Con motivo del 110º aniversario que se cumple este año del famoso teleférico Bondinho, Río de Janeiro sumará una nueva atracción turística que también unirá los Morros da Urca y el Pan de Azúcar. Se trata de una tirolesa de 755 metros entre ambos cerros, que permitirá un recorrido de menos de un minuto a una velocidad de 100 kilómetros por hora.

Será la tirolesa más bonita del mundo. No será la más larga ni la más rápida, pero sí la más bonita”, adelantó Sandro Fernandes, presidente de la empresa que administra el acceso al monumento, quien precisó también que “desde la cima de los morros es posible admirar una increíble postal urbana que incluye la playa de Botafogo, la costanera de Copacabana y la entrada de la Bahía de Guanabara”.

Se prevé que la tirolesa esté en funcionamiento a fines de octubre o principios de noviembre, para celebrar que el 27 de octubre se cumplen 110 años de la inauguración del teleférico Bondinho.

Río de Janeiro: inauguración del teleférico Bondinho

El teleférico Bondinho funciona a lo largo de dos rutas, conectando en un primer tramo la Praia Vermelha con la cima de la colina de Urca, a 220 metros sobre el nivel del mar, y desde ahí al Pan de Azúcar, que tiene 396 metros de altitud.

Fue proyectado en 1909 por el ingeniero Augusto Ferreira Ramos y tardó tres años en concretarse y precisó de un numeroso equipo de operarios que utilizaron equipamiento importado desde Alemania para alzarlo.

El 27 de octubre de 1912 se realizó el viaje inaugural, en un trayecto desde la playa hasta la cumbre de Urca de seis minutos de duración. El 18 de enero de 1913 se completó el segundo tramo, hasta el pico del Pan de Azúcar.

Hoy, cuenta con capacidad para transportar hasta 65 personas por viaje, en un recorrido que dura unos 3 minutos en ambos trechos. En temporada alta, llega a ser utilizado por 6.000 personas diarias.