Demasiadas coincidencias en el reino de la mesa judicial del macrismo y todas ellas conducen a un lugar común: la Casa Rosada, y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI). A medida que se conocen más elementos queda claro que el encuentro de la "Gestapo antisindical" donde se planificó el armado de causas contra dirigentes gremiales es sólo la punta del ovillo. 

Los hombres de la exSide que tuvieron un papel central en aquella reunión en el Banco Provincia con funcionarios bonaerenses y empresarios, aparecieron en fechas reveladoras en la casa de gobierno

No sólo conectan con la acusación y la detención del dirigente de la UOCRA Juan Pablo "Pata" Medina, expresamente mencionado en aquel encuentro, sino con la ofensiva contra Hugo y Pablo Moyano. El exdirector de Asuntos Jurídicos, Juan Sebastián De Stéfano, estuvo allí dos veces que coinciden con su irrupción en el despacho del juez Luis Carzoglio para indicarle la detención de los Moyano, hasta con la orden impresa. También son llamativas las visitas de algunos participantes del cónclave en el Bapro: a las ya conocidas del exministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas se suman, en fechas sugestivas, las de Roberto Gigante, exministro de Infraestructura. El cuadro se completa con un cotejo de los ingresos a la AFI, que el organismo entregó el viernes al juez Ernesto Kreplak. 

El gobierno de Macri: los servicios al poder

El cruce de datos de ingresos a la Casa Rosada, a la AFI y los movimientos de la mesa judicial, ofrecen una pintura categórica de la relevancia que el gobierno de Mauricio Macri le dio al armado de expedientes no sólo contra sindicalistas sino, políticos, jueces y cualquiera que se opusiera en algo a su línea. Muestra, a la vez, el uso de operaciones de inteligencia ilegal, siempre en sociedad sectores judiciales y con los grandes medios. 

El video de la reunión en el séptimo piso del Bapro, el 15 de junio de 2017, es lo más explícito que se ha visto de aquella política. La filmación, todo indica, fue hecha por la AFI, con cámaras colocadas para esa ocasión. Fue hallado en exSide y entregado a la justicia. Se abrió una causa en la que están imputados todos los presentes: Villegas, su exsubsecretario de Justicia Adrián Grassi, Gigante, el intendente Julio Garro, el senador Juan Pablo Allan, los empresarios y los tres exintegrantes de la AFI: De Stéfano, el exjefe de gabinete Darío Biorci, y el exdirector operacional de Contrainteligencia, Diego Dalmau Pereyra. La investigación alcanza a la exgobernadora María Eugenia Vidal. 

La actual diputada y el exministro de Trabajo quisieron instalar que fue "una reunión de trabajo"  y que los exAFI deberían dar explicaciones. Villegas presentó un escrito diciendo ser "víctima" y que nadie conocía a los agentes. El golpe más fuerte a ese planteo surgió el viernes cuando la AFI entregó la lista que muestra que Villegas, Grassi y Garro iban allí. También lo hacían otros exfuncionarios vinculados: el exministro de Justicia de la provincia, Gustavo Ferrari y el exministro de trabajo Nacional, Jorge Triaca. El cotejo con las visitas a la Rosada permite apreciar los tentáculos de la mesa judicial.  

Visitas de De Stéfano

Hasta ahora se conocía que Dalmau Pereyra había estado en Rosada el 13 de junio de 2017, dos días antes de la reunión en el Bapro, y uno previo a la colocación de las cámaras. Tenía un cargo estratégico y entre muchas cosas de él dependía él area que hacía "cableados" con cámaras y micrófonos. Es la única visita por lo pronto registrada. Dalmau recibió en la AFI a Grassi y a Villegas al mes siguiente. Ferrari, jefe de Grassi, fue a ver al extitular del organismo, Gustavo Arribas once días después de la mesa en el Bapro, y volvió cuatro veces más. También vio a la exnúmero dos, Silvia Majdalani. 

De Stéfano tampoco aparecía con asiduidad en la casa de gobierno, pero fue en una fecha clave de un caso con línea directa con la estrategia de armado de causas que se explicitó en el Bapro. Tiene dos entradas en el gobierno de Cambiemos. Ambas en agosto de 2018: el 14 y el 21. En la primera coincidió con el exministro de Justicia y Seguridad porteño Martín Ocampo, con quien comparte la cercanía con Daniel Angelici. La segunda vez fue a la Secretaría Legal y Técnica que comandaba Pablo Clusellas, del elenco estable de la mesa judicial nacional junto con el fugado Fabián "Pepín" Rodríguez Simón. 

La presión para detener a Moyano

El 31 de agosto el propio De Stéfano fue a ver al juez Carzoglio para decirle que debía detener a Hugo y Pablo Moyano por indicación de Macri. Fue con el encargado de finanzas de la AFI, Fernando Di Pasquale, lo que explicaría que le hayan preguntado al magistrado "¿Usted que quiere?" Luego le enviaron un borrador con la orden de detención ya redactada e indicaciones de allanamientos a Camioneros. Antes, el 10 de agosto, Carzoglio había recibido un mensaje a través de un fiscal: Macri quería verlo. 

Carzoglio hizo público el episodio de los exagentes, que ganó dimensión a medida que se conoció el papel de De Stéfano en la trama de megaespionaje que se investigó en Lomas de Zamora y pasó a Comodoro Py. Ahora la Cámara Federal le dio una falta de mérito con la teoría de los espías cuentapropistas. Dalmau Pereyra, en cambio, quedó procesado. 

Carzoglio se negó a detener a los Moyano y le iniciaron un juicio político por el cual fue suspendido y sigue en trámite. La denuncia penal que él presentó fue cerrada sin que siquiera lo llamaran a testimoniar. Arribas y Majdalani admitieron la visita con el insólito argumento de que sólo querían prevenir consecuencias de la supuesta detención. 

La AFI hasta mandó a montar el cableado en el penal de Melchor Romero para cuando llegasen los Moyano. Como informó Página/12, había un intermediario entre el gobierno de Vidal y la exSide: el entonces subsecretario de Política Penitenciaria Juan José Baric, actual juez federal de La Pampa, que visitó la AFI en una fecha que encaja en en el rompecabezas: el 6 de agosto de 2018. A los dos días se cableó la unidad. 

De Stéfano fue uno de los impulsores de ideas para provocar a los sindicalistas y generarles causas en la mesa donde Villegas dijo que deseaba una Gestapo para "terminar con los gremios". En su despacho en la AFI recibió al exsubsecretario de Justicia de Vidal, Grassi, el 2 de enero de 2018. Podría haber más encuentros. 

Más presencias llamativas

Es razonable que a la Casa Rosada asistan ministros del gabinete nacional, pero es atípica la presencia de los provinciales. Villegas, se supo esta semana, había estado allí en dos fechas claves: una, el 4 de mayo de 2017, un mes antes del encuentro filmado. Llegó casi a la par de Arribas, ambos a ver Macri. El 9 de ese mes la AFI comenzó a emitir partes sobre el "Pata" Medina. El 23 de mayo coincidieron Arribas y Vidal. Villegas volvió el 24 de agosto, con Vidal. El 25, el exministro le entregó a la justicia las notas de los empresarios contra sindicalistas, hechas con las instrucciones dadas en el Bapro. 

Un dato novedoso es que otro de los hombres reunidos en el Bapro, el exministro Gigante, asistía con gran frecuencia a la casa de gobierno. Solo antes de ese encuentro había entrado 29 veces. La visita más próxima fue el 5 de junio. Una de las más notables fue el 19 de enero de 2016. Llegó a las 9.53, junto con otro nombre que sobrevuela la mesa judicial: el procurador bonaerense Julio Conte Grand, denunciado en una causa conexa por Alberto Pérez,  exjefe de gabinete de Daniel Scioli. Un minuto después, arribaba el exministro Ferrari, rumbo al mismo despacho, el de Clusellas. Ferrari, que solo entre mayo y diciembre de 2017 registró cinco visitas a las autoridades de la AFI (vale recordar que falta el libro de ingresos al quinto piso, donde estaba la oficina de Arribas), también iba con frecuencia a la Rosada. Tiene al menos 15 entradas. Dos veces va con Vidal. Tres coincide con Patricia Bullrich y otros ministros. 

La primera mención en la causa Gestapo para investigar a Macri apareció el jueves en la ratificación de la denuncia del abogado Martín de Vargas, que también apunta a Vidal.