Los fiscales penales Gonzalo Vega y Gabriel González imputaron al jefe y segundo jefe de la Comisaría 45 de Tartagal por no haber garantizado la atención médica al joven Franco Centurión (29) a quien tuvieron detenido y cuyo estado de salud al salir era deplorable, al punto de ser hospitalizado y fallecer el 1 de enero.

El padre del joven, Santos Centurión, manifestó su disconformidad con esta decisión, ya que denunció a los efectivos por violencia policial porque su hijo le había dicho a un médico que fue golpeado por los policías. El denunciante señaló que los resultados de la autopsia que hizo el Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) determinaron que murió por cáncer y no registró golpes.

Franco tenía 29 años, tuvo leucemia cuando era un niño, le hicieron un transplante de médula a los 12 años y su padre dijo que después tuvo un buen estado de salud general tomando los cuidados pertinentes, hasta que lo detuvieron junto a un amigo. A los jóvenes los retuvieron varios días en la Comisaría y Santos asegura que su hijo fue golpeado por los policías.

El jefe y segundo jefe de la Comisaría 45 de Tartagal, de 47 años y 43 años, fueron imputados provisionalmente por incumplimiento de los deberes de funcionario público. 

En la acusación, los fiscales Vega y González sostuvieron que estos policías no hicieron caso a las medidas dispuestas para garantizar la atención médica de Franco, desatendiendo su salud, también omitieron trasladarlo el traslado y garantizar que se le administraran los medicamentos y la atención necesaria, "no dando así cumplimiento a la conducta debida de garantizar los derechos humanos esenciales para una persona privada de su libertad".

Centurión padre cuestionó que solo imputaran a 2 policías, a pesar de que el Ministerio de Seguridad y Justicia había sumariado a 11. Además, cuestionó que la imputación tampoco contemple la violencia policial denunciada. "Los resultados de la autopsia dicen muerte por cáncer, que no tenía golpes, nada. Le dije al fiscal que no comí vidrio o me están tomando por tonto. Si mi hijo hubiese tenido cáncer, el Hospital San Bernardo me iba a decir y nunca me hablaron de cáncer. Además, (desde la Fiscalía) salieron diciendo que mi hijo tenía un riñón chico y otro grande y que el hígado estaba calcinado. No dicen en qué parte ha tenido el cáncer", cuestionó.

Dos denuncias nuevas 

El fiscal de Derechos Humanos, Gabriel González, informó que investiga una denuncia realizada en la sede fiscal que da cuenta de un hecho el pasado domingo 6 de marzo en el domicilio de la familia Centurión. Santos sostuvo que personal policial que realizaba un procedimiento lesionó a su esposa y al hijo en común, de 24 años. González aseguró "que ya se dispusieron todas las medidas tendientes a lograr el esclarecimiento de lo sucedido".

Santos Centurión dijo por su parte que la policía llegó el domingo pasado a la mañana buscando a su hijo menor, acusándolo de robar una podadora. El joven le aseguró papá que estuvo todo el tiempo en la casa de un amigo a quien le festejaron el cumpleaños y a esa vivienda llegó la policía, lo golpearon en la rodilla con una cachiporra y él escapó hasta su casa, a 100 metros.  

El padre relató que estaba atendiendo su carnicería mientras su esposa cerraba un portón cuando llegaron los efectivos, y al violentar esa entrada golpearon a la mujer en el brazo. "Salí por el otro portón y les digo 'ustedes no se pueden arrimar a mi casa. No tienen por qué hacer este atropello", expresó. Dijo que no dejó ingresar a los efectivos por temor a perder otro hijo en una detención. Por estos hechos realizó una denuncia y le pusieron una consigna de la Gendarmería Nacional a su familia. 

Además, Centurión contó que hace dos semanas aproximadamente, la policía intentó ingresar al domicilio familiar del amigo que había sido detenido junto a su hijo, y que es un testigo clave en la causa, ya que puede dar cuenta de la violencia policial ejercida contra el joven fallecido.