Antes de comenzar la práctica de ayer, el plantel de Boca estuvo reunido con el entrenador Guillermo Barros Schelotto, quien les comunicó a los jugadores su malestar por lo ocurrido el último domingo ante Central, cuando a raíz de los incidentes provocados por el festejo del gol de Teo Gutiérrez fue expulsado Ricardo Centurión junto con el delantero colombiano. Por otra parte, Carlos Tevez confirmó que seguirá en el club de la Ribera por lo menos hasta junio de 2017, pese a la suculenta oferta del Shan- ghai PSG de China para incorporarse a fin de año con un contrato de tres temporadas y unos 40 millones de euros de sueldo anual, que lo hubiesen convertido en el jugador mejor pago del planeta.
Ya sellado el 1-1 con el conjunto canalla, Guillermo sigue molesto porque sus futbolistas reaccionaron ante el gesto de Teo, quien se cruzó la mano varias en su pecho en alusión a su paso por River y cuando lo echaron se tapó la nariz para salir de la cancha. Ese tumulto de jugadores le costó también la expulsión a Centurión, a quien le corresponderían dos fechas de suspensión como mínimo. Más allá de que el rendimiento futbolístico de Centurión hasta ahora conformó al DT, aún siguen frescas algunas actitudes reprobables de su vida privada que tomaron dominio público. El delantero cuyo pase pertenece a San Pablo tiene contrato hasta junio de 2017 con Boca, pero hay una cláusula firmada por ambos clubes que especifica que puede volver al club paulista en diciembre por alguna “circunstancia especial”. Para la próxima fecha, el lugar del ex Racing podrían ocuparlo Fernando Zuqui, Federico Carrizo o Nazareno Solís.
Boca debe enfrentar este domingo a San Lorenzo, pero si el equipo que dirige Diego Aguirre clasifica hoy a la final de la Copa Suda- mericana, pedirá postergar el partido con los xeneizes, por lo que recién se jugaría en febrero de 2017. Y si el conjunto de Boedo queda eliminado ante Chapecoense, el encuentro con Boca por el torneo local se jugará el domingo a las 18.30 en el Nuevo Gasómetro, tal lo previsto.