En 1980, en una carpa en algún lugar del desierto de Túnez, Steven Spielberg estaba sentado en dolorosa soledad. El director, con solo 34 años y éxitos como Tiburón y Encuentros Cercanos del tercer tipo ya en sus espaldas, estaba en el norte de Africa filmando Los cazadores del arca perdida, el tanque de aventuras que lanzaría la franquicia de Indiana Jones. Por la noche, de todos modos, su mente volvía una y otra vez a la soledad de su propia infancia, el amigo imaginario que se había inventado para tolerarla y el dolor que sintió cuando sus padres se separaron cuando era adolescente.

"Contar la historia de un mejor amigo era una fantasía infantil", explicó Spielberg en un documental de 1996. "Un amigo especial que rescata a un chico de la tristeza de un divorcio". Ese amigo especial se volvería la estrella principal de la siguiente película de Spielberg, E. T. - El extraterrestre. Lanzada 40 años atrás, el 12 de junio de 1982, no pasó demasiado antes de que el pequeño alien con un gran y brillante corazón fuera el mejor nuevo amigo de todos. La película superó rápidamente a Star Wars como la más taquillera de todos los tiempos, un record que retendría por más de una década hasta ser superado por el mismo Spielberg en 1993 con Jurassic Park. El ingenioso y pacífico ET fue adorado por críticos y público por igual y se convirtió en un verdadero fenómeno de la cultura pop, con sus sabios ojazos observando desde cualquier pieza concebible de merchandising. 

Era una era en la que las películas sobre el espacio estaban por todas partes. El estreno de Encuentros cercanos y Star Wars en 1977 marcaron el lanzamiento de un movimiento cultural tan popular que hasta el usualmente terrenal James Bond entró en órbita con Moonraker en 1979. La primera idea de Spielberg para seguir a Encuentros cercanos fue un proyecto llamado Night Skies ("Cielos nocturnos"). Encargó al guionista John Sayles que produjera un guión basado en el "encuentro de Kelly-Hopkinsville", un incidente de 1955 en el que una familia de Kentucky aseguró haber sido aterrorizada por alienígenas que parecían duendes. "Cuando leí el guión no sentí que fuera una película que quisiera dirigir", recordó más tarde Spielberg. "Era demasiado violenta. Y ahí fue cuando en mi mente cambió todo". 

Spielberg determinó que una vida inteligente que viaja a través del universo, de planeta en planeta, no necesariamente tenía que ser malevolente. Así reimaginó a los alienígenas como una raza de botánicos intergalácticos tomando muestras. De todas maneras, había un importante elemento de Night Skies que quería mantener: la idea de que uno de los aliens podía quedar varado en la Tierra. Debatió el concepto con la guionista Melissa Mathison, que estaba en el set de Los cazadores del arca perdida porque tenía una relación con la estrella del film, Harrison Ford. Mathison había coescrito El corcel negro (1979), sobre la amistad entre un chico y un caballo, y luego de bosquejar algunas ideas con Spielberg se tomó solo ocho semanas para escribir un primer guión titulado ET y yo. El director llevó la película a Universal Studios solo después de que Columbia Pictures, que había hecho Encuentros cercanos, declinó la oferta. El departamento de marketing e investigación de Columbia concluyó que el film tenía un potencial comercial limitado, un error de las proporciones de rechazar a The Beatles.

Spielberg contactó a Carlo Rambaldi, artista de efectos especiales de Encuentros cercanos, para crear a un alien encantador. Le dio fotografías del poeta Carl Sandburg, el físico Albert Einstein y el escritor Ernest Hemingway para alimentar los desproporcionados e inteligentes ojos de ET. Luego llegó el desafío de integrar un elenco casi íntegramente compuesto por niños. Cientos de actores audicionaron para el rol principal de Elliott, el sensible émulo del joven Spielberg. El papel terminó en manos de Henry Thomas, quien consiguió lágrimas reales al pensar en un perro que se le había muerto. Un famoso clip de la audición, que tiene casi 27 millones de vistas en YouTube, termina con Spielberg diciéndole al actor de nueve años: "OK, pibe, el trabajo es tuyo".

Robert MacNaughton hizo ocho audiciones para interpretar al hermano mayor Michael, mientras que Drew Barrymore, de seis años, consiguió el personaje de Gertie al decirle a Spielberg que pretendía abandonar el legado de su familia hollywoodense y dedicarse a liderar una banda punk. "Poco después me di cuenta que ella no tenía una banda punk", recordó el director en un evento aniversario reciente en Los Angeles. "Pero si ella creía que podía hacerlo, también podía creer que esta criatura mecánica podía ser un verdadero extraterrestre."

Para los estándares de Spielberg, la producción fue pequeña, filmada en el condado de Los Angeles y el valle de San Fernando en solo 61 días. Para la banda de sonido eligió a su habitual colaborador John Williams, quien realizó una música memorable para rivalizar con su propio trabajo en Tiburón y Los cazadores del arca perdida. ET tuvo su premiere en el Festival de Cannes el 26 de mayo de 1982, donde fue recibida no solo con una extensa ovación de pie sino también con ríos de lágrimas. Tras verla por primera vez, Henry Thomas sugirió que deberían entregar al público "toallas de llanto", mientras que Drew Barrymore más tarde señaló: "Si el término 'ni un solo ojo seco en la sala' no se había creado aún, debe haber sido entonces". El novelista Martin Amis escribió sobre la experiencia: "Tambaleándome a través de una tundra de pañuelos húmedos, me sentí exprimido, desecado; me sentí como si hubiera vivido todo un romance de un año, completo con el deseo y la desesperación, la pasión y la postración, en solo 120 minutos."

Spielberg y su amigo alien (Imagen: AFP)

De las muchas celebridades que se fanatizaron, ninguna fue más devota que Michael Jackson. Grabó una versión en audiolibro que fue lanzada ese noviembre, el mismo mes en que salió su sexto album Thriller. En diciembre apareció junto a ET en la tapa de Ebony, declarando en la revista cuán vinculado se sentía al alien. "El da amor y quiere que le devuelvan amor, igual que yo", dijo el músico. "Y él tiene ese superpoder que le permite levantarse del suelo y volar cada vez que quiere alejarse de las cosas de la Tierra, y puedo identificarme con eso. El y yo somos parecidos en muchos aspectos."

Cuatro décadas después, la influencia de ET sigue presente. Stranger Things le debe mucho, con su elenco de chicos de los ochenta que juegan a Dungeons and Dragons y que escapan de viles figuras autoritarias en bicicletas, tal como Elliot hizo con ET en la canasta frontal. Mientras tanto, gracias a una breve aparición en el Senado galáctico en La amenaza fantasma (1999), la especie de ET es ahora parte del canon del universo Star Wars. Conocidos como "asogianos", están representados por el Senador Grebleips, Spielberg al revés.

Para el mismo Spielberg, ET cambió su vida en infinitos sentidos. Para empezar está el hecho nada menor de que -en el pico de la popularidad del film en 1982- ganaba medio millón de dólares por día gracias a su participación en la taquilla y las ventas de merchandising. Pero también lo afectó de formas más sutiles y profundas. A pesar del viejo adagio del negocio que advierte sobre trabajar con niños o animales, Spielberg se descubrió encantado de trabajar con su joven elenco. Durante la filmación de la escena de Halloween pasó todo el día vestido como una anciana, para disfrute de los niños actores. "A comienzos de los '80 no tenía hijos", dijo en 1996. "De pronto me estaba convirtiendo en padre... creo que hoy tengo una familia grande porque entonces me sentí muy bien con tres niños." Una película inspirada en la disolución del matrimonio de sus padres terminó llevando a Spielberg a tener sus propios hijos, un adecuado legado personal para la más grande película familiar de todos los tiempos.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.