River llegó a Lima con su imponente mote de favorito y se fue con un triunfo 1 a 0 tan valioso como escueto para arrancar de buena manera su sueño continental. El mote, producto de sus campañas en los últimos años en la Copa Libertadores de la mano de Marcelo Gallardo -anoche se convirtió en récord en el certamen al comandar a un club por octava ocasión consecutiva- y por la gran inversión que realizó en el mercado de pases. Y el triunfo, porque tuvo a Julián Álvarez para finalmente vulnerar la trampa táctica que le propuso Alianza Lima.


Conocidas las virtudes de los dirigidos por Gallardo, resultaron entre gratas y sorpresivas las aptitudes de los limeños a pesar de la mochila pesadísima que cargaban: están entre los últimos cinco del torneo doméstico, no jugaban desde mediados de marzo (entre fecha libre y crisis social peruana) y la increíble racha de 23 partidos sin triunfos por la Libertadores, teniendo en cuenta sus participaciones de 2012, 2015, 2018, 2019 y 2020.

Lo mejor de River estuvo en los primeros minutos, donde hizo gala de su habitual intensidad. Con la cancha expandida por las subidas de sus laterales, generó espacios que De la Cruz y Enzo Fernández aprovecharon para sacar remates de larga distancia. Pero mientras la visita se desgastaba tanto física como ideológicamente ante la imposibilidad de abrir el marcador, el planteo defensivo de Alianza se fortalecía.

Y Alianza llegó a complicar a River con algunas individualidades destacadas como el incansable lateral derecho Oslimg Mora y la dupla de ataque conformada por Cristian Benavente -de interesante dribbling en velocidad- y el veterano cordobés exHuracán y Racing Hernán Barcos, dueño de un amplio abanico de artilugios ofensivos para complicarle la noche a su marca personal, Jonatan Maidana, en las pocas que tuvo.

Gallardo tuvo que mover el banco para encontrarle la vuelta a esta historia y con Quintero y Suárez por Barco y Simón encontró la vitalidad necesaria. Apenas entró, el colombiano asustó con dos remates muy picantes, mientras que el cordobés marcó en la primera que tuvo y puso fin a una sequía -lesión mediante- de siete meses y medio.

Claro que nada de esto hubiese ocurrido si Álvarez no frotaba la lámpara y metía un notable pase entre líneas para que Suárez haga lo suyo y River se lleve a Núñez los tres puntos, aunque también una preocupación. Sobre el final Robert Rojas recibió una patada y se retiró entre lágrimas y en camilla.

El Grupo (F) se completa con Fortaleza de Brasil y Colo Colo, que se enfrentarán este jueves a las 19 en Chile.