"A la salida de la función del Gaumont, una señora se puso a hablar con (la actriz) Bárbara Peters. A la señora la película le interesó, y preguntaba: "Allá (en Rosario), cuando alguien roba, ¿la gente te defiende? Porque acá no te ayuda nadie, te roban y nadie se mete". Yo escucho que Bárbara le responde: "Pero nosotros no estamos defendiendo a los que hicieron eso; son linchadores, son asesinos". "Ahhh, para ustedes son asesinos...", dijo la señora y se metió a ver la próxima película. Viste cómo cada uno ve lo que quiere ver, eso es siempre interesante en cualquier película. Creo que cuando la estrenemos va a ser controvertida". La anécdota la recopila Claudio Perrin, a partir de la proyección de Umbral, su película más reciente.

El film fue exhibido hace dos semanas en Buenos Aires, en el marco de Construir Cine, Festival Internacional de Cine sobre el Trabajo, organizado por Construir TV y auspiciado por Uocra. En la Categoría Largometraje Ficción, Umbral se alzó con el tercer premio, e inicia un derrotero que le significará, seguramente, más reconocimientos. Así como sucediera con Bronce, la paradigmática producción previa de Perrin y equipo, con distinciones repartidas entre festivales locales e internacionales.

¿Cuándo podrá Umbral verse en Rosario? La respuesta está en la fecha, dilatada, en la que abra otra vez las puertas el Cine El Cairo, sometido a un largo proceso de refacción. "Quiero que se estrene en El Cairo por una cuestión de calidad técnica, es muy fiable la proyección. Ojalá sea lo antes posible. Ahora, en vez de tener la película sin terminar, ¡la tengo terminada y no tengo lugar!", ríe el cineasta en diálogo con Rosario/12.

Con las actuaciones de Claudia Schujman, Miguel Bosco, Gustavo Guirado, Bárbara Peters y Tito Gómez, Umbral recrea, desde una poética desesperada, un sentir lúgubre, de abismo compartido. El protagonista es un grupo, encerrado en una casa durante una noche. Afuera, las sirenas y el vocerío dan cuenta de lo sucedido. El hecho está relacionado, en tanto disparador estético y moral, con el linchamiento del que fuera víctima David Moreira. "A partir del caso de David Moreira y toda la conmoción social que produjo, la sociedad se encontró dividida entre quienes se pronunciaban a favor (los más eufóricos y desbocados), y quienes no apoyaban esos desmadres, en silencio o casi en voz baja, porque creo que sentían que los había apabullado o sobrepasado la intolerancia, los gritos de los envalentonados y creyentes de poseer la verdad y la corrección social", explica Perrin.

"Durante unas cuantas semanas las opiniones de los 'salvajes correctos' inundaron los medios, llenaron las mentalidades e incentivaron a los que no se animaban a dar ese paso --amplía el director--. Fueron días muy perturbadores. Como abjurando ese estado de cosas, me fui a dormir como podrían dormir esa noche los que hicieron semejante acto cruel, como seres que se piensan normales, decentes, trabajadores, que pueden estar esperando el colectivo a la mañana, al lado nuestro, y ser potenciales asesinos. Esa idea me quedó durante días dando vueltas, y así empecé a darle forma al guión de Umbral".

El estreno en Buenos Aires es un primer escalón, nada menor, ya que se trata de una sala mítica. De cara al premio obtenido, Perrin apunta: "Es el primer festival en el que Umbral participa y ganar un premio es un incentivo. Estuvimos en competencia con películas españolas, francesas, que contaban con cierta financiación, mucho más importante que la que pudimos tener nosotros (Umbral se financió a partir de la práctica del crowdfunding). En cierta manera fue un aliciente también, ya que salimos terceros en una categoría donde fuimos la única película argentina premiada". Efectivamente, primer y segundo premio fueron para Under Construction de Rubayiat Hossain (Bangladesh), y Foro Intimo de Ricardo Mehedff (Brasil).

"Al charlar con quienes han visto la película, todos hablaron bastante bien, aludieron al clima claustrofóbico, angustiante. Esas eran nuestras intenciones, estamos contentos porque lo que queríamos que se viera quedó reflejado, ante espectadores que no sabían nada de la historia. Uno de los técnicos del festival estaba copadísimo, me hablaba de los climas sonoros, de lo original que le resultó encerrar a los tipos sin mostrar lo que había pasado, estaba fascinado con el relato en off, de la calle. Fueron devoluciones por el estilo", concluye Perrin, quien por estos días se dedica a la postproducción de El cuento, largometraje protagonizado por Claudia Schujman y Zahir Perrin: "El guión era un borrador de tres páginas, con pautas cronológicas muy sueltas. Tenemos mucho material, el montaje nos va a llevar mucho tiempo, va a ser complejo el armado. Creo que la vamos a estrenar el año que viene".