La ola de batmanía generada por The Batman no termina ahí. La manija anida en la baticueva gamer a la espera del lanzamiento de Gotham Knights, el nuevo videojuego para PC y consolas del universo del caballero oscuro, un personaje cuyo impacto en la cultura popular es innegable. Desde su debut en el No. 27 de Detective Comics en 1939, pasando por la pantalla chica con el indeleble Adam West, hasta su última película, es posible decir que la batmanía nació hace 83 años y nunca se detuvo.

A lo largo de ocho décadas, la creación de Bob Kane y Bill Finger supo inventarse y reinventarse cautivando a generaciones de nerds con sus misterios, personajes y plot twists. La sombra de su legado es gigantesca, tanto que él mismo no logra abarcarlo por completo en sus historias.

Pero, por sobre todas las cosas, ese caballero de la noche, ese terror del bajo mundo de Ciudad Gótica, es un producto de consumo masivo: la silueta negra de la justicia sobrevoló todos los medios y soportes posibles junto a su galería de villanos icónicos, y los videojuegos no son la excepción.

La fiebre fichinera de la primera ola de gaming no tardó en inundar las mentes de miles de personas y derramarse sobre la cultura popular, pasando de salones en la calle a las salas de estar de miles de hogares. Los sistemas eran muchos, pero la manija era la misma.

En algún hueco de 1986, entre la publicación de cómics revolucionarios como Batman: The Dark Knight Returns y Watchmen, o discos que marcaron la época como Licenced to Ill de Beastie Boys o Reign in Blood de Slayer, un videojuego llamado simplemente Batman debutó en los sistemas de entretenimiento hogareños. Esa primera incursión en blanco y negro puede verse primitiva, aún dentro de su contexto, pero fue el primer paso de muchos.

Pero el primer juego realmente recordado es Batman: The Videogame, para NES, un cartucho con cinco niveles que adapta la clásica película de Tim Burton (1989) a consolas hogareñas. A pesar de su elevada dificultad, este side scroller de plataformas fue un éxito, y allanó el camino de Batman en el mundo de los videojuegos.

► Piñas, rebusque y gadgets noventeros

Ahondando más en la baticueva retro aparece un nombre familiar que se suma a la cruzada arcade: en 1992, Konami fue el encargado de las versiones de NES y SNES del juego que escoltó a Batman Returns, la secuela del exitoso debut de Michael Keaton como Bruce Wayne. Es un beat em’ up con el espíritu de clásicos como Double Dragon o Streets of Rage, donde los sprites coloridos, enemigos variados, el soundtrack clásico de fichín japonés y un combate fluido logran vender la ilusión de ser Batman caminando de izquierda a derecha por las calles de Ciudad Gótica, arrasando con oleadas de delincuentes.

El caballero de la noche es poderoso, y la jugabilidad tiene que representarlo. El maridaje entre Batman y el género beat em’ up refleja su entrenamiento en artes marciales con una variedad de golpes, agarres y combos que canalizan la acción de los cómics. Y en 1993 llegó también a Super Nintendo otro beat em' up, The Adventures of Batman & Robin, basado en Batman: La Serie Animada y su estética noir, con la que Paul Dini y Bruce Timm acuñaron una nueva forma de contar historias de Batman.

Ese juego de acción y aventuras sumó plataformas a la fórmula y profundizó la representación del personaje con otro elemento fundamental de sus historias: los gadgets. El cinturón de herramientas funciona como representación del ingenio del personaje y de uno de sus tropos clásicos: "siempre estar listo". Los gadgets son tan importantes que hay que anticipar las necesidades y elegir cuáles llevarse de la baticueva para el siguiente nivel. La estrategia y la planificación ganan relevancia dentro de la jugabilidad.

A finales del siglo XX, la cruzada de justicia de Bruce Wayne ya había hecho pie en todas las consolas posibles: desde su debut en computadoras hogareñas (Amiga y Commodore 64) pasando por Sega, Nintendo y Sony, incluyendo sus versiones portátiles. En el camino hubo pifias, por supuesto. Como Batman & Robin, que salió para PlayStation con la accidentada película de Joel Schumacher en 1998.

Ese juego planteaba por primera vez a Ciudad Gótica como un mundo abierto que se podía explorar como Batman o Robin, y hasta usando el batimóvil para recorrerla. Pero el juego peca de ambicioso y está lleno de problemas de diseño que dejaron un mal sabor de boca en fans y críticos.

► La crisis de identidad de los 2000

La década de 1990 significó para los juegos de Batman un aprendizaje sobre cómo retratar los aspectos de su ficción en el medio. Pero durante la sexta generación de consolas la fiebre del gaming pedía más, porque la potencia de las PS2, Xbox y Gamecube trajo juegos más ambiciosos, tanto desde el punto de vista tecnológico como del narrativo.

