención y generan inquietud”, señaló el texto firmado por las autoridades de la Asociación Física Argentina (AFA). La carta fue enviada a Finocchiaro el 8 de mayo, pero al menos hasta ayer ninguna autoridad del área se había contactado con AFA, informó a este diario el físico Gustavo Monti, director de la entidad. “Uno esperaría que al menos nos contesten por qué se busca una personalidad que puede ser controvertida, y además del extranjero, si quieren docentes e investigadores. Hay tanta gente capacitada en Argentina para formar docentes en esas áreas, gente que ha estudiado muchísimo, que no se entiende. Eso le hace mucho ruido a uno”, explicó el científico, que además es Secretario de Ciencia y Técnica de la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación, de la Universidad Nacional de Córdoba, y Vicedirector del Instituto de Física “Enrique Gaviola”, del Conicet.

En la carta, los físicos que integran la AFA señalaron que “el culto de la ‘mística cuántica’ predicado por Goswami distorsiona la física cuántica transformándola en la base de un manual de  autoayuda”. La base de las afirmaciones de Goswami es un razonamiento falaz en el que afirma que “dado que la observación afecta al objeto observado, podemos, como observadores, elegir el mundo en el que queremos vivir. Para hacerlo, según Goswami, deberíamos enfocar la energía de nuestra mente para hacer la observación adecuada. De ese modo, nuestra mente podría controlar el mundo material en el que vivimos”, señalaron los físicos argentinos, quienes añadieron que, de acuerdo con esa lógica falaz, “para transformar el mundo, sólo debemos ‘observarlo’ de la manera adecuada”. Los  investigadores fueron lapidarios: “Esto no es más que un conjunto de afirmaciones desprovistas de todo rigor científico y que nada tienen que ver con la física cuántica. Son un auténtico despropósito que no resiste el menor análisis científico”.

Amit Goswami lideró una capacitación en La Plata el 22 de marzo, el mismo día que cientos de miles de docentes se manifestaban en la Marcha Federal Educativa. La reunión, señaló el área bonaerense en un comunicado oficial, buscaba que “los educadores reciban nuevas herramientas creativas e innovadoras para formar docentes”. En un video que el área de Educación bonaerense subió a su canal oficial de YouTube, el subsecretario de Educación, Sergio Siciliano, definió como un “honor” la presencia de Goswami, al tiempo que la responsable de la Dirección de Formación Continua, Liliana Ochoa, detalló que, durante el encuentro oficial, el indio ayudó a construir “estrategias de transformación y de crecimiento personal para el fortalecimiento de los equipos de trabajo”. 

Los científicos advirtieron que al momento de escribir la carta abierta no era su intención debatir con “comunidades que profesan distintas creencias místicas o religiosas”. Esas “líneas nunca habrían sido escritas, de no ser por el hecho de que este ‘místico cuántico’ ha asesorado a las autoridades encargadas de mejorar la calidad en nuestras escuelas”, observaron. Porque eso sí sucedió, escribieron, su objetivo era “desenmascarar a quienes, como Goswami, afirman ser capaces de ‘demostrar científicamente’ la validez de su credo. Esto no solamente es falso, sino que típicamente, encubre la intención de ganar prestigio sobre la base de utilizar un discurso ‘críptico’ que nadie comprende. Quien escucha la palabra ‘cuántica’, probablemente crea que se encuentra frente a alguien ‘que sabe’, cuando en realidad, puede encontrarse frente a un impostor. Pretender convalidar un conjunto de creencias místicas, sobre la base del conocimiento acumulado en una rama de las ciencias naturales (la física cuántica, en este caso), es un recurso deshonesto y engañoso”.

En conversación con este diario, Monti explicó que el área de física cuántica tiene un desarrollo fuerte en Argentina, y que hay especialistas reconocidos, como Juan Pablo Paz, de la UBA. Para validar la invitación a Goswami, recordó Monti, las autoridades bonaerenses señalaron que “era candidato al Nobel de la Paz, aunque la lista para eso es larga y no son todos expertos en física cuántica”. “Lo raro fue que se buscara una personalidad así  y que se hablara de dar motivación a los docentes.  No queda claro que sea formación. Por ahí es coherente, pero no es formación”, objetó Monti, quien recordó que la entidad que preside, en tanto asociación científica, suele tener vínculo fluido con el ministerio de Ciencia y Técnica.

La carta señaló también que “la mística cuántica es sin duda una impostura intelectual”. “Lamentamos el incidente protagonizado por las autoridades de la provincia de Buenos Aires, que le dieron a este personaje una trascendencia incomprensible. La comunidad física argentina interactúa continuamente con el sistema educativo y cuenta con muchos expertos en física cuántica. Sin dudas, las autoridades encontrarían en el ámbito de nuestras universidades, de los institutos del Conicet o de la Comisión Nacional de Energía Atómica, por ejemplo, un gran número de colegas dispuestos a colaborar con ellos. Pero para eso, sería necesario un ámbito de trabajo serio, que deje de lado creencias pseudocientíficas, que como la ‘mística cuántica’ trata de creencias irracionales que deberían estar alejadas de nuestras escuelas”, indicó la AFA.