Desde Roma

Pese a los problemas en una rodilla que lo obligaron a cancelar su participación en algunas celebraciones religiosas y audiencias además de anular un viaje a África previsto para principios de julio, el papa Francisco partió el domingo 24 de julio a Canadá donde permanecerá hasta el 29, principalmente para encontrar a las comunidades indígenas que han sido maltratadas por el colonialismo y por exponentes de la iglesia católica.

El avión papal, como estaba previsto, llegó al aeropuerto de Edmonton, capital de la provincia de Alberta en el centro del país, luego de más de 10 horas de vuelo, en torno a las 11.20hs (hora canadiense). Al desembarcar del avión Francisco fue recibido por la gobernadora Mary Simon y el primer ministro canadiense Justin Trudeau además de varios indígenas con sus trajes típicos que cantaban canciones en su idioma. Poco después Francisco se retiró a descansar en el seminario de St. Joseph a unos 35km del aeropuerto.

Se trata del viaje número 37 del pontífice argentino, que no es el primer Papa que visita Canadá. Antes lo hizo Juan Pablo II en tres oportunidades (1984,1987, 2002).

Francisco subió al avión de Ita Airways que lo transportó desde Roma, en torno a las 9 de la mañana (de Italia) del domingo, sentado en la silla de ruedas que últimamente usa a menudo a causa de sus problemas en la rodilla. Lo acompañan exponentes de la Iglesia, 78 periodistas, un médico y un enfermero.

La idea del Papa es visitar a los indígenas originarios de Canadá en sus propios territorios y pedirles perdón por los dramas que muchos de ellos sufrieron en los centros educativos financiados por el Estado canadiense pero controlados muchos por la Iglesia, explicó el portavoz de la oficina de prensa vaticana Matteo Bruni. En estas escuelas, conocidas como “escuelas residenciales”, los niños indígenas eran obligatoriamente internados para, según el Estado y la Iglesia, educarlos, evangelizarlos y asimilarlos. Se habla de 139 escuelas en todo el país que frecuentaron unos 150.000 niños indígenas. Se descubrió después que miles de niños murieron allí (entre 4.000 y 6.000). Muchos fueron enterrados en fosas comunes en torno a esos lugares.

“Queridos hermanos y hermanas -escribió el Papa en un tweet antes de partir -, voy a Canadá para encontrar a los pueblos indígenas. Espero que, con la gracia de Dios, este peregrinaje de penitencia pueda contribuir al camino de la reconciliación que ya se ha emprendido. Por favor, acompáñenme con la plegaria”. El lema del viaje es precisamente “Caminar juntos”.

El Gran Jefe de la comunidad indígena First Nations, George Arcand Jr, declaró antes de la llegada de Francisco: “Es un momento histórico importante para los sobrevivientes del sistema escolar residencial y del daño causado por la Iglesia católica. Todos hemos sido golpeados por este sistema, directa o indirectamente. Estas excusas reconocen cuánto hemos vivido y crean una oportunidad para la iglesia de reparar sus relacionas con los pueblos indígenas de todo el mundo. Pero no termina acá. Este es sólo el comienzo”.

No será la primera vez que el papa Francisco se encuentra con “nativos americanos” de Canadá. Lo hizo también en varios encuentros entre marzo y abril pasado en el Vaticano. “Vuestra cultura, vuestra identidad ha sido herida y muchas familias separadas” difundiendo la idea de que “el progreso viene con la colonización ideológica” - dijo el Pontífice en esos encuentros con los indígenas-. Y recordó que “todavía hoy está muy difundida la mentalidad colonial”.

El ambiente y las comunidades indígenas

Otro de los temas que estará presente en los encuentros con los indígenas en Canadá, según explicó Bruni, será el cuidado del ambiente, al que Francisco le da mucha importancia y al que dedicó su encíclica ecológica “Laudato si” de 2015.

En declaraciones a la prensa, el secretario de estado vaticano (número dos del Vaticano), Pietro Parolin, subrayó cuánto importante son para el papa Francisco las comunidades indígenas como demuestran los distintos encuentros realizados en el Vaticano pero también documentos como la Exhortación Apostólica “Querida Amazonia” de 2020. “El Santo Padre no quiere sólo decir palabras sino sobre todo estar cerca, manifestar su cercanía de modo concreto”, subrayó Parolin.

El Papa argentino respeta mucho que los nativos americanos se consideren “ramas de un árbol que tiene raíces profundas” y cuyos frutos son el cuidado del territorio, entendiendo como territorio un bien “no para explotar sino como un don del cielo que custodia la memoria de los antepasados”, según sus palabras. Y hablando con los periodistas durante el vuelo, el Papa recordó la jornada de los abuelos que se celebró el domingo en Italia. “Los abuelos, las abuelas son quienes han trasmitido la historia, las tradiciones y tantas otras cosas. (…) Los jóvenes tienen que tener contacto con los abuelos, retomar las raíces para llevarlas adelante, como el árbol que toma de las raíces la fuerza y la transforma en flores y frutas”, dijo Francisco. Y las comunidades indígenas que visitará les dan una particular importancia a sus ancianos. Los ancianos son un punto siempre presente en los mensajes del Papa, que los considera maestros y merecedores de gran respeto y no del “descarte” al que son sometidos en muchas sociedades.

Interrogado por la prensa sobre un posible viaje suyo a Ucrania, del que se había hablado hace tiempo, Francisco respondió: “Si, quisiera ir. Esperemos…”.

En los encuentros en el Vaticano donde recibió a 32 indígenas ancianos, de las comunidades Métis e Inuit que eran sobrevivientes o hijos de los sobrevivientes de las “escuelas residenciales”, Francisco también había dicho que se sentía muy avergonzado por el comportamiento de los institutos católicos que tenían responsabilidades educativas, porque abusaron de su poder y no respetaron la cultura y los valores espirituales de los indígenas. “Pido perdón a Dios por la deplorable conducta de esos miembros de la Iglesia. Me siento muy triste y me uno a los obispos canadienses que piden disculpas”, dijo.

Naciones Unidas calificó los malos tratos y desaparición de niños como “una violación de derechos humanos a gran escala” y pidió a las autoridades canadienses y a la Iglesia que hicieran una investigación. Así nació la comisión “Verdad y reconciliación” que terminó sus trabajos en 2015. Después de esto, los obispos canadienses destinaron 30 millones de dólares canadienses para compensar a las víctimas y el estado 27 millones para identificar a los desaparecidos.

“Esta visita histórica se inserta en una serie de gestos que nosotros los obispos hemos pedido para favorecer el clima de reconciliación con nuestras hermanas y hermanos autóctonos”, declaró a la prensa vaticana el obispo canadiense Raymon Poisson.

El programa en Canadá

Edmonton, la primera etapa del viaje, es considerado el lugar donde se establecieron los primeros seres humanos entre el 10000 y 3000 a.C. Con el tiempo floreció como zona agrícola y a mediados del siglo XX como zona petrolera. La actividad del Papa comenzará el lunes 25 con la visita que hará a Maskwacis, a unos 70km al sur de Edmonton, donde se reunirá con las comunidades indígenas Métis y Inuit. En ese encuentro Francisco pronunciará su primer discurso. Por la tarde se encontrará con otras poblaciones originarias y miembros de la Iglesia.

El 26 Francisco participará de una de las celebraciones mas significativas para los indígenas creyentes: la fiesta de Santa Ana, patrona de Canadá. Celebrará una misa en el estadio Commonwealth Stadium de Edmonton y por la tarde participará del peregrinaje en el Lago Santa Ana, a unos 75km de Edmonton. Del peregrinaje participarán las comunidades Cree, Dene, Blackfoot y Métis, particularmente devotas de Santa Ana, abuela de Jesús y madre de María, que simboliza la importancia de los ancianos en las comunidades indígenas. El 27 de julio Francisco viajará a Quebec, la provincia de Canadá donde se habla francés. Allí se encontrará con autoridades, el cuerpo diplomático y representante de comunidades indígenas.

El 28 de julio, siempre en Quebec celebrará la misa en el santuario Nacional de Santa Ana de Beaupré y por la tarde visitará la Catedral de Notre Dame. El 29 de julio tendrá un encuentro privado con la Compañía de Jesús, congregación a la que pertenece el Papa, y se encontrará con las comunidades indígenas locales. Y por la tarde partirá en avión hacia Iqaluit, situada al sur del Círculo Polar Ártico, a casi 1.900 km de Quebec, que por años fue una base estadounidense pero también un lugar de pesca de la comunidad Inuit. Allí Francisco visitará una escuela primaria y encontrará a un grupo de ex alumnos de las “escuelas residenciales”. Después de este encuentro, el papa Francisco partirá del aeropuerto de Iqaluit hacia Roma donde llegará el 30 de julio a las 7,50hs (hora italiana).