Luego de dos años de restricciones por la covid, la Isla de Pascua volvió a recibir viajeros este lunes. Las casi 8 mil personas que viven de manera permanente en el lugar se dedican, en su mayoría, al turismo. El alcalde de la isla, Pedro Edmunds Paoa, anticipó que la recuperación económica va a ser lenta.

El territorio, ubicado a una distancia de 2.000 kilómetros de las costas chilenas, sufrió un éxodo de un cuarto de sus habitantes por la falta de oportunidades para la subsistencia durante el aislamiento por la pandemia. Debido a la crisis económica, el desempleo en la isla alcanzó el récord del 58%.

"El 18% de la población vive de los sueldos públicos y el otro 82% depende del turismo: restaurantes, boutiques, tour operadores, hoteles y pescadores", precisó el mandatario local y lamentó que la reapertura se haya retrasado por la circulación de la variante ómicron en febrero de este año.

Para hacerle frente a los altos índices de desempleo, el municipio creó 800 puestos de trabajo para quienes se quedaron sin actividad y realizaron durante algunos meses tareas de mantenimiento en las costas. Las principales profesiones que se reconvirtieron fueron las vinculadas al turismo y la gastronomía. 

Para las pequeñas empresas que debieron cerrar, el Gobierno local destinó un fondo de 700.000 dólares en concepto de subsidios para los sectores más afectados.

Otro problema que enfrenta la administración de la isla es el operativo de limpieza y refacción del parque nacional Rapa Nui, donde se encuentran las siete míticas figuras de piedra que atraen al turismo. Según aseguró Edmunds Paoa, no cuentan con mano de obra capacitada ni los fondos necesarios.

La Isla de Pascua realiza una apertura gradual

En una primera etapa van a llegar dos vuelos comerciales por semana y la capacidad hotelera va a funcionar al 45%. El Gobierno local espera el arribo de 1.500 turistas solo en agosto. Como consecuencia de la crisis económica, solo 13 de los 24 espacios turísticos van a estar abiertos al público. 

Para septiembre el plan es que se sume un nuevo servicio aéreo por semana y ya estén en pleno funcionamiento todos los centros turísticos y de interés arqueológico, gracias al comienzo de la reactivación económica. En el tiempo prepandemia, la Isla de Pascua recibía cerca de 1600.000 turistas por año que arribaban en dos vuelos por día.

Las condiciones sanitarias que se le van a exigir a los viajeros es contar con el calendario de vacunas anticovid completo y un test PCR negativo realizado en las 24 horas previas al vuelo. Además, podrán permanecer en el destino por un tiempo máximo de un mes.

La decisión de abrir nuevamente las fronteras fue votada en diciembre del año pasado en un referéndum donde el 71% de los electores eligió el "Si". 

La Isla de Pascua está entre los 50 mejores destinos elegidos por la revista Time en 2022 por su “cultura resiliente”.