“Es un sábado helado y lluvioso. Elisa sube por las escaleras mecánicas del subte y ve la plaza iluminada. Aunque todos los días pasa por ahí cuando va a su trabajo, la ocasión le genera una sensación extraña. Busca un taxi, no quiere salpicarse las medias finitas que tiene puestas, es una noche desierta. -¿Dónde estás?- le escribe a Pamela. –Saliendo de casa. Se apura, atraviesa Paseó Colón esquivando charcos en la oscuridad. Ni bien cruza la dársena, el paisaje cambia: torres lujosas, calles relucientes e iluminadas, palmeras. Se siente ordinaria en un barrio extranjero”. 

Así comienza "Bosque de mellizas", el primer cuento de Flora y fauna, de Leticia Rivas, editado por Tenemos las máquinas. En 8 cuentos y 130 páginas, Rivas construye el mundo cotidiano de dos hermanas mellizas, Elisa y Pamela. Desde compartir una fiesta de dobles en Puerto Madero hasta un viaje familiar a la ciudad de Paraná, pasando por desamores y decisiones sobre el propio cuerpo, Flora y fauna va tejiendo las historias de estas dos jóvenes con temas universales como el amor, la amistad, el compañerismo, la familia, la identidad, el deseo y la soledad.

¿Qué significa ser melliza? ¿Qué significa ser melliza ante los ojos de los otros y ante los propios? Cuando alguien se lo pregunta, Pamela y Elisa ni siquiera contestan: ‘si son una célula que se dividió en dos, hay algo ancestral con lo que luchan”. Pero en la soledad de ser una misma a veces extrañan esa identidad en eco, ese ser en etéreo que las mezcla y las aturde y, al mismo tiempo, ocasionalmente, las completa: ‘…escucha audios que se mandaron durante el día hasta que llega un momento que no sabe cuáles son los de ella y cuáles los de Pamela. Se confunde, no distingue cuáles eran sus ideas, si eran las mismas o eran otras. Con los recuerdos pasa lo mismo, se los prestan”, escribió en la contratapa el escritor Federico Falco.

Leticia Rivas nació en Buenos Aires en 1981, estudió Ciencias de Comunicación en la UBA y este es su primer libro. “El mismo viaje de siempre, las siete horas de ruta plana, mirar el paisaje por la ventanilla. A veces, un paisaje así puede agobiar: kilómetros de campo verde, torres eléctricas con forma de robot, pastizales amarillos en loop. Paramos en una estación de servicio y tomamos café, los tres, sin decirnos una palabra. Papá estaba serio y era mejor no hacer comentarios, porque aunque así, rígido como es, tenía que sacar a su mamá de su casa, de sus cosas”, se lee en "Paraná", el tercer cuento del libro, en el que la inevitabilidad de las cosas se funde en el aire.

Escrito con una simpleza y una hondura que atrapa desde la letra inicial, Flora y fauna recorre las acciones pero también los sentimientos y emociones de las protagonistas que, aunque por momentos se reconocen una en la otra, también son dueñas de una singularidad que las hace únicas. En palabras de Federico Falco: “Con destellos de un humor que no les tiene miedo a la ironía ni a la ternura, una mirada aguda y precisa para las emociones y una profundidad que desarma, estos cuentos de Leticia Rivas impresionan por su destreza extraordinaria y conmueven desde la primera hasta la última página”.  

Tenemos las máquinas nació en 2012 en una pequeña imprenta familiar de Buenos Aires. “Damos a conocer voces inéditas de la literatura contemporánea. Publicamos libros genuinos y audaces, que conmueven y nos hacen pensar. Nos divierte explorar la imagen de cada colección. Estamos orgullosos de nuestro catálogo, compuesto por autoras y autores que están escribiendo el futuro, creemos en el poder de reinventar el mundo”, dice la editora Julieta Mortati.