El espionaje durante el macrismo se coló en la elección que se estará llevando a cabo hasta el jueves por el control del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF), el organismo que regula la matrícula de los letrados que actúan ante los tribunales porteños y que, en este momento, tiene dos sillas ante el Consejo de la Magistratura. De un lado, está Gente de Derecho (GDD), la agrupación que lidera Jorge Rizzo y que preside la entidad desde hace 16 años, y, por el otro, se encuentra la lista que encabeza el excamarista Ricardo Gil Lavedra, acompañada por exfuncionarios de Mauricio Macri –como su exsecretario de Legal y Técnica Pablo Clusellas. Rizzo denuncia que quien mueve los piolines detrás del armado político que busca desbancar a su grupo es Juan Sebastián De Stefano, el exdirector administrativo de Asuntos Jurídicos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) macrista.

La disputa con De Stefano, además, tiene su correlato en el expediente que investiga el accionar de los espías conocidos como Súper Mario Bros y el espionaje en las cárceles –que incluye las escuchas a los abogados que se comunicaban con sus clientes presos. En esa causa, el CPACF –por decisión de la actual gestión– es querellante y fue promotor de la investigación contra De Stefano, que era quien manejaba la relación entre los servicios macristas y los tribunales y tenía también bajo su órbita la transcripción de las escuchas. Esos audios, entendió la justicia federal de Lomas de Zamora, eran los que se filtraban a los medios durante el macrismo en lo que fue un verdadero festival de escuchas ilegales.

En diálogo con Página/12 mientras sigue atento cómo se desarrollan las elecciones en la sede de la entidad y en el Centro Cultural San Martín, Rizzo –un abogado que supo ser cercano de los supremos Ricardo Lorenzetti y Carlos Fayt– dice que el objetivo de máxima de la lista retadora es terminar con la querella por el espionaje contra el macrismo.

– ¿Cómo caracteriza la lista que quiere desbancarlos de la dirección del Colegio?

– Está Ricardo Gil Lavedra. La mayoría es gente conocida del PRO o de los radicales. Por ejemplo, están Pablo Clusellas, José Console --aquel que fue denunciado por (Mario) Cimadevilla por el tema de la Unidad Especial AMIA–, la mujer de Juan Sebastián De Stefano y los hermanos Más Vélez, entre otros.

– ¿Qué está en juego en la elección?

– Para nosotros el control del Colegio es su modernización. Para ellos, lo más importante es que el Colegio desista la querella que tenemos contra ellos por el tema de las escuchas.

– ¿Entonces ustedes leen que se reunieron distintos sectores a partir del rol que el Colegio tiene en la causa de espionaje del macrismo?

– Algunos de esos sectores, sí; otros son tradicionales adversarios nuestros, pero son grupos pequeños. El grupo grande --que es el PRO con los radicales-- lo que está buscando es eso.

– Mucha gente que se manifiesta a favor de GDD, dice que vota en contra de los servicios y los sectores pro-represores. Sin embargo, la lista opositora está encabezada por Gil Lavedra, camarista en el Juicio a las Juntas. ¿No es una contradicción?

– Sí, también fue defensor del juez de Salta que fue juzgado por lesa humanidad (Ricardo Lona).

– Nombró a De Stefano y retuiteó fotos de él en la elección. ¿Qué rol está jugando?

– Es uno de los jefes. Es el representante de Angelici en la organización de la lista. La lista es de Daniel Angelici, el operador es De Stefano y el mascarón de proa es Gil Lavedra.

– ¿O sea que quienes están haciendo el control de las elecciones estuvieron al frente de los servicios de inteligencia?

-- Tal cual. Gente especialista. Además, sería importante que vieran los papelitos que tienen que firmar los empleados para probar que vinieron a votar.

– ¿Empleados de quién?

– Del Gobierno de la Ciudad, del Consejo de la Magistratura de la Ciudad y de la Legislatura de la Ciudad.

– ¿Pero qué quiere decir eso en términos concretos?

– Están tomando lista, movilizando el aparato.

La lista opositora dijo que ustedes querían que los afiliados votaran en la provincia y que eso dificultaba la fiscalización. La Justicia le dio la razón.

-- Con eso ellos achican la afluencia de votantes de la provincia.

– Ustedes tuvieron en el pasado una alianza con el sector de Angelici, que ahora los enfrenta. ¿Cómo terminó la experiencia?

-- Mal. Primero que me cruzaron una moto y después hubo un nuevo encontronazo porque invitamos a Alejandra Gils Carbó a una actividad en el Colegio con todas las cabezas del Poder Judicial que eran mujeres. Terminó de explotar cuando nosotros nos presentamos ante la Corte y ante la Cámara Federal de Casación para pedir acciones por las escuchas a los abogados con sus clientes. Ahí fue cuando la Corte sacó una acordada ordenándoles a los jueces que no le den más las transcripciones de las escuchas a la AFI.