Los socios de la Cooperativa Sancor aprobaron de forma unánime la conformación del fideicomiso Sancor Capital junto con un grupo empresario que tiene como objetivo que la firma láctea incremente su producción, recupere posiciones en el mercado y pague su pasivo. La asamblea extraordinaria se realizó en Sunchales, donde está la sede central de Sancor. Los delegados y el Consejo Directivo aprobaron el contrato de fideicomiso que se había firmado a mediados de diciembre pasado. En lo formal ya están dados todos los pasos, pero falta que aparezca el financiamiento que la cooperativa láctea requiere, básicamente para capital de trabajo.

Según lo que trascendió, el fideicomiso se conformó con 80% por parte del grupo inversor y 20% la cooperativa, que pone cinco plantas industriales, logística y centros de distribución.

El grupo empresario está constituido por José Urtubey (Celulosa Argentina), Marcelo Figueiras (Laboratorio Richmond), Gustavo Scaglione (La Capital de Rosario y Televisión Litoral, entre otras), el abogado rosarino Leandro Salvatierra y Jorge Estévez, conocido en el sector como un especialista en el tema.

Atilra, el gremio de los trabajadores de la industria Lechera, reflejó el acuerdo y el acompañamiento a la etapa que "se inicia bajo la conducción de un Directorio del Fideicomiso integrado por representantes de ambas partes, incluyendo un director designado por Atilra", aunque en el comunicado aclaró que el gremio "no integra el fideicomiso", es decir no es accionista. Habrá un director de Sancor, otro de Atilra y los cinco restantes los pondrá el grupo empresario.

El poderoso sindicato lechero afirmó que Sancor Capital "apunta a establecer un fondo a partir del cual expandir la producción y facturación de la cooperativa. El proyecto suma a un grupo de empresarios no necesariamente vinculados con la industria lechera pero dispuestos a invertir en ella (con el respaldo financiero del Banco Nación) y cuenta con la aprobación y aval de los socios tamberos de la Cooperativa". 

El paso siguiente es que aparezca el financiamiento. Todo indica que el apalancamiento que aportará el grupo empresario será a través de dinero que prestará el Banco Nación. En noviembre, el director del Banco Nación y el ministro de Producción Matías Kulfas recibieron al Consejo Directivo de Sancor y a los potenciales inversores.

La posibilidad de que el Nación aporte el financiamiento que hace tiempo Sancor necesita para despegar, se viene hablando hace mucho tiempo. Era incluso una de las apuestas del fallecido director del Inaes Mario Cafiero, pero nunca se concretó. Finalmente parece todo encaminado para que los fondos fluyan en los próximos meses a través de los empresarios privados y que no vaya directo a la cooperativa sino al fondo fiduciario.

Sancor mantiene una situación económica y financiera estable desde 2017, a partir de un profundo proceso de reestructuración operativa, financiera y societaria que le permitió mantener en pie sus operaciones productivas y comerciales. Se quedó con seis plantas industriales propias –en la práctica la de San Guillermo está paralizada– se procesan diariamente 650 mil litros de leche que son distribuidos y comercializados en todo el territorio nacional y en países limítrofes. La dotación de personal es de 1700 empleados y la materia prima es provista por productores asociados y por terceros a quienes se les adquiere la producción.

El tema es que si bien la Cooperativa mantiene sus operaciones, está urgida de aumentar en el corto plazo el volumen de procesamiento de leche para evitar sobresaltos y dudas sobre sus posibilidades de salir adelante. Para eso requiere una inyección de fondos para capital de trabajo, lo que le daría capacidad económica para comprar mayores volúmenes de leche cruda en el mercado y procesarla.

El tema es que con la actual capacidad instalada y la dimensión de Sancor, 650 mil litros de leche diarios es poco. Según el plan elaborado por el Consejo Directivo, la cooperativa debe procesar el doble de ese volumen como mínimo y pensar como próximo escalón 1,5 millón de litros por día. Ese objetivo es el que se pretende alcanzar a través del fideicomiso.

Según lo que trascendió hasta aquí, el fideicomiso está planteado por un período de 15 años o hasta que se enderece la situación de la compañía. Si se mantiene el lapso de 15 años, en los primeros cinco la cooperativa se llevará el 100% de las utilidades netas generadas. Luego, entre el sexto, séptimo y octavo año pasaría a quedarse con el 50% y del noveno año en adelante se quedaría con el 20% y el resto va a manos de los privados.