La jueza federal de San Martín, Alicia Vence, sobreseyó al exgerente de producción de la empresa Mercedes Benz, Juan Ronaldo Tasselkraut, imputado en la Megacausa Campo de Mayo por la entrega de trabajadores de la empresa durante la última dictadura cívico-militar. Tasselkraut había presentado una declaración por escrito hace dos semanas, sin comparecer de forma presencial ante la jueza que se encuentra a cargo de la causa y demoró siete años en llamarlo a indagatoria. Mercedes Benz tuvo 17 trabajadores secuestrados, de los cuales 14 permanecen desaparecidos. Si bien ya hubo un juicio contra quienes ejecutaron los secuestros y desapariciones, aún no hay responsables civiles de la empresa. Tasselkraut se había declarado "absolutamente ajeno" a los hechos que se le imputaron en el escrito que presentó. Y adujo que "carecía de capacidad decisoria" en aquella época por "no formar parte del directorio de la empresa" y por desempeñar una labor "absolutamente técnica".

La magistrada sostuvo que no observaba la descripción de una conducta ilícita en la que habrían participado el exgerente "a pesar del conocimiento que pudieran haber tenido acerca de las detenciones de los obreros y de los miembros de la comisión interna de Mercedes Benz". Y agregó que la participación que describieron los fiscales fue "ambigua y difusa". En ese sentido, Tasselkraut alegó en su defensa: "Imputarme a mí que arbitré los medios necesarios para señalar a delegados y empleados ante el comando militar es algo tan ambiguo y difuso como descabellado".

El fiscal federal Federico Delgado había acusado al entonces gerente de haber colaborado para "ejecutar el plan de represión implementado por el entonces gobierno de facto". Ante esto, Tasselkraut dijo que "es de todo rigor histórico que la represión que instauró la dictadura militar obedeció a una orden de aplicar una metodología criminal, sí, pero absolutamente clandestina". Una afirmación que haría ruborizar a cualquier historiador dadas las numerosas y contundentes pruebas que hay sobre la participación de los sectores civiles empresarios en la perpetración del genocidio.

En esta causa, en la que son querellantes el abogado Pablo Llonto y el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), también estuvo imputado Rubén Pablo Cuevas, ex gerente de Asuntos Jurídicos de la fábrica, pero falleció hace una década.

"El caso de los 14 trabajadores desaparecidos de Mercedes-Benz fue conocido a partir del año 1999 en todo el mundo; he entregado a la justicia de Argentina, de los Estados Unidos y de Alemania documentos y testimonios que prueban que la empresa participó en estos crímenes y entregó las direcciones de los obreros molestos", expresó la documentalista Gaby Weber, quién plasmó el caso en el film Milagros no hay, cuando sacó una nueva versión. "El nuevo documental no solamente muestra los hechos de los años 1976 y 1977 sino también cuenta qué pasó con esta causa en los últimos 18 años en la justicia argentina, estadounidense y alemana. Llegó a la Suprema Corte de los EE.UU. ¿Hubo justicia? Y si no hubo justicia, ¿por qué no y qué se logró políticamente con esta campaña? Los trabajadores desaparecidos de Mercedes Benz se convirtieron en un caso ejemplar en la historia conocido en todo el mundo", agregó.



Este fallo que sobreseyó al ex gerente de Mercedes Benz Argentina se difunde a pocos días de que la Justicia y la Secretaría de Derechos Humanos determinaran que el empresario Carlos Pedro Blaquier está incapacitado cognitivamente para ser juzgado, en el marco de la causa que investiga los delitos de lesa humanidad cometidos en Jujuy, en la órbita del ingenio Ledesma del que su familia es dueña. En la causa, además del señalamiento de las víctimas, la empresa habría aportado la logística y los vehículos para los secuestros durante la denominada Noche de los Apagones.