Al igual que en muchas de sus historias, la venganza toca al caballero en Batman Vengeance, un juego de 2001 que mezcla aventura y exploración con combate beat em’ up. Además se alimenta de la serie animada, tanto en estética como en su elenco de voces. La recepción fue tibia pero tuvo su secuela con Batman: Rise of Sin Tzu y también protagonizó el desastroso Batman: Dark Tomorrow, dejando una seguidilla de títulos que no logran interpretar la identidad del personaje.

Entrada esta generación, Batman recibió una nueva adaptación a la pantalla grande de la mano de Christopher Nolan, con el inesperado Christian Bale como el multimillonario playboy Bruce Wayne. Por supuesto, esa cinta de 2005 fue acompañada por un videojuego. Batman Inicia sigue al pie de la letra el guión de la película, pero presenta un recurso del personaje que todavía no había sido explorado en videojuegos: el miedo.

Esta versión del cruzado acecha y acosa a su presa, usando la oscuridad y las sombras como una herramienta para derrotar a sus enemigos, porque "los criminales son supersticiosos y cobardes" de acuerdo al mantra escrito por Kane y Finger hace 80 años. El combate tiene una agilidad cinemática que no es perfecta pero sirvió de base para imaginar lo que vendría. Batman Inicia mezcla elementos de todas las épocas gamers de Batman, logrando una representación accidentada pero correcta del personaje.

La primera década del nuevo milenio no cierra con grandes reseñas para Batman. A pesar de los lanzamientos en varias consolas, el personaje atraviesa una crisis de identidad en los videojuegos. Los títulos son recibidos con entusiasmo por los fans, pero a pesar de los claros avances tecnológicos y conceptuales, a la fórmula del juego perfecto de Batman todavía le falta cocción.

► El caballero oscuro contraataca

En 2009, la batmanía todavía no aflojaba. El hito cinematográfico de The Dark Knight, que inmortalizó a Heath Ledger como el Guasón, dejó al mundo con ganas de más Batman. Y en agosto llegó a PC y consolas de séptima generación Batman: Arkham Asylum, el primero de la trilogía desarrollada por el estudio Rocksteady, que marcó un antes y un después.

La historia se alimenta directamente de la mitología del caballero y lleva a quien juega a recorrer libremente los oscuros pasillos del Asilo Arkham, al mejor estilo metroidvania, en una carrera por detener el último plan siniestro del Guasón. Esta primera entrada de la saga es un juego construido alrededor de Batman; su historia y sus mecánicas están diseñadas para proveer una experiencia a la altura de las sagas clásicas.

Hay un sistema de combate fluido, profundo y accesible que permite sentir el poder de Batman mientras enfrenta oleadas de prisioneros en los distintos ambientes. Pero el caballero oscuro no solo es fuerza bruta. Rocksteady lo sabe bien, y su juego presenta secciones de sigilo, verdaderos rompecabezas en los que vuelve la mecánica de miedo, y que hay que resolver con una amplia variedad de gadgets.

Y hay una variación hasta ahí inexplorada: el modo detective, que permite ver el mundo a través de los ojos de Batman y analizar todos los escenarios, buscando pistas y resolviendo puzzles para avanzar en la historia y sus misiones secundarias.

El éxito rotundo de Arkham Asylum logró que se diera luz verde a sus dos secuelas: Arkham City (2011) y Arkham Knight (2015), que refinaron la exitosa fórmula y apostaron por un formato sandbox -los famosos juegos "tipo GTA"- e historias que llevaron al caballero de la noche al límite, logrando crear lo que puede considerarse como un verdadero "simulador de Batman".

Gotham Knights: Batman ha muerto 

Después de la trilogía Arkham, la tarea de ser "el nuevo juego de Batman" parece titánica, pero el caballero de la noche y su familia siempre tienen una historia más para contar. Y en Gotham Knights es que Bruce Wayne está muerto. Batman está muerto. Ciudad Gótica cae presa del miedo y los únicos que pueden resolver el misterio detrás de la muerte del detective y salvar a la ciudad del borde del abismo son la bat-family, el disfuncional grupo compuesto por Red Hood, Nightwing, Batgirl y Robin.

Es una historia centrada en los pupilos del murciélago, que incorpora un fuerte apartado rolero, un mundo abierto que se puede recorrer usando a cualquiera de los cuatro personajes y juego cooperativo online para dos jugadores.

Cada uno de los protagonistas tiene habilidades y movimientos propios que se pueden mejorar y modificar, para jugar la mejor versión de cada personaje. Además, siguiendo la tradición de la saga Arkham, es un sandbox para explorar, buscar actividades y perderse una vez más en el mundo de Batman.

Anunciado originalmente en 2020 y con fecha de lanzamiento en 2021, el juego sufrió retrasos y finalmente será lanzado este 25 de octubre en PC, Xbox Series X/S y PlayStation 5, para demostrar si es digno sucesor del legado gamer del caballero oscuro.