Las dudas sobre los NFT se tornan cada vez más una certeza: se trata de una burbuja inflada muy por encima de su potencial real. Los Non Fungible Tokens, sobre los que ya se habló en detalle en este suplemento, son registros que se realizan en blockchain para determinar que alguien es "propietario" de un bien digital, desde una obra de arte hasta una jugada de básquet grabada. Sin embargo, lo que parecía una solución para simular la escasez de bienes digitales de fácil copia se transformó en un esquema para captar los ahorros de quienes quieren hacerse ricos en poco tiempo. Chainalysis, un medio especializado, encontró evidencia sobre uno de los mecanismos que permiten inflar los precios de manera artificial.

Everydays-The first 5000 days

La gran noticia que posicionó a los NFT en el imaginario social fue la venta, por 69 millones de dólares, de la obra “Everydays-The first 5000 days”, una combinación de fotos tomadas diariamente a lo largo de trece años por el artista Mike Winkelmann, conocido como Beeple, en una subasta en Christie’s. La obra, una suerte de collage digital, está disponible en Internet y se puede copiar, imprimir o compartir con amigos. Es más: ni siquiera quien compró el NFT puede cobrar regalías por él. ¿Qué es lo que compró? Podría decirse que, más que la obra, el comprador se quedó con el "registro digital" de la obra. En la cadena de bloques ni siquiera está la pieza en cuestión sino un link que, como tal, es susceptible de caerse temporal o definitivamente.

¿Cuánto dinero mueve el mercado de los NFT?

Gracias a este y otros casos que rebotaron por medios encandilados con la verde cifra millonaria, el mercado de los NFT pasó de 106 millones de dólares en 2021 a 44.200 millones en 2022 incluyendo en las estadísticas solo los tipos de contratos más populares, según el informe de Chainalisys. En medio del boom muchos no quisieron perder el tren y se subieron rápidamente. Sin embargo, la realidad está demostrando que hay muy poca sustancia en esta nueva fantasía del capital tecnofinanciero.

¿Cuáles son sus riesgos?

Los problemas de los NFT son múltiples y solo son opacados por el deslumbramiento que producen cifras millonarias promocionadas al voleo. Por ejemplo, ocurre con frecuencia que alguien copia obras digitales de otros en cantidad y las ofrece en los mercados de NFT sin pedir permiso. Un reciente informe de uno de los principales sitios de venta de NFT, OpenSea, aseguró que el 80 por ciento de los NFT creados con sus herramientas son falsos o robados. Es como si alguien hiciera copias de una casa y las vendiera como propias en Internet.

A esto se suma evidencia reciente sobre los mecanismos utilizados para inflar artificialmente los precios de los NFT. El mencionado informe de Chainalysis detectó varios casos en los que billeteras conectadas entre sí y, probablemente, pertenecientes a la misma persona, se compran alternadamente la misma obra por un precio creciente para dar la sensación de que hay una demanda real por ella y que el precio está subiendo.

El fenómeno es conocido como "Wash trading" (algo así como "lavado de intercambios") y está prohibido, por ejemplo, en el mercado bursátil. En el novedoso y anárquico mundo de los NFT nada de eso ocurre y la expectativa es seducir incautos que puedan tentarse con las promesas de dinero fácil. Hay obras que fueron compradas hasta 25 veces, ida y vuelta, por el mismo puñado de billeteras virtuales.

Una de las cuentas analizadas, por ejemplo, hizo 830 ventas a billeteras a las que había transferido criptomonedas previamente: es decir que les daba el dinero necesario para comprarle los NFT que ofrecía y así inflar el precio artificialmente. Según el informe, estos son los casos más obvios, pero es posible imaginar que otros especuladores fueron algo más cuidadosos y lo detectado es solo la punta del iceberg.

Comisiones

El problema es que en cada transacción hay comisiones que se van acumulando. Según Chainalysis, de las 262 cuentas detectadas con compras autofinanciadas más de veinticinco veces, 110 lograron ventas genuinas a terceros capaces de cubrir los costos de comisiones y dejar una ganancia por casi nueve millones de dólares. Las otras 152 billeteras, en cambio, generaron pérdidas en comisiones por casi medio millón: en esos casos la carnada se perdió sin pescar incautos. Cabe aclarar que estas transacciones no se hicieron en dólares sino en ETH, la criptomoneda de Ethereum, también bastante volátil.

Incluso hay algunas evidencias de que la compra misma de la obra de Beeple que tanto revuelo generó es en realidad algo concertado internamente con cierta complicidad del artista, quien de esa manera logró hacerse un espacio en el ámbito tecno-artístico-financiero.

Los NFT combinan toda la complejidad del mundo financiero con la del mundo tecnológico para producir algo prácticamente inentendible que termina transformándose en una apuesta. Y en esa apuesta solo queda tener fe o creer que siempre habrá alguien más incauto.

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