El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del Centro Europeo de Física de Partículas (CERN) de Ginebra (Suiza), comenzó a producir este martes la colisión de protones a más alta energía jamás lograda. Así, se podrán recrear las condiciones inmediatamente siguientes al Big Bang, es decir, tratar de apreciar algo que no se pudo lograr hasta ahora: el nacimiento del Universo.

El LHC estuvo sin funcionar durante los últimos tres años, período en el que se realizaron mejoras. En abril pasado volvió a estar operativo y desde este 5 de julio trabajará de manera continuada durante casi cuatro años. La energía a insumir será de 13,6 billones de electronvoltios, un récord absoluto.

El Colisionador enviará dos haces de protones (partículas del núcleo de un átomo), en en direcciones opuestas a casi la velocidad de la luz alrededor de un anillo de 27 kilómetros, a cien metros bajo tierra en la frontera entre Suiza y Francia. Los científicos analizarán las colisiones de ambos haces. "Nuestro objetivo es realizar 1.600 millones de colisiones protón-protón por segundo" para los experimentos ATLAS y CMS, aseguró el jefe de aceleradores y tecnología del CERN, Mike Lamont.

En el marco de este experimento, los haces se reducirán a menos de 10 micras (para que se entienda: un cabello humano tiene un grosor de 70 micas), y así aumentar la tasa de colisiones, lo cual permitirá seguir con la investigación del bosón de Higgs. Justamente, el lunes se cumplieron diez años desde que el Colisionador verificó los postulados de Peter Higgs.

No obstante, en la última década hubo investigaciones que cuestionaron esa teoría, por lo que el colisionador actualizado podrá verificar aquellos resultados. "El bosón de Higgs está relacionado con algunas de las cuestiones abiertas más profundas de la física fundamental actual", manifestó la directora general del CERN, Fabiola Gianotti.

Hay una diferencia con el experimento histórico de 2012. Ahora habrá veinte veces más colisiones. "Se trata de un aumento significativo, que allana el camino para nuevos descubrimientos", dijo Lamont.

A futuro, el CERN tiene en carpeta el experimento ALICE, que sondea la materia existente en los diez microsegundos que siguieron al Big Bang.  También está LHCf, que usa las colisiones para simular los rayos cósmicos. Se espera que en 2029 el Colisionador funcione LHC de alta luminosidad, lo cual permitiría aumentar el número de eventos detectables por un factor de 10. 

Para más adelante, se piensa en un Colisionador Circular, un anillo de cien kilómetros que pretende alcanzar energías de 100 billones de electronvoltios, una cifra inédita.