Una escena de película se vivió hoy en Mar del Plata, cuando un policía obligó a una mujer embarazada a que lo llevara a él y a su sobrinita descompuesta a un hospital. El uniformado hizo disparos a los demás autos para que lo dejaran pasar.

El insólito hecho ocurrió en la esquina de Carasa y Bosch, en el barrio Termas Huinco, en la zona sur de la ciudad. El oficial estaba con su sobrina, que se descompensó y resultó tener una gastronenterocolitis. Ante el estado de salud de la pequeña, el policía, que no tenía cómo llevarla al hospital, salió a la calle y, arma en mano, paró al primer auto que se cruzó: el que manejaba la mujer embarazada.

Mientras la mujer conducía, con la nena en el asiento trasero, el policía iba con medio cuerpo fuera, en el asiento del acompañante, efectuando disparos con su arma reglamentaria a los otros autos para que le liberaran el paso. A los que no se corrieron no les fue muy bien: dos vehículos presentaron impactos de bala.

El periplo llegó a su fin antes de llegar a destino, cuando una patrulla los interceptó. Una vez en el Hospital Materno Infantil, se internó a la pequeña, que está fuera de peligro. La mujer, presa de un ataque de nervios, también debió ser internada. Al policía le costó el cargo: fue desafectado y quedó detenido, bajo el cargo de privación ilegítima de la libertad agravada

Todavía no se sabe el nombre del policía. Sí que estaba asignado a una comisaría de la localidad de Ayacucho y que estaba de visita en Mar del Plata. El caso quedó manos del fiscal Fernando Castro y también interviene Asuntos Internos.