Aunque ya se ha paseado con sumo éxito por decenas de festivales de Estados Unidos, México, Sudamérica y Europa, un educativo, gracioso y bonito cortometraje animado ha cobrado renovada vida al ser lanzado muy recientemente a la estratósfera virtual. O sea, a redes sociales como YouTube o Vimeo, donde el minifilm Le Clitoris, de la joven realizadora canadiense Lori Malépart-Traversy, se ha vuelto petit fenómeno viral con su bonachón propósito: el de “desmitificar ciertas miradas científicas, psicológicas y sociales sobre el clítoris a través de la historia, amén de empoderar a las mujeres”. Así se planta en su escueta, aunque explicativa sinopsis la susodicha producción, que desanda con humor e información los tantísimos obstáculos que el órgano del placer femenino por excelencia ha tenido que sortear desde el principio de los tiempos. Además de sumar sus características específicas, su función y funcionamiento, los tantísimos docs varones que se autoproclamaron sus “descubridores”, el rol de “su enemigo número uno” (Sigmund Freud, sobra aclarar), por mencionar parte de su contenido vital… 

Contenido abarcado en tres minutos y algunos poquitos segundos, aprovechadísimos por la directora que, además, ha sido la guionista y animadora del corto; también su narradora. “Me llevó 8 meses completar este proyecto”, ofrece la muchacha de veinti pocos, y destaca que “la simplicidad y eficacia requieren mucho más trabajo de lo que la gente pueda imaginar”. “Siento que no hay nada más preciso y personal que dibujar con lápiz sobre papel. Para el caso de Le Clitoris en particular, necesitaba que mi protagonista fuera lo más sensual y flexible posible”, suma sobre el casero y arduo proceso, que continúa dando frutos a juzgar por las muchos miles que han visto el documental desde su lanzamiento en redes a mediados de junio. Acaso conmovidas por el mensaje final de la pieza: “El clit solo quiere ser querido. Dado que solo vive para darte placer, ¿cómo no vas a usarlo?”.