Un acuerdo entre el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los presidentes de los bloques del Frente de Todos y la UCR, Germán Martinez y Mario Negri, respectivamente, logró desactivar el pedido de sesión especial para abordar la problemática de los hipotecados UVA. Se pactó un esquema especial para priorizar el tratamiento en comisiones de una nueva iniciativa y dar dictamen en un plazo no mayor a 30 días.

"Acordamos priorizar el tratamiento parlamentario de los créditos UVA, por lo que la Comisión de Finanzas y la Comisión de Presupuesto y Hacienda comenzarán inmediatamente a trabajar con dicha temática", detalla el acuerdo que lleva la firma de Massa, Negri y Martínez. "Para esto, se tendrán en cuenta todos los proyectos presentados, ya que de ellos se desprenden coincidencias en las propuestas de soluciones", continúa. 

Los créditos UVA se lanzaron en abril de 2016 durante la presidencia de Mauricio Macri. Por sus características -que permitían ingresar con poco capital y prometían una cuota equivalente a menos de la mitad de un préstamo tradicional y mucho menor que el alquiler de una vivienda-, miles de familias vieron en esta herramienta la oportunidad de concretar el sueño de la casa propia. 

Pero ese sueño se convirtió en pesadilla en apenas dos años, cuando la devaluación y la disparada de la inflación hicieron que el capital adeudado se incrementara a pesar de pagar las cuotas. Con la promesa de que la política económica macrista iba a controlar el aumento de precios, los bancos y funcionarios del gobierno mencionaban como un detalle que el capital adeudado se indexaba de acuerdo al índice de inflación. De esta manera, las 120 mil familias que accedieron al crédito pagan desde hace seis años las cuotas de una deuda que no para de aumentar. 

Paola Gutiérrez, del colectivo Hipotecados UVA, tomó un crédito de 2 millones de pesos en 2017 y, aun pagando las cuotas mensualmente, hoy debe casi 10 millones. "Desde su creación hasta ahora el UVA se indexó casi 700 por ciento", lamenta en diálogo con PáginaI12. Gutiérrez pagaba una cuota de 9800 pesos mensuales que hoy ascendió a 53.000: "Es una locura, es una estafa", protesta. 

Medidas paliativas

Desde la devaluación de 2018, el gobierno de Macri primero y el de Alberto Fernández después anunciaron medidas paliativas para los tomadores de créditos: desde establecer topes de aumento de la cuota con respecto al sueldo -que no significa condonar sino alargar la deuda-, hasta el congelamiento de cuotas. 

La última fue a través de un decreto que establece el prorrateo del aumento del valor de la cuota en 18 meses desde el 1° de febrero de 2021 hasta el 31 de julio de 2022. Además, dispone que los bancos deben considerar la situación de aquellas familias que acrediten que el importe de la cuota a abonar supera el 35 por ciento de sus ingresos y aplicar ese tope para el pago de las cuotas.

A dos meses de la fecha de vencimiento, el colectivo de hipotecados comenzó a reclamar por soluciones definitivas: "Nuestros legisladores tienen una deuda impostergable con las familias que hacen lo imposible por no perder sus hogares y siguen pagando la usura UVA: el tratamiento de los proyectos de ley sobre nuestra problemática que hoy duermen en los cajones de las distintas comisiones del Congreso", explican. 

Pero el verdadero motor que traccionó el tratamiento en comisiones fue un fallo que sentó precedente en Mendoza a fines de abril. Un deudor hipotecario consiguió el aval de un juez para que la tasa que se le aplique esté vinculada al promedio de aumento de los ingresos (coeficiente de variación salarial) y no a la UVA. De esta manera, Marcos Azulay fue el primero en obtener una sentencia definitiva para eliminar la UVA como método de indexación y se convierte en un precedente para el resto de los 120 mil tomadores de créditos afectados por el crecimiento de la deuda. Con este panorama y para evitar que el poder judicial marque la cancha, se reabrió el debate legislativo.

"Hay 17 proyectos de ley presentados. Deberán analizarlos y sacar alguno", asegura Gutiérrez. El más reciente -impulsado por el mendocino Julio Cobos-, propone renegociar los contratos por única vez con la posibilidad de cambiar la cláusula de actualización UVA por otra nominada en UVI, que sigue la evolución del costo de la construcción. Propone suspender las ejecuciones hipotecarias y desalojos por un año y poner topes para la tasa de interés y de las cuotas, entre otros. 

Desde Hipotecados UVA platean la reestructuración de la deuda: "Una posibilidad sería pasar a la fórmula Casa Propia", explican desde el colectivo. La fórmula Casa Propia tiene en cuenta el menor indicador entre el promedio de la variación salarial del último año y el promedio de la inflación del mismo período. Además, al reconocer que el aumento de los salarios puede ser variable según la rama de actividad, incorpora el Coeficiente de Variación Salarial con un aforo del 0,9.