"Es un día muy especial para el Gobierno y el conjunto de los españoles en la lucha contra el virus. Estamos avanzando en la normalidad. Mañana podremos desprendernos en interiores de las mascarillas y mostrar nuestros rostros y nuestras sonrisas". Con estas palabras, la ministra de Política Territorial y portavoz del Ejecutivo de España, Isabel Rodríguez, anunció este martes el final de los barbijos en todos los interiores, excepto en centros sanitarios y sociosanitanitarios como residencias, centros de salud y farmacias, y en todos los transportes.

El Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto por el que el uso de tapabocas dejará de ser obligatorio en espacios interiores a partir de este miércoles, tras ser publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Rodríguez celebró una medida que, según dijo, "ha sido posible gracias a un trabajo conjunto y un esfuerzo colegiado en el que ha tenido que ver mucho la estrategia de vacunación".

En el ámbito laboral, el Gobierno deja en manos de las empresas la potestad de imponer o no su uso a los trabajadores a partir de la valoración que hagan los servicios de prevención de riesgos laborales de cada compañía. Los servicios de prevención de cada empresa podrán tomar la decisión que consideren más oportuna. En el resto de ámbitos, la mascarilla pasará a estar sólo recomendada.

Casuística variada

Será por ejemplo el caso de los colegios, donde ya no será obligatorio llevar mascarilla en las aulas, aunque sí se aconsejará para los profesores con alguna vulnerabilidad; tampoco se exigirá en comercios, supermercados, restaurantes y bares, así como gimnasios, teatros, cines o conciertos, pero sí será recomendable para personas con factores de riesgo.

También se aconseja el uso del barbijo en las competiciones deportivas multitudinarias. En estos eventos el Gobierno recomienda hacer a partir de ahora "un uso responsable de las mascarillas". La ministra de Sanidad, Carolina Darias, mencionó específicamente "los partidos fútbol o baloncesto, tanto en interiores como en exteriores" entre los posibles "eventos multitudinarios y aglomeraciones" en los que, sin ser ya obligatoria la mascarilla, "se aconseja un uso responsable".

El Congreso también acordó eliminar la obligatoriedad del tapabocas durante la celebración de los plenos y de las comisiones parlamentarias a partir de la próxima semana, después de ver durante dos años en el hemiciclo a los diputados con media cara tapada.

En ámbitos sanitarios, tendrán que ponérsela visitantes y trabajadores de hospitales, centros de salud o de transfusión de sangre y farmacias, salvo para las personas que estén ingresadas, o residencias, en las que tampoco los mayores tendrán que ponérsela.

Y toda la población en transporte aéreo, por ferrocarril, por cable, autobuses y VTC y en los barcos cuando no se pueda mantener 1,5 metros de distancia.