Con un discurso de apertura que replicó las propuestas del establishment, regresó la cena anual de Cippec tras la ausencia por la pandemia. Mientras funcionarios del oficialismo y la oposición, gobernadores, empresarios, sindicalistas, periodistas y referentes de organizaciones sociales disfrutaban de un bandejeo, la directora ejecutiva de la entidad, Gala Díaz Langou, reclamaba eliminar los regímenes jubilatorios de excepción para reducir el gasto público.

Para que la Argentina siga el camino del desarrollo, "hay que reducir el déficit fiscal como condición necesaria aunque no suficiente", sostuvo Diaz Langou y agregó que "el sistema previsional es el componente más pesado de nuestro gasto público, y más de la mitad está compuesto por los regímenes de excepción. Son mas de 200 las categorías ocupacionales con beneficios extraordinarios". 

De esta manera, Langou reflotó una demanda histórica de la derecha argentina y de Cippec que apunta no solo contra las de mérito que incluyen jubilaciones de privilegio de jueces y diplomáticos, tal como propuso el propio acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional. Al no aclararlo y con el objetivo de reducir el gasto público, la propuesta apunta también contra los beneficios jubilatorios docentes, que representaban un 49,14 por ciento del gasto total de estos regímenes de excepción en 2020.

Durante la negociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional uno de los focos estuvo puesto en los regímenes de jubilaciones especiales. En efecto, para finales de diciembre de este año el gobierno se comprometió a "publicar un estudio que describa las opciones y recomendaciones para afianzar la equidad y la sostenibilidad a largo plazo de nuestro sistema previsional, focalizado en determinados regímenes especiales de jubilaciones alcanzados por la Ley 27.546", según consta en el Memorando de entendimiento. Sin embargo, tanto en declaraciones públicas como en el mensaje del proyecto de ley que el Poder Ejecutivo envió al Congreso con los detalles del acuerdo, el gobierno aclaró que apuntará al régimen de magistrados, funcionarios del Poder Judicial, del Ministerio Público de la Nación y diplomáticos. 

"Existen cerca de 200 encuadres diferentes incluyendo las órbitas provincial y municipal", indicó Díaz Langou. Estas jubilaciones no pueden admitirse "con 50 por ciento de pobreza infantil". Rafael Rofman, ex economista del Banco Mundial y director del programa de Protección Social de Cippec, sigue el tema desde hace años. En un informe acerca de los regímenes de excepción, asegura que un 40 por ciento de los jubilados y pensionados perciben beneficios previsionales vía estos regímenes. Se trata de 3,7 millones de personas con haberes muy por encima del régimen general (85 por ciento en promedio). 

"No es cierto que son casi 4 millones de personas que cobran un 85 por ciento más que el régimen general. Están contabilizando a aquellos que entraron con un plan de facilidades de pago como un régimen especial, aunque ganen la mínima", asegura el abogado especialista en Seguridad Social Miguel Angel Pastor

En un trabajo acerca de los regímenes especiales, Pastor resume el propósito de algunos de ellos corriéndose del eje del peso que representan al gasto: "En algunas actividades que por sus características y por la importancia que tienen en la sociedad se busca motivar a la población a acometerlas. Entre esas motivaciones está el otorgar algunos beneficios en materia previsional. Los beneficios pueden ser en la tasa de sustitución, acortando la edad de retiro o disminuyendo la cantidad de años con aportes requeridos para acceder al beneficio o una tasa de sustitución especial o una movilidad especial para las prestaciones o un mix de algunos de esos beneficios", explica y agrega que "el régimen más importante en número de este tipo de actividades es el de los trabajadores docentes, pero también pueden remarcarse algunas actividades artísticas, el régimen de los científicos; los docentes de frontera; los docentes de escuelas especiales", entre otros. 

La propuesta del think thank fue la de pensar en seis ejes para potenciar el desarrollo argentino: garantizar la estabilidad macroeconómica, alcanzar la justicia educativa, potenciar la matriz productiva, reducir la pobreza, lograr una transición verde justa y fortalecer las capacidades institucionales. El régimen de jubilaciones especiales integraría al primero de ellos, pero Longou adelantó dos más: extender la jornada educativa para el nivel secundario usando las tecnologías digitales e introducir la boleta única de papel en el sistema electoral. 

Esta última propuesta está en la agenda de la oposición y los medios hegemónicos. Y fue la más aplaudida por el público que, a pesar de que intentaba mostrar diversidad con presencia de figuras como Horacio Rodríguez Larreta, Hernán Lacunza pero también Matías Kulfas, Carla Vizzoti, Daniel Scioli y Juanchi Zabaleta; dejó en evidencia qué intereses representa.