La participación de Juan Martín Del Potro la semana pasada en el Argentina Open, en su reaparición en una cancha de tenis tras 965 días de ausencia, dejó dos sentencias absolutas. Por un lado, después de dos años y medio sin jugar y cuatro cirugías en la rodilla derecha, su físico no está en condiciones para el alto rendimiento. Mucho menos para la elite de la elite a la que pertenece. Por el otro, lo más importante: Del Potro no se retiró y, ante las consultas, lo dejó muy claro.

“No descarto seguir consultando médicos hasta que tal vez alguno me diga: 'Tu problema pasa por otro lado’, como sucedió con (Andy) Murray, que pudo volver a jugar, o con Pablo Andújar, que es mi amigo y tuvo cinco operaciones, o muchos otros tenistas que han pasado por esto. Un día las cosas cambian y todo pasa a ser para mejor”, se esperanzó el ex número tres del mundo con la intención de mantener abierta la puerta para un último milagro.

En ese sentido el tandilense no perdió tiempo. Después de su noche de gratitud en el Argentina Open, cuyo estadio principal estuvo desbordado por cinco mil personas que le brindaron el cariño que necesitaba, pasó unos días en Miami y esta semana recaló en Suiza, acaso en una reminiscencia de la tercera de las cuatro cirugías que encaró entre 2019 y 2021.

En agosto de 2020, después de haber atravesado las primeras dos operaciones, el jugador de 33 años pasó por el quirófano por tercera vez en Berna, Suiza, con el prestigioso Roland Biedert, el médico de extrema confianza de Roger Federer. Aquel plan suizo no arrojó los resultados esperados y, en marzo del año pasado, hubo un cuarto intento en Chicago, con el cirujano tucumano Jorge Chahla.

Por estas horas Del Potro volvió a Suiza, aunque esta vez se encuentra en Muttenz, una pequeña ciudad de alrededor de 20 mil habitantes, apenas ocho kilómetros al este de Basilea. En esa localidad desconocida se encuentra la clínica Rennbahnklinik, uno de los centros de rehabilitación deportiva más valiosos del mundo, donde suelen atenderse, por caso, el equipo olímpico suizo y el plantel profesional de Basel, el equipo de la Super Liga suiza de fútbol. Allí mismo el tandilense ya inició por estos días un nuevo tratamiento, diferente de todos los anteriores, que incluyeron métodos conservadores y ensayos con células madre. Como bien expresó, no se rendirá: sigue con los intentos por curar su rodilla, esta vez con otro tipo de alternativa, aunque ya no sentirá la presión urgente de volver.

Por las entrañas de la clínica Rennbahnklinik, que celebró nada menos que 40 años de trayectoria, pasó una infinidad de deportistas, entre ellos varios de los mejores tenistas del mundo. El número uno Novak Djokovic se operó el codo derecho en 2018, en una cirugía secreta que fue anunciada una vez terminada. El griego Stefanos Tsitsipas, 4° del ranking, entró al quirófano en noviembre de 2021, también por su codo derecho, y aparece en la primera imagen que se puede observar tras abrir el sitio web del establecimiento.

También estuvo allí el español Pablo Andújar, de 36 años y actual 74° del mundo, quien debió afrontar cinco cirugías en el codo derecho entre 2015 y 2018 para volver a las canchas con continuidad. El ganador de cuatro títulos de ATP, "amigo" según las propias palabras de Delpo, pudo haber sido el puente perfecto para la concreción de la nueva visita del tandilense a territorio suizo. La mención de su nombre por parte del astro argentino, que mide cada palabra que dice de manera pública, parece no haber sido para nada azarosa. La nueva búsqueda de Del Potro está en marcha. ¿Habrá espacio para otro milagro?

[email protected]