Cualquier celular promedio puede hoy en día realizar numerosas tareas: mandar o recibir emails, editar fotografías, proyectar films, escuchar música y, la opción menos popular, hacer llamadas. Lo que hasta ahora no estaba entre sus posibilidades, empero, era hacer una sabrosa y humeante taza de café. Pues, tan terrible falta sería en breve reparada, permitiendo que los más haraganes no necesiten manipular esas ¡complejísimas! maquinarias llamadas cafeteras. Y todo gracias a los napolitanos Luigi Carfora y Clemente Biondo, creadores de la infame Mokase: una funda para celular capaz de producir su propio espresso. Ajá: introducir customizadas cápsulas planas y activar el sistema a través de una sencilla aplicación son todos los pasos que la persona debe seguir, amén de tener –entre 5 u 8 segundos más tarde– 25 mililitros de negro brebaje. En tres variedades, dicho sea de paso: clásico, arábigo, tostado. “Imaginate estar a las corridas y no tener tiempo para parar en el bar de siempre. Ir a trabajar en autobús, buscar a los chicos a la escuela, pasar de reunión a reunión, y sentir la imperiosa necesidad de cafeína. Ahora existe una sencilla solución”, se pavonea la dupla creativa sobre su controvertida invención. Porque, aun cuando ellos aseguran que el celular no corre peligro, agua caliente y tecnología no parece ser la mejor combinación. Para quienes gusten correr riesgos, los primeros modelos están a la venta por 25 euros y serán entregados los primeros días de septiembre. Viene con un pocillito/llavero. Oh, y a no olvidar las capsulas cuadradas en kits de 15, 30 y 50 unidades. Aunque quién sabe si la segunda taza resista la ecuación.