Las Abuelas lo hicieron de nuevo. Estela de Carlotto fue quien destrabó la falta de comunicación entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en las horas críticas después de la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. “Alberto y Cristina van a estar juntos, y eso es lo que yo sueño y quiero. Haría cualquier cosa: el papelón más grande, el desafío más grande para que se solucione este tema”, dijo la dirigente del movimiento de derechos humanos al confirmar que se comunicó en la tarde del domingo con el Presidente para pedirle que retomara el diálogo con la vicepresidenta. Horas después de la charla con Carlotto, Fernández volvió a levantar el teléfono para comunicarse con CFK, después de largas semanas de chicanas en público y silencio en privado.


Cerca de las 17.30, Estela de Carlotto llamó a Alberto Fernández. “Yo quiero ayudar, al primero que llamé fue al Presidente”, contó la líder de Abuelas de Plaza de Mayo. “A Cristina la quiero muchísimo y a Alberto también, entrañablemente. Soy argentina, entonces dije: ‘No me puedo quedar callada viendo qué pasa y cómo se está jugando la salud de nuestro país’”.

Según contó la presidenta de Abuelas, Fernández le comentó que había intentado comunicarse con CFK y no había obtenido respuesta. “Yo le dije: ‘Insistí. ¿Qué? ¿Te vas a quedar con una llamada que no te atienden? ¿Vos sabés todo lo que hemos hecho nosotras para tener noticias? Ahí le nombré todo el detalle de una lucha tan larga”, relató. “Pensá en la Patria, pensá en la gente que te votamos a vos y a Cristina”, le aconsejó.

“Nosotras estuvimos hablando estos 46 años de lucha para encontrar a los nietos, por verdad y justicia. Hemos visto a gente que no nos agradaba –remarcó la presidenta de Abuelas–. Cuando está en juego algo tan sublime como es nuestra Patria, nuestra gente, nuestro futuro, hay que jugársela aunque moleste”.

Para la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, las diferencias en el Frente de Todos deben saldarse. “Tienen que estar juntos porque para eso los votó el pueblo. Esto –en referencia a la falta de entendimiento– tiene que terminar. Hay que abrir el corazón a la Patria”, sintetizò el sentimiento de muchos y muchas por esas horas.

Estela contó que la decisión de llamar al Presidente fue un “coraje” que le salió del corazón. “Yo soy una abuela que lucha. Nunca una cosa mala, siempre el entendimiento, siempre el perdón, el amor, no la venganza y el odio. Ese es el concepto que tenemos que poner todos en práctica”, subrayó.

La referente del movimiento de derechos humanos dijo que quiso comunicarse con la vicepresidenta, pero que, por el momento, no había podido hacerlo. “Cristina es como una hija para mí, como lo fue su marido, un maravilloso hombre que nos gobernó”, manifestó. “Ella me dice, a veces, que yo le hago acordar a la mamá por el pelo blanco”, añadió.

El 10 de diciembre pasado, el Presidente y la vicepresidenta homenajearon a la presidenta de Abuelas con el premio “Azucena Villaflor” en el Museo del Bicentenario. También, en esa ocasión, fueron agasajados Taty Almeida –referente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora–, el Premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel e Iris Avellaneda, presidenta de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH), entre otros.