Marcos Peña llegó a la Cámara de Diputados como el jardinero del Gobierno para pronosticar, en tono de campaña electoral, que los “brotes verdes” de la economía ya arrancaron. En su informe ante el Congreso, el jefe de Gabinete anunció que “Argentina salió de la recesión”, que la inflación de este año será “la más baja desde 2009”, que el salario “recupera” su poder adquisitivo, que el empleo formal aumentó en el último trimestre y que el país crecerá el tres por ciento este año. Todo el arco opositor se encargó de rebatir –en distintos tonos– los argumentos del ministro coordinador: calificaron el relato oficial como “mentiroso”, describieron la pérdida de empleos, la caída en el consumo de leche, carnes y pan, además de la producción industrial nacional, los cierres de pymes y comercios, la pérdida del salario real, la crítica situación de las economías regionales agravadas por las inundaciones en varias provincias, y “el brutal ajuste en el PAMI” con la baja de prestaciones a jubilados y pensionados, entre muchos otros temas, que dejaron a Peña solo con el tibio acompañamiento del interbloque oficialista. 

A la hora de responder, Peña tuvo un tono amigable con la “oposición responsable” y eligió confrontar con el kirchnerismo frente a las denuncias que involucran al jefe de los espías del macrismo, Gustavo Arribas, con las coimas de la constructora brasileña Odebrech en el escándalo de corrupción de Brasil conocido como Lava Jato: “las coimas se las pagaron al gobierno de Kirchner”, soltó Peña y dijo sentirse “orgulloso” del jefe de la AFI para respaldar políticamente al amigo personal del Presidente.

“No tenemos nada que ocultar: ustedes sí tienen, y (Alejandra) Gils Carbó también”, insistió Peña, quien calificó a la procuradora general como  “reconocida militante kirchnerista”. El jefe de Gabinete apuntó por elevación el diputado y ex ministro de Planificación, Julio De Vido (que ya no estaba en el recinto) y en profundizar la embestida del gobierno contra Gils Carbó, que recibirá información secreta de la Procuración brasilera sobre la operación del Lava Jato que podría complicar al Gobierno.

Néstor Pitrola (FIT-PO) le recordó luego a Peña que “el Gobierno está negociando con la corrupción de Odebrecht a través del ministro (Germán) Garavano y de Laura Alonso, de la Oficina Anticorrupción”.

Peña arrancó su informe ente los diputados con el entusiasmo de que el prometido “segundo semestre” del Gobierno había llegado. “Argentina salió de la recesión y eso es una buena noticia para todos los argentinos”, dijo sin sonrojarse. “La economía está en su cuarto trimestre consecutivo de crecimiento. Esta tendencia se consolida y va a continuar hacia el futuro”, insistió antes de sostener que se alcanzaría la meta de inflación para este año (“entre el 12 y el 17 por ciento”) y volvió a poner la zanahoria por delante para decir que se llegaría “a un dígito en 2019”.

El ministro dijo que “abril fue el mes con mayor crecimiento de empleo formal” y que desde hace “nueve meses” aumentó el trabajo registrado, con más de 107 mil nuevos empleos.

La oposición le respondió. El jefe del bloque del FpV-PJ, Héctor Recalde, preguntó “cuándo van a dictar el ‘Estado de emergencia’ en materia de alimento, trabajo y medicamentos, después de marcar que “disminuyó el consumo de leche, pan y carne”. Recalde sostuvo que los sectores más humildes de la población también soportan “tarifas impagables”. 

“Omiten deliberadamente la estafa electoral del Gobierno”, dijo el ex ministro Axel Kicillof y apuntó a la ideología económica del Gobierno: “¡Háganse cargo! ¡Son neoliberales! Piensan como neoliberales, no tienen que disfrazarse de otra cosa”, sentenció en alusión a la última visita del jefe de Gabinete en la que les exclamó a los kirchneristas: “¡háganse cargo de algo!”. Kicillof remarcó que “hablan de paritarias libres y le niegan a los docentes la paritaria nacional, que “la mal llamada reparación histórica”, del millón de jubilados que dice el gobierno haber beneficiado “un tercio cobró menos de mil pesos” de ajuste, entre otras cuestiones.

Uno a uno, la mayoría de los diputados del FpV lanzaron sus preguntas sobre las obras que la publicidad oficial da por realizadas y muchas de ellas están sin terminar o ni siquiera comenzadas. Carolina Gaillard se refirió al “brutal ajuste en el PAMI”, con bajas en las prestaciones y medicamentos. Peña dijo que contestaría por escrito, porque son “muy específicos”, los cuestionamientos del formoseño Juan Carlos Díaz Roy sobre los “desmanejos” en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses. “Es un tema de la justicia que ahora está en la Corte Suprema”, respondió Peña cuando le reclamaron por la libertad de la dirigente social jujeña Milagro Sala y “todos los presos políticos” del macrismo.     

La massista Graciela Camaño le reprochó a Peña que la hubiera mencionado como la responsable del futuro de Gils Carbó como presidenta de la bicameral de Seguimiento del Ministerio Público donde el oficialismo embiste contra la procuradora. “Lo tiene que decidir la comisión de Juicio Político”, desafió al oficialismo.   

Diego Bossio, del bloque Justicialista, contradijo las cifras del ministro. Dijo que, según flamantes datos del INDEC, “la industria viene cayendo un 2,3 por ciento en el primer cuatrimestre” y negó que “el salario real venga creciendo en Argentina”, por “el impacto (entre otros temas) de los tarifazos”. 

Extenuado, Peña fue bajando el tono de la confrontación. Tras más de siete horas y con otro compromiso “de Gobierno” por delante, dio por terminado su informe. No hubo tiempo para que el oficialismo cerrara la sesión con el respaldo al jefe de gabinete.