El desbarajuste de aumentos de precios especulativos por sobre cualquier lógica inflacionaria llegó en las últimas horas a las góndolas de alimentos y canasta básica. Una vez más, fueron las grandes marcas las que picaron en punta con listados de subas que los comercios consideraron muy importantes por el nivel de aumento y rechazaron en masa. En paralelo, se profundizó el proceso de cuotificación de entregas de mercaderías, con marcas importantes y oligopólicas que están enviando menos del 50 por ciento de su producto a las cadenas comercializadoras. 

Según supo Página I12 de fuentes del sector fabricante, en el pelotón de los que aumentaron muy sobre la media están las siguientes firmas: Vicentín (que no sólo fabrica aceites y derivados sino algodones y pañales), Nestlé, Milkaut, Molinos Río, Molino Cañuelas, Papelera del Plata, Unilever, Ledesma, Dominó, Hileret, La Cachuera, La Virginia y Dos Hermanos. Son, de acuerdo a la información a la que accedió este diario, más de 200 productos de consumo básico entre los que hay azúcar, edulcorantes, leches, pan rallado, galletitas, mayonesa Hellmas y Caldos Knorr (Unilever), café instantáneo Nescafé y caldos Maggi (de Nestlé), yerba mate Amanda, papel higiénico y rollos de cocina (Papelera del Plata). 

Las subas en esos casos son, en su mayoría, de un piso de 10 por ciento y máximos de 20 o 30 por ciento. Al tope de las subas está Vicentin. La firma santafecina, que estuvo a punto de ser estatizada por Nación y luego el Estado se volvió atrás con la idea, envió incluso especificaciones de productos y avisos de cuotificación. Algunos ejemplos, el Algodón qu fabrican vía Algodonera Avellaneda y las toallitas íntimas subieron 30 por ciento, los pañales un 25 en el caso de la variante para bebes y de casi 40 para los adultos. Este último rubro está fuertemente cuotificado en un 45 por ciento de los envíos. 

Fuentes del sector aseguraron, ante la consulta de este diario, que las maniobras especulativas están relacionadas con cierto temor a un congelamiento de precios que se aplique bajo la conducción de Economía en manos de Silvina Batakis. En paralelo, esgrimen problemas con el dólar y las importaciones. Allí dos puntos: las restricciones para importados casi no tocan a la industria de canasta básica y, por otra parte, estas listas que se publican en este artículo llegaron el martes último, cuando ya la volatilidad cambiaria se estaba acomodando. 

Lo comerciantes recibieron las listas con una sorpresa grande. "Venían pidiendo aumentos del 4 por ciento y ahora se descuelgan con un 20", dijo un comerciante del interior. Las grandes superficies, en tanto, se están negando al traslado de precios, dado que están fuertemente controladas por el Gobierno. En las remarcaciones antes mencionadas y, sobre todo, en la cutoficación, hay un síntoma de presión devaluatoria. Es que los proveedores están vendiendo en cuotas productos que fabricaron, por lo menos, hace seis meses, a costos muy inferiores a los actuales y no impactados por la volatilidad reinante con posterioridad a la renuncia de Martín Guzmán y la asunción de Batakis. 

Muchas de las empresas que aumentaron los precios estuvieron este miércoles reunidas con el titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce. Fue en el marco de un almuerzo del funcionario con la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), entidad que preside Daniel Funes de Rioja. Fuentes del encuentro aseguraron que allí no se habló de coyuntura pero sí de un tema que afecta a las firmas, que es la capacidad de tener dólares para importaciones y contar con financiamiento. Con esta dinámica tendrá que lidiar la nueva ministra Batakis: un esquema de compañías que piden asistencia al Estado pero que no responden con precios lógicos. 

Según fuentes privadas contaron a este diario, ya hubo sondeos y charlas previas del nuevo secretario de Comercio Interior, Martín Pollera, con algunas firmas del sector. Ell problema de las remarcaciones especulativas lo sufrieron, con diferente intensidad, todos sus antecesores: primero el ex secretario Roberto Feletti, que expuso públicamente las maniobras en una conferencia de prensa; y luego Guillermo Hang, hombre designado por Guzmán que sólo duró 44 días en su cargo habiendo presentado su renuncia el sábado, junto con el resto de los secretarios que acompañaban al ex ministro.