El Frente Patria Grande, que integra el gobierno nacional, rechazó el acuerdo con el FMI y sus tres diputados no van a votar en favor del proyecto. El referente del espacio, Juan Grabois, sostuvo en una conferencia de prensa que “vamos a pagar una estafa sin obtener concesiones significativas de los estafadores”, ya que “no hubo quita de capital, ni de intereses, no se extendieron los plazos ni se eliminaron las sobretasas”. Grabois aseguró que estuvieron dispuestos a “reconsiderar la decisión” si se implementaba como contrapeso un salario básico universal para que en el país no haya indigentes, “pero nada de eso fue evaluado”.

Los diputados nacionales Itaí Hagman, Natalia Zaracho y Federico Fagioli participaron del anuncio, en el que aseguraron que no están dejando el Frente de Todos, sino sincerando diferencias internas. Más allá de la disidencia, pidió fortalecer la unidad del oficialismo.

En la rueda de prensa los acompañaron integrantes de los movimientos sociales MTE, Frente Darío Santillán y Nuestramérica, que la semana pasada habían hecho una olla popular en el Obelisco para reclamar al gobierno “que priorice la deuda interna”. También estuvieron la legisladora porteña Ofelia Fernández, la diputada bonaerense Lucía Klug y concejales.

La crítica a la negociación del ministro de Economía, Martín Guzman, es la de haber cometido un “error estratégico”: “No impugnó el incumplimiento del propio estatuto del Fondo ni denunció formalmente la estafa. Empezamos perdiendo porque aceptamos negociar dentro de las ‘reglas’ que el propio FMI impone pero viola”.

El posicionamiento del Frente Patria Grande fue detallado en un documento. “Vivimos parte de la historia” del endeudamiento como militantes menores de 40, plantearon en él. “Los millennials teníamos en 17 o 18 años en el 2001. Blindaje, megacanje, fuga, corralito, colapso y miseria absoluta. Nati (Zaracho) tuvo que cartonear desde los 13 años. Fede (Fagioli) terminó viviendo en un asentamiento precario y a muchos nos tocó estar en la Plaza y ser detenidos durante el estado de sitio el 20 de diciembre”, leyó Grabois.

“Otra generación, la de los centennials pasó su niñez sin escuchar esa maldita sigla más que en algún documental, porque a partir del año 2006 el Fondo no estuvo más en Argentina. Ofelia tenía 5 años, Lucía tenía 9; conocieron el Fondo recién cuando Mauricio Macri lo volvió a traer”.

El texto recuerda que entonces -era el 2018-, los principales dirigentes que hoy conforman el Frente de Todos escribieron una carta a Christine Lagarde para repudiar el acuerdo que firmó con Macri y considerar a la nueva deuda “odiosa y execrable”. Y lamenta que tras la asunción del nuevo gobierno, el equipo económico del Frente de Todos “haya definido otro camino”

El pronóstico que hacen en el espacio político es que el acuerdo firmado con el organismo internacional “prolongará la dependencia sin resolver ninguno de los problemas sociales”, bajo la presión de revisiones trimestrales que serán como “una pistola en la cabeza”

"No podemos naturalizar que se festeje como si fuera un orgullo que los gobiernos populares paguen las deudas de los neoliberales. Menos en este caso donde pagar no implica mayor autonomía sino continuar con la dependencia".

A pesar de estas críticas, Grabois aseguró que seguirán dentro de la coalición de gobierno. “Los intereses políticos y económicos van a aprovechar la situación crítica para desarrollar una estrategia destituyente, pero el Frente de Todos debe mantener más que nunca su unidad y al Gobierno frente a las amenazas; las diferencias no deben derivar en rupturas”.

“Al presidente Alberto Fernández quiero decirle respetuosa y fraternalmente que cuente con nosotros para mantener la unidad y la diversidad ante una oposición destructiva. Pero no cuente con nosotros para apoyar medidas que rechazamos desde el día uno”, concluyó Grabois.