Trolleros: El massista Felipe Solá cuestionó la descalificación mediática que Marcos Peña hizo sobre el proyecto de “bajar los precios” que presentó su líder Sergio Massa. Negó que la iniciativa fuera “tribunera” como dijo el ministro y arremetió: “si nosotros somos tribuneros, ustedes son trolleros”, dijo Solá en referencia a los “trolls” con que el oficialismo ataca a la oposición desde las redes sociales. Peña tampoco fue suave: sostuvo que Massa “perteneció 10 de los 12 años al ‘gobierno de chorros’” y lamentó su ausencia en el recinto.

Paralelo: El mendocino Guillermo Carmona arremetió contra la gestión de la renunciada canciller Susana Malcorra y los tratados internacionales que firmó sin autorización del Congreso, en especial los relacionados con el Reino Unido sobre Malvinas, además de reclamar que brinde explicaciones a la Cámara de Diputados antes de retirarse y a la que nunca acudió a pesar de las promesas. “O será que ahora va a venir el canciller paralelo”, dijo Carmona en referencia al asesor presidencial Fulvio Pompeo, que como el nuevo canciller Jorge Faurie se formó al lado del duhaldista Carlos Ruckauf. 

Anónima: No pocos diputados kirchneristas se dirigieron al jefe de gabinete llamándolo por su nombre completo: Marcos Peña Braun. Una ironía que lo vincula a la propiedad del supermercado patagónico la Anónima –cuyo dueño es su tío y secretario de Comercio, Miguel Braun– y asociada al escándalo del aumento de los precios en los productos de primera necesidad en Comodoro Rivadavía tras las inundaciones que arrasaron la ciudad chubutense. “Tengo orgullo de mis padres, mi madre catequista y mi padre científico. Si de mis 15 años de funcionario público no pueden decir nada más que mi nombre, me parece patético”, replicó el jefe de Gabinete.