Al menos 16 personas murieron en las "peores" inundaciones en la historia de Kentucky, una cifra que podría aumentar puesto que este viernes no ha parado de llover en este estado rural del centro de Estados Unidos.

El presidente Joe Biden declaró el estado de "desastre natural" y movilizó refuerzos federales para apoyar a las zonas afectadas por la tormenta, las inundaciones, los deslizamientos de tierra y los ríos de lodo.

Las lluvias torrenciales se abatieron sobre el este de Kentucky el miércoles por la noche, convirtiendo algunas carreteras en ríos y obligando a los habitantes a refugiarse en los tejados de sus casas mientras esperaban ayuda.

Otros quedaron atrapados por la subida de las aguas o se vieron arrastrados cuando estaban en el interior de coches. El número de víctimas es "devastador", declaró el gobernador Andy Beshear a CNN.

"Malas noticias: 16 muertes confirmadas ahora y habrá muchas más", afirmó en rueda de prensa. Estima que cientos de personas lo han perdido todo y se tardará por lo menos un año en reconstruirlo.

Cuatro hermanos, de edades comprendidas entre año y medio y ocho años, fueron arrastrados por las aguas cuando se habían refugiado en lo alto de un árbol con sus padres. Los cuerpos de dos de ellos han sido encontrados, según el diario local Lexington Herald Leader.

Su prima Brittany Trejo contó al periódico que los padres consiguieron agarrarlos durante horas, pero una gran ola se los llevó de golpe. Una mujer de 82 años también se ahogó cuando intentaba ponerse a salvo, informaron las autoridades.

Los servicios de emergencia, incluida la guardia nacional, la policía y refuerzos de los estados vecinos, acuden en ayuda de las víctimas. Se han realizado unos 50 rescates aéreos y cientos desde embarcaciones, según Beshear. Pero hay tanta agua y las corrientes son tan fuertes "que no podemos llegar a todos".

Tornados

Se prevé que siga lloviendo, por lo cual se mantiene la alerta por inundaciones. Con el calentamiento global inducido por el hombre, la atmósfera contiene más vapor de agua, lo que aumenta las posibilidades de fuertes lluvias, explican los científicos. Estas lluvias, asociadas a otros factores, como la urbanización del suelo, favorecen las inundaciones.

Algunas zonas de Kentucky registraron unos 20 centímetros de lluvia en 24 horas y, en algunos lugares, las aguas de los ríos subieron repentinamente varios metros y se salieron de sus cauces. En la región de Jackson, algunos caminos se han convertido en arroyos, con coches abandonados aquí y allá.

En estos pequeños valles rodeados de bosques, el agua fangosa anegaba los terrenos de los que, en algunos lugares, solo sobresalían los tejados de las viviendas y los árboles.

Miles de personas siguen sin electricidad ni agua corriente. Se han abierto refugios en gimnasios, iglesias y parques. "Son las peores inundaciones en la historia de Kentucky y vienen después de los peores tornados en la historia de Kentucky", lamentó el gobernador.

En diciembre, decenas de tornados asolaron cinco estados del centro de Estados Unidos, sobre todo Kentucky, con un saldo de al menos 79 muertos. Joe Biden dijo entonces que los fenómenos meteorológicos se han vuelto "más intensos" con el calentamiento global.