Pasan cosas raras con la realidad y la ficción. Ayer algunos personajes siniestros de derecha habían amenazado con un impactante cacerolazo en escarmiento al gobierno contra las declaraciones de Alberto Fernández en el Congreso.

"Habían amenazado y al final todo fue un fiasco más grande la lluvia de inversiones, no se inunda más y la pulserita de Lance Armstrong", introdujo Adrián Stoppelman en su columna de humor en La Mañana.

Ante esta situación, Stoppelman le pidió a la división “Esto de la espontaneidad programada no estaría funcionando” de WWW PCR un informe con excusas por las que el cacerolazo de anoche fue un fracaso escasamente estruendoso:

  • Al no poder venir el personal doméstico por la pandemia no tienen quien cacerolee.
  • La última tendencia gourmet son cacerolas de silicona, y suenan menos que grito de Marcel Marceu en el cono del silencio.
  • La Cámpora tiene un sistema de insonorización que hace que no se escuchen los ruidos.
  • Cristina contrató a todos los motociclistas de Rappi y Pedidos Ya para que a las 8 recorran toda la ciudad haciendo ruido con sus motos.
  • Nos falló el timing. Nuestros seguidores estaban más interesados en los bombardeos de Biden a Siria.
  • La gente bien no tiene cacerolas. Pide delivery. Y todo viene en bandejitas de Telgopor.

Escuchá todas las excusas en la columna de Pasan Cosas Raras de Adrián Stoppelman.