Los enfrentamientos entre bandas armadas en Puerto Príncipe, la capital haitiana, dejaron al menos 188 muertos, 120 heridos y 12 desaparecidos entre abril y mayo, informó el lunes la Oficina Integrada de las Naciones Unidas en Haití (BINUH).

“Armados con rifles de asalto, pero también con machetes y latas de gasolina, las bandas no perdonaron a nadie. Mujeres y niños de hasta un año de edad fueron ejecutados en sus hogares y sus cuerpos fueron calcinados. Jóvenes adolescentes, acusados ​​de espiar para el bando contrario, fueron ejecutados en lugares públicos. La violación de mujeres y niñas, algunas menores de 10 años, se ha utilizado como arma para aterrorizar”, denuncia el comunicado.

Del total de asesinatos que se registraron entre el 24 de abril y el 16 de mayo, 94 eran civiles mientras que 96 formaban parte de las bandas que disputan el territorio. La oficina de la ONU informó que cerca de 16 mil personas fueron víctimas de desplazamiento forzado, obligadas a huir de sus hogares para refugiarse.

Por último, el organismo señala que “si bien la policía haitiana realizó operaciones rápidamente”, la justicia haitiana “ha tardado" en tomar medidas para detener a los perpetradores y hay una "fuerte posibilidad de que estos crímenes queden impunes”.

Inicios de los enfrentamientos recientes

El 22 de abril, un agente de la policía haitiana que circulaba en una moto “fue capturado y luego decapitado, y sus restos fueron carbonizados" por parte de los miembros de Chen Mechan, quienes lo acusaban de ser un informante de los 400 Mawozo, informó la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.

Dos días después, miembros de 400 Mawozo iniciaron una serie ataques contra ciudadanos haitianos que eran sacados de sus casas a la fuerza para luego prenderlos fuego. Al menos 48 personas fueron asesinadas el 24 de abril, entre ellas 17 mujeres jóvenes que se encontraban en un motel.

Según relata el documento, las víctimas fueron asesinadas a tiros, apuñaladas, decapitadas y hasta quemadas vivas utilizando neumáticos. Las imágenes de los cuerpos brutalmente asesinados fueron publicadas en redes sociales con el objetivo de mantener el terror entre la población haitiana.

Unidades especializadas de la Policía Nacional de Haití junto con militares de las Fuerzas Armadas intervinieron en zonas de conflicto, pero “poco después de su partida, los enfrentamientos se reanudaron con más violencia”.

La organización denuncia que “las sucesivas autoridades estatales han elegido la ‘gangsterización’ del estado como nueva forma de gobierno”. "Proporcionan armas y municiones a bandas armadas, practican y promover el contrabando para facilitar el ingreso al territorio nacional envíos ilegales, el 76% de los cuales pasan por el puerto de Puerto Príncipe”, señalaron los investigadores.

La falta de seguridad es uno de los principales problemas de Haití. Además, la isla enfrenta desde hace años una profunda crisis política, que se agravó en julio de 2021 con el asesinato el presidente Jovenel Moïse. Un mes después del magnicidio, un terremoto hizo estragos en la isla caribeña, con un saldo de más de 2.000 haitianos muertos. Fue uno de los 10 sismos más letales de los últimos 25 años en América Latina.

La crisis y la violencia, asimismo, ha llevado a que decenas de miles de personas quieran emigrar del país. Más de 900 personas han muerto por enfrentamientos entre pandillas en Haití en lo que va del año, señaló la Oficina ONU para los Derechos Humanos.

En Haití, más del 80% de la población no tiene asegurado el acceso a alimentos y el 47,2% tiene malnutrición, señaló el ultimo informe de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).