“La Conquista” es un proyecto artístico que nació hace dos años y medio, en el Bar Bolivia, en una reunión entre Liliana Maresca, Marcia Schvartz y Elba Bairon. La idea fue trabajar desde el arte alrededor del tema del [llamado] descubrimiento de América, aprovechando y adelantándose a la conmemoración del Quinto Centenario de aquel proceso histórico. Para esto se juntaron cuarenta artistas que comenzaron a buscar financiamiento para construir las obras. Pero, a pesar de las promesas, el dinero nunca llegó y tuvieron que arreglárselas solos.

“La Conquista”, por el empecinamiento de sus integrantes, terminó siendo una muestra multimedia que involucra pintura, escultura, fotografía, video, dibujo, instalaciones, ambientaciones, pero también teatro, danza y música, completamente genuina.

Se propone como un modo alternativo de conocimiento, que opera con la lógica del arte, es decir, con otra lógica, que no deja de lado los aspectos ideológicos, políticos, históricos, sociales o económicos, ya que los incorpora y los excede. La razón primera, es la razón artística.

Los artistas participantes son Juan Astica, Elba Bairon, Sergio Bazán, Anahí Cáceres, Omar Estela, Guadalupe Fernández, Roberto Fernández, Diego Fontanet, Luis Freisztav, Daniel García, José Garófalo, José Luis Gestro, Norberto Gómez, Gabriel González Suárez, Mariela Govea, Varinia Gruner, Jorge Gumier Maier, Alberto Heredia, Eduardo Iglesias Brickles, Martín Kovensky, Alejandro Kuropatwa, Juan Manuel Lima, Marcos López, Liliana Maresca, Adriana Miranda, Daniel Ontiveros, Pablo Páez, Duilio Pierri, Jorge Pistocchi, Marcelo Pombo, Alfredo Portillos, Salvador Quintero, Juan Pablo Renzi, Res, Tulio de Sagastizábal, Omar Schiliro, Marcia Schvartz, Oscar Smoje, Eduardo Stupía y María Inés Tapia Vera. 

Liliana Maresca en su obra establece relaciones geométricas y matemáticas con la historia y con el mito de El Dorado. Construyó una pirámide truncada de 5,60 metros de base que se convierte en un elocuente lingote rojo, para comparar, en una brutal ecuación, los centímetros cúbicos de sangre de indio derramada, con los kilos de oro obtenidos por los españoles. El “lingote” sostiene dos figuras antagónicas, la tierra redonda y cuadrada, un trono que alude al poder y una computadora que como un nuevo ‘espejito’, imprime datos sobre la muestra y estadísticas de muertes y robos ancestrales. […]

Juan Pablo Renzi elige a Colón y sus viajes como el inicio simbólico de la modernidad. Pero el artista trabaja, sin embargo, alrededor de la cosmovisión premoderna del mundo en su obra: un mundo en el que la superficie de la Tierra es plana y sus mares se extienden hasta caerse por los bordes, o hasta los infiernos. Un mundo en el que todavía los aborígenes americanos no habían recibido la visita del nuevo orden científico. Para el destino de los indios, la ciencia europea resultó una catástrofe. […]

Norberto Gómez diseñó una enorme arma -una maza que excede lo manuable-, para convertirla en símbolo de cómo una cultura se desploma sobre otra.

Luis Freisztav [El “Búlgaro”] exhibe monos esculpidos y moldeados portando baratijas, como la salvaje naturaleza triunfante, que guarda y defiende sus trofeos: lo mismo da un espejito, una botella, un ladrillo, un crucifijo. Esos mismos monos también son la medida de la furia, de la imagen que el ‘visitante’ quizás haya tenido de los nativos. […]

Alfredo Portillos y Anahí Cáceres trabajaron sobre el Quipu, que era el diario, la memoria, el libro de cuentas y de narraciones que tenían los incas. Consistía en un sistema de signos absolutamente extraño hoy -gracias a la Conquista-, mediante el cual, en una serie de cuerdas y ligaduras anudadas, los aborígenes conservaban sus memorias. El significado dependía de las longitudes, los nudos, los colores, las texturas -era una lectura sensual- y del grosor de las cuerdas. […]

Eduardo Iglesias Brickles, Jorge Pistocchi y María Inés Tapia Vera convierten su espacio en una sala para la proyección de videos aportados por videastas convocados a través del centro Canal Zero. Por medio de este centro, se compilan cintas basadas en el tema de la conquista de América y sus consecuencias y prolongaciones actuales. […]

Las fotos que exhibe Alejandro Kuropatwa, con un mecanismo de selección que puede encontrarse en los souvenires turísticos, son el resultado de un tour por el Norte argentino. El fotógrafo no busca a las personas, que cambian, sino al paisaje, que lo hace de un modo imperceptible. […]

Jorge Gumier Maier presenta cuadros que toman algo de las artes “menores” latinoamericanas y fuera de toda pauta cronológica: tanto le da la tejeduría o la alfarería prehispánicas como la artesanía colonial criolla y mestiza. Entre lo pre y lo post colombino hay diferencias y semejanzas que Gumier retoma como un flujo que atraviesa la historia.

En la obra que exhibe Omar Schiliro hay una doble evocación. Por un lado tiene parentesco con las baratijas que venden en los lugares públicos los expulsados de la economía oficial. Por otro lado hay un falso refinamiento, mezcla de bijouterie y bricolage, con el que el artista disfraza piedras, plásticos y caireles, en puntas de flecha o en objetos fetiche. Los fabricantes de joyas y objetos suntuosos ignoran con impecable claridad el tipo de apropiaciones a que serán sometidos sus finos diseños en manos de la inventiva popular.

La muestra está curada por los propios artistas. El catálogo cuenta con diseño de Gumier Maier y textos de quien firma estas líneas.

* Fragmentos editados de lo publicado en este diario en diciembre de 1991. La exposición original La Conquista fue llevada a cabo entre diciembre de 1991 y marzo de 1992, en el Centro Cultural Recoleta dirigido por Miguel Briante. La actual muestra “La Conquista XXI”, dedicada a la memoria de Jorge Gumier Maier (1953-2021), cuenta con imágenes de Marcos López, RES y Adriana Miranda y piezas del archivo de Liliana Maresca (1951-1994). Desde una interpretación presente revisita a través de fotos, videos y documentos la acción colectiva concebida como respuesta artística y crítica del Quinto Centenario de la Conquista. La muestra, que reabre hoy en Rolf Art, Esmeralda 1353, sigue hasta el 11 de marzo, con entrada libre y gratuita